Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
17-19 Yo estoy a tu servicio;
trátame bien, y cumpliré tus órdenes.
Estoy de paso en este mundo;
dame a conocer tus mandamientos.
¡Ayúdame a entender
tus enseñanzas maravillosas!
20 Todo el día siento grandes deseos
por conocerlas.
21 ¡Qué lástima me dan
los que no cumplen tus mandamientos!
¡Tú reprendes a esos orgullosos!
22 No permitas que me desprecien
pues siempre obedezco tus mandatos.
23 Los poderosos hacen planes contra mí,
pero yo sólo pienso en tus enseñanzas.
24 Ellas me hacen feliz,
y me dan buenos consejos.
25-28 Cumple tu promesa y dame ánimo,
pues estoy muy decaído
y el dolor me está matando.
Yo te conté mi vida,
y tú me respondiste.
¡Enséñame a cumplir tus mandatos
y a pensar sólo en tus maravillas!
29 No me dejes decir mentiras;
¡por favor, enséñame tu palabra!
30-31 Dios mío, no me hagas quedar mal,
pues confío en tus mandamientos
y he decidido obedecerlos.
32 No me tardo en cumplirlos
porque me ayudaste a entenderlos.
El gran poder de Dios
5 Y yo les digo:
¡Nuestro Dios es todopoderoso!
Toca la tierra,
y ésta se desmorona;
la hace subir y bajar
como al agua del río Nilo,
haciendo llorar a sus habitantes.
6 Dios hizo su casa en el cielo,
pero puso las bases en la tierra.
Dios llama a las aguas del océano,
y las derrama sobre la tierra.
¡Nuestro Dios es todopoderoso!
Israel será castigado
7 Nuestro Dios ha dicho:
«Para mí, ustedes los israelitas
no son diferentes a otros pueblos:
a ustedes los saqué de Egipto,
a los filisteos los saqué de Creta,
y a los arameos los saqué de Quir.
8 Yo he visto que ustedes
también son un pueblo pecador;
¡por eso los borraré del mapa!
Pero salvaré a los descendientes de Jacob.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así lo haré.
9 »Pueblo de Israel,
ahora mismo daré la orden
de que ustedes sean sacudidos,
como se sacude el trigo
para limpiarlo de basura,
sin dejar caer un solo grano.
10 Todos ustedes piensan
que nada malo les pasará,
pero al final sus pecados
les causarán la muerte.
Dios reconstruirá a Israel
11 »Cuando llegue ese día,
haré que los descendientes de David,
vuelvan a reinar sobre Israel.
Volverán a ser fuertes como antes.
12 Así, lo que quede de Edom
y de las otras naciones
volverá a ser de Israel,
el pueblo que alaba mi nombre.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así será.
13 »Ya está cerca el día
en que tendrán abundantes cosechas.
No habrán terminado de cosechar el trigo
cuando tendrán que volver a sembrar;
no habrán acabado de preparar el vino
cuando tendrán que plantar más viñas.
»¡En los cerros y en las colinas
correrá el vino como un río!
14 »Pueblo de Israel,
cuando llegue ese día,
los haré volver a su país.
Entonces reconstruirán sus ciudades
y volverán a habitarlas;
plantarán viñedos y beberán su vino,
sembrarán huertos y comerán sus frutos.
15 Yo mismo los plantaré en su tierra,
y nadie volverá a arrancarlos
de la tierra que les di.
Yo soy su Dios,
y les juro que así lo haré.»
41 Algunos judíos empezaron a hablar mal de Jesús, porque había dicho que él era el pan que bajó del cielo. 42 Decían: «¿No es este Jesús, el hijo de José? ¡Nosotros conocemos a sus padres! ¿Cómo se atreve a decir que bajó del cielo?»
43 Jesús les respondió:
«Dejen ya de murmurar. 44 Dios mi Padre me envió. Y si mi Padre no lo quiere, nadie puede ser mi seguidor. Y cuando llegue el fin, yo haré que mis seguidores vuelvan a vivir, para que estén con Dios para siempre. 45 En uno de los libros de los profetas se dice: “Dios enseñará a todos.” Por eso, todos los que escuchan a mi Padre, y aprenden de él, se convierten en mis seguidores.
46 »Como les he dicho, Dios mi Padre me envió, y yo y nadie más ha visto al Padre. 47 Les aseguro que el que cree en mí tendrá vida eterna.
48 »Yo puedo dar vida, pues soy el pan que da vida. 49 Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto, pero todos murieron. 50-51 El que cree en mí es como si comiera pan del cielo, y nunca estará separado de Dios. Yo he bajado del cielo, y puedo hacer que todos tengan vida eterna. Yo moriré para dar esa vida a los que creen en mí. Por eso les digo que mi cuerpo es ese pan que da vida; el que lo coma tendrá vida eterna.»
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