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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 85

¡Devuélvenos la vida!

SALMO 85 (84)

Himno de la Escuela de música de Coré.

85 Dios mío,
tú has sido bondadoso
con esta tierra tuya:
le devolviste a Israel
su antigua felicidad,
le perdonaste a tu pueblo
su maldad y sus pecados,
¡tu enojo con ellos se calmó!

Dios y salvador nuestro,
deja ya de enojarte con nosotros,
y devuélvenos la felicidad.
¿Acaso para siempre
vas a estar enojado con nosotros?
Estamos como muertos;
¡devuélvenos la vida!
Nosotros somos tu pueblo;
de ti esperamos alegría.
Dios mío,
danos muestras de tu amor
y bríndanos tu ayuda.

Dejemos de hacer locuras
y obedezcamos a Dios.
Recordemos que somos suyos,
y que él nos ha prometido paz.
Dios está siempre cerca
para salvar a quienes lo honran,
y para que su poder
nunca nos abandone.

10 El amor y la lealtad,
la paz y la justicia,
sellarán su encuentro con un beso.
11 La lealtad brotará de la tierra,
y la justicia se asomará desde el cielo;
12 Dios nos dará bienestar,
nuestra tierra dará buenas cosechas,
13 y la justicia, como mensajera,
anunciará la llegada de Dios.

Oseas 1:11-2:15

11 Ese día será grandioso,
pues yo les devolveré
a los reinos de Judá y de Israel
la grandeza que tuvieron.
Volverán a ser una sola nación;
tendrán un solo rey,
y volverán a Jerusalén
los que fueron llevados a otros países.
El día que vuelvan,
los hombres serán llamados
“Pueblo de Dios”,
y las mujeres serán llamadas
“Compadecidas”».

Gómer representa a Israel

Dios también dijo:

«Para mí, Israel fue como una esposa,
pero me fue infiel
y ya no tengo nada que ver con ella.
¡Así que ustedes, israelitas,
preséntenla ante los jueces!
¡Que deje de portarse como una cualquiera!
¡Que deje de complacer a sus amantes!

»Si no lo hace, la desnudaré;
¡la mostraré tal como vino al mundo!
¡La rechazaré,
y no volveré a tener hijos con ella!
No tendré compasión de sus hijos,
porque esos hijos no son míos.

»¡Israel se comporta
como una desvergonzada!
Todo el tiempo anda diciendo:
“Voy a buscar a mis amantes,
pues ellos son los que me dan
todo lo que me hace falta:
me alimentan, me visten,
me perfuman y me divierten”.

6-7 »Irá en busca de sus amantes,
pero no podrá alcanzarlos
ni tampoco los encontrará.
Yo voy a encerrarla
en una cerca de espinos,
para que no pueda salir.
Allí se pondrá a pensar:
“Me iba mejor con mi primer marido,
así que voy a volver con él”.

»Ella no quiere reconocer
que soy yo quien la alimenta
y le da todo lo que le falta;
¡hasta oro y plata le he dado
y con ellos se hizo ídolos!
Por eso voy a quitarle
todo eso que le he dado,
10 y ante sus amantes
la desnudaré y la avergonzaré.
¡De ésta no se va a salvar!

11 »Voy a ponerles fin
a sus fiestas de cada semana,
de cada mes y de cada año;
¡ya no volverá a alegrarse!

12 »Ella siempre presume
de las muchas higueras y viñas
que le han regalado sus amantes;
pero yo las voy a destruir
y las convertiré en matorrales;
¡los animales salvajes las devorarán!

13 »Cuando visita a sus amantes
se pone joyas y les lleva regalos,
pero a mí me tiene olvidado.
Por eso la voy a castigar,
pues ha adorado a dioses falsos.

»Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así lo haré.

Dios perdonará a su pueblo

14 »A pesar de todo eso,
llevaré a Israel al desierto,
y allí, con mucho cariño,
haré que se vuelva a enamorar de mí.
15 Le devolveré sus viñas,
y convertiré su desgracia
en gran bendición.
Volverá a responderme
como cuando era joven,
como cuando salió de Egipto.

Lucas 8:22-25

La gran tormenta

22 Un día, Jesús subió a una barca con sus discípulos, y les dijo: «Vamos al otro lado del lago». Entonces partieron, 23-24 y mientras navegaban Jesús se quedó dormido. De pronto se desató una tormenta sobre el lago, y el agua empezó a meterse en la barca. Los discípulos, al ver el grave peligro que corrían, a gritos despertaron a Jesús:

—¡Maestro, Maestro, nos hundimos!

Jesús se levantó, y ordenó al viento y a las olas que se calmaran. Y así fue; todo quedó tranquilo. 25 Luego les dijo a los discípulos:

—¡Ustedes no confían en mí!

Pero ellos estaban tan asustados y asombrados que se decían: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y las olas lo obedecen?»