Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
15 Voz[b] de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos(C);
la diestra del Señor hace proezas(D).
16 La diestra del Señor es exaltada(E);
la diestra del Señor hace proezas.
17 No moriré, sino que viviré(F),
y contaré las obras del Señor[c](G).
18 El Señor[d] me ha reprendido[e] severamente(H),
pero no me ha entregado a la muerte(I).
17 Pero Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber ceneo. 18 Y Jael salió al encuentro de Sísara, y le dijo: Ven[a], señor mío, ven[b] a mí; no temas. Y él fue[c] hacia ella a la tienda, y ella lo cubrió con una manta. 19 Y él le dijo: Te ruego que me des de beber un poco de agua, porque tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber(A); entonces lo cubrió. 20 Entonces él le dijo: Ponte a la entrada de la tienda, y si alguien viene, y te pregunta, y te dice: «¿Hay alguien aquí?», tú responderás: «No». 21 Pero Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda y tomando[d] en la mano un martillo, se le acercó silenciosamente y le clavó la estaca en las sienes(B), la cual penetró en la tierra, pues él estaba profundamente dormido y agotado, y murió. 22 Y he aquí, cuando Barac perseguía a Sísara, Jael salió a su encuentro, y le dijo: Ven, y te mostraré al hombre que buscas. Y él entró con[e] ella, y he aquí que Sísara yacía muerto con la estaca en la sien.
23 Así sometió Dios en aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel(C).
24 Bendita entre las mujeres es Jael,
mujer de Heber ceneo;
bendita sea entre las mujeres de la tienda.
25 El pidió agua, y ella le dio leche;
en taza de nobles le trajo cuajada[a].
26 Extendió ella la mano hacia la estaca de la tienda,
y su diestra hacia el martillo de trabajadores.
Entonces golpeó a Sísara, desbarató su cabeza;
destruyó y perforó sus sienes(A).
27 A[b] sus pies él se encorvó, cayó, quedó tendido;
a[c] sus pies se encorvó y cayó;
donde se encorvó, allí quedó muerto[d].
28 Miraba por la ventana y se lamentaba
la madre de Sísara, por las celosías[e]:
«¿Por qué se tarda en venir su carro?
¿Por qué se retrasa el trotar[f] de sus carros?».
29 Sus sabias princesas le respondían,
aun a sí misma ella repite sus palabras:
30 «¿Acaso no han hallado el botín(B) y se lo están repartiendo?
¿Una doncella, dos doncellas para cada guerrero;
para Sísara un botín de tela de colores,
un botín de tela de colores bordada,
tela de colores de doble bordadura en el cuello del victorioso[g]?».
31 Así perezcan todos tus enemigos, oh Señor(C);
mas sean los que te aman como la salida del sol en su fuerza(D).
Y el país tuvo descanso por cuarenta años.
La mujer, el dragón y el niño
12 Y una gran señal(A) apareció en el cielo(B): una mujer(C) vestida del sol(D), con[a] la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; 2 estaba encinta, y gritaba*(E), estando de parto y con dolores de alumbramiento. 3 Entonces apareció otra señal en el cielo(F): he aquí, un gran dragón rojo(G) que tenía siete cabezas(H) y diez cuernos(I), y sobre sus cabezas había siete diademas[b](J). 4 Su cola arrastró* la tercera parte de las estrellas del cielo(K) y las arrojó sobre la tierra(L). Y el dragón(M) se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo(N) cuando ella diera a luz. 5 Y ella dio a luz un hijo varón, que ha de regir[c] a todas las naciones[d] con vara de hierro(O); y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono(P). 6 Y la mujer huyó al desierto, donde tenía* un lugar preparado por Dios, para ser sustentada[e] allí, por mil doscientos sesenta días(Q).
7 Entonces hubo guerra en el cielo: Miguel(R) y sus ángeles combatieron contra el dragón(S). Y el dragón y sus ángeles lucharon(T), 8 pero no pudieron vencer[f], ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue arrojado el gran dragón(U), la serpiente antigua(V) que se llama el diablo y Satanás(W), el cual engaña al mundo entero[g](X); fue arrojado a la tierra(Y) y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Y oí una gran voz en el cielo(Z), que decía:
Ahora ha venido la salvación(AA), el poder y el reino de nuestro Dios(AB) y la autoridad de su Cristo[h], porque el acusador(AC) de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado. 11 Ellos lo vencieron(AD) por medio de la sangre del Cordero(AE) y por la palabra del testimonio de ellos(AF), y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte(AG). 12 Por lo cual regocijaos, cielos(AH) y los que moráis en ellos(AI). ¡Ay de la tierra y del mar(AJ)!, porque el diablo ha descendido a vosotros(AK) con[i] gran furor, sabiendo que tiene poco tiempo(AL).
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