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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 44

¡Entra ya en acción!

SALMO 44 (43)

Poema educativo compuesto por la familia de Coré.

44 Dios mío,
nuestros padres nos han contado
las grandes maravillas
que tú hiciste en el pasado.
Tú mismo echaste de su tierra
a los otros pueblos;
los destruiste por completo,
y en lugar de ellos pusiste
a nuestro propio pueblo,
y lo hiciste prosperar.

No fue con la espada
como ellos conquistaron esta tierra;
no fue la fuerza de su brazo
lo que les dio la victoria.
¡Fue tu mano poderosa!
¡Fue la luz de tu presencia,
porque tú los amabas!

Tú eres mi Dios y mi rey;
¡tú nos diste la victoria!
Por tu gran poder
vencimos a nuestros enemigos;
¡destruimos a nuestros agresores!
Yo no pondría mi confianza
en mi arco y en mis flechas,
ni pensaría que mi espada
podría darme la victoria;
¡fuiste tú quien nos hizo vencer
a nuestros enemigos!,
¡fuiste tú quien puso en vergüenza
a nuestros adversarios!
Dios nuestro,
¡siempre te alabaremos!,
¡siempre te daremos gracias!

Pero ahora nos has rechazado;
nos has hecho pasar vergüenza.
Ya no marchas con nuestros ejércitos.
10 Nos has hecho huir;
¡el enemigo nos ha quitado
todo lo que teníamos!

11 Has dejado que nos devoren
como si fuéramos ovejas;
has dejado que nos dispersemos
entre las otras naciones.
12 Nos vendiste muy barato,
¿y qué ganaste con eso?

13-14 Nos pusiste en ridículo
delante de nuestros vecinos;
las naciones y los pueblos
se burlan de nosotros;
¡somos el hazmerreír
de todo el mundo!
15 Me muero de vergüenza,
pues a todas horas me ofenden;
16 ¡mis enemigos me gritan
y buscan vengarse de mí!

17 Todo esto lo hemos sufrido
a pesar de no haberte olvidado;
jamás hemos faltado a tu pacto;
18 jamás te hemos sido infieles,
ni te hemos desobedecido.
19 Y a pesar de todo eso,
nos has echado en lugares de miseria;
¡nos has dejado en profunda oscuridad!

20 Si te hubiéramos olvidado,
o hubiéramos adorado
a dioses de otros pueblos,
21 tú te habrías dado cuenta,
pues sabes lo que pensamos.
22 Pero por causa tuya nos matan;
¡por ti nos tratan siempre
como a ovejas para el matadero!

23 ¡Despierta ya, Dios mío!
¿Por qué sigues durmiendo?
¡Entra ya en acción!
¡No nos sigas rechazando!
24 ¿Por qué te escondes?
¿Por qué nos olvidas?
¡Mira cómo nos oprimen!
25 Estamos derrotados por completo;
tenemos que arrastrarnos por el suelo.
26 ¡Ven ya en nuestra ayuda!
¡Sálvanos por tu gran amor!

Oseas 2:14-3:5

Dios perdonará a su pueblo

14 »A pesar de todo eso,
llevaré a Israel al desierto,
y allí, con mucho cariño,
haré que se vuelva a enamorar de mí.
15 Le devolveré sus viñas,
y convertiré su desgracia
en gran bendición.
Volverá a responderme
como cuando era joven,
como cuando salió de Egipto.
16-17 Ya no volverá a serme infiel
adorando a otros dioses,
sino que me reconocerá
como su único Dios.

»Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así será.

18 »Cuando llegue ese día,
me comprometo a que los israelitas
vivirán tranquilos y en paz.
No habrá animal que les haga daño
ni pueblo que les declare la guerra.

19-20 »Israel, Israel,
yo volveré a casarme contigo
y serás mi esposa para siempre.
Cuando tú seas mi esposa,
realmente llegarás a conocerme;
seré para ti un esposo fiel,
sincero y lleno de amor.

21 »Yo soy el Dios de Israel,
y te juro que así será.

»Israel, cuando llegue ese día,
yo haré que el cielo
derrame su lluvia sobre la tierra,
22 y que la tierra produzca
trigo, vino y aceite en abundancia,
y así el valle de Jezreel prosperará.
23 Te daré la tierra,
y serás solamente para mí.
Y te diré: “No eras mi pueblo,
pero ahora ya lo eres”;
Tú, por tu parte, me dirás:
“¡Y tú eres mi Dios!”»

Oseas y su esposa infiel

Dios volvió a decirme:

«Oseas, tu esposa te es infiel:
tiene un amigo que es su amante.
También los israelitas me son infieles,
pues adoran a dioses falsos
y comen de las ofrendas que presentan.
Sin embargo, ve y ama a tu esposa,
así como yo amo a los israelitas».

Yo, Oseas, le pagué al amante de mi esposa quince monedas de plata y le di trescientos treinta kilos de cebada, para que ella volviera a vivir conmigo. Y luego le dije a ella:

«Ya eres mía,
y vivirás conmigo mucho tiempo.
Si tú prometes serme fiel,
yo también te seré fiel,
aunque por un tiempo
no viviremos como esposos».

Lo mismo sucederá con los israelitas: Durante mucho tiempo no tendrán rey ni jefe; tampoco podrán presentar ofrendas a Dios, ni sabrán lo que Dios quiere que hagan; además, no tendrán sacerdotes ni ídolos familiares. Después de esto, se arrepentirán. Cuando llegue el tiempo del fin, volverán a obedecer a Dios y pedirán sus bendiciones, y también seguirán el ejemplo del rey David.

Colosenses 2:16-3:2

16 No dejen que nadie los critique por lo que comen o beben, o porque no celebran ciertas fiestas ni respetan los días de luna nueva o de descanso. 17 Todo eso no era más que la sombra engañosa de lo que estaba por venir. Lo real y verdadero es Cristo. 18 Así que no dejen que nadie los condene, y menos esa gente que adora a los ángeles y que aparenta ser humilde. Dicen que ven visiones, pero mienten. Sus pensamientos los llenan de orgullo, pero sólo piensan cosas malas. 19 Esa gente no está unida a Cristo, que es quien gobierna a la iglesia y quien le da más y más fuerzas. Cristo le da a la iglesia todo lo que necesita, y une a todos sus miembros de acuerdo con el plan de Dios.

Vivir como Dios quiere

20 Ustedes están unidos a Cristo por medio de su muerte en la cruz, y ya no están sometidos a los espíritus que gobiernan este mundo. Entonces, ¿por qué se comportan como si todavía estuvieran bajo su dominio? ¿Por qué obedecen a quienes les dicen 21 «no toquen esto», «no coman eso», «no prueben aquello»? 22 Esas reglas no son más que enseñanzas humanas, que con el tiempo van perdiendo su valor. 23 No se puede negar que son útiles, porque enseñan acerca de la conducta religiosa, la humildad y el dominio del cuerpo. Pero lo cierto es que no ayudan a combatir los malos deseos de nuestra naturaleza humana.

1-2 Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo.