Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Futura gloria de Jerusalén
60 Levántate(A), resplandece, porque ha llegado tu luz(B)
Y la gloria del Señor(C) ha amanecido sobre ti.
2 Porque tinieblas cubrirán la tierra(D)
Y densa oscuridad los pueblos.
Pero sobre ti amanecerá el Señor,
Y sobre ti aparecerá Su gloria(E).
3 Y acudirán las naciones a tu luz,
Y los reyes al resplandor de tu amanecer(F).
4 ¶Levanta tus ojos en derredor y mira(G):
Todos se reúnen, vienen a ti.
Tus hijos vendrán de lejos,
Y tus hijas serán llevadas en brazos[a](H).
5 Entonces lo verás y resplandecerás(I),
Y se estremecerá y se regocijará[b] tu corazón,
Porque vendrá sobre ti la abundancia del mar(J),
Las riquezas de las naciones vendrán a ti(K).
6 Una multitud de camellos te cubrirá,
Camellos jóvenes de Madián y de Efa(L).
Todos los de Sabá vendrán(M),
Traerán oro e incienso(N),
Y traerán buenas nuevas de las alabanzas del Señor(O).
Salmo 72
Reinado del rey justo
Salmo a Salomón.
72 Oh Dios, da Tus juicios al rey(A),
Y Tu justicia al hijo del rey(B).
2 Juzgue él a Tu pueblo con justicia(C),
Y a Tus afligidos con equidad(D).
3 Traigan paz los montes al pueblo,
Y justicia(E) los collados.
4 Haga el rey justicia a los afligidos del pueblo,
Salve a los hijos de los pobres,
Y aplaste al opresor(F).
5 ¶Que te teman mientras duren el sol y la luna(G),
Por todas las generaciones.
6 Descienda el rey como la lluvia sobre la hierba cortada(H),
Como aguaceros que riegan la tierra(I).
7 Florezca la justicia en sus días(J),
Y abundancia de paz(K) hasta que no haya luna.
10 Los reyes de Tarsis(A) y de las islas(B) traigan presentes;
Los reyes de Sabá(C) y de Seba(D) ofrezcan tributo(E);
11 Y póstrense ante él todos los reyes de la tierra(F);
Sírvanle todas las naciones(G).
12 ¶Porque él librará al necesitado cuando clame,
También al afligido y al que no tiene quien lo auxilie(H).
13 Tendrá compasión del pobre y del necesitado(I),
Y la vida de los necesitados salvará.
14 Rescatará su vida(J) de la opresión y de la violencia,
Y su sangre será preciosa ante sus ojos(K).
El ministerio de Pablo a los gentiles
3 Por esta causa yo, Pablo, prisionero(A) de Cristo Jesús(B) por amor de ustedes(C) los gentiles(D) 2 si en verdad han oído de la dispensación[a] de la gracia de Dios que me fue dada para ustedes(E); 3 que por revelación(F) me fue dado a conocer(G) el misterio(H), tal como antes les escribí brevemente(I).
4 En vista de lo cual, leyendo[b], podrán[c] entender mi comprensión(J) del[d] misterio de Cristo(K), 5 que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado a Sus santos apóstoles y profetas(L) por[e] el Espíritu; 6 a saber, que los gentiles son coherederos(M) y miembros del mismo cuerpo(N), participando igualmente[f](O) de la promesa en Cristo Jesús(P) mediante el evangelio.
7 Es de este evangelio que fui hecho ministro(Q), conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido(R) según la eficacia de Su poder(S). 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos(T), se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles(U) las inescrutables riquezas de Cristo(V), 9 y sacar a la luz cuál es la dispensación[g] del misterio(W) que por los siglos ha estado oculto en Dios(X), creador de todas las cosas(Y).
10 De este modo, la infinita sabiduría de Dios(Z) puede ser dada a conocer(AA) ahora por medio de la iglesia a los principados y potestades(AB) en los lugares celestiales(AC), 11 conforme al propósito eterno[h](AD) que llevó a cabo[i] en Cristo Jesús nuestro Señor(AE), 12 en quien tenemos libertad y acceso(AF) a Dios con confianza(AG) por medio de la fe en Él[j].
Visita de los sabios
2 Después de nacer Jesús(A) en Belén de Judea, en tiempos[a] del rey Herodes(B), unos sabios[b][c] del oriente llegaron a Jerusalén, preguntando: 2 «¿Dónde está el Rey de los judíos(C) que ha nacido? Porque vimos Su estrella en el oriente(D) y lo hemos venido a adorar». 3 Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. 4 Entonces, el rey reunió a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, y averiguó de ellos dónde había de nacer el Cristo. 5 Y ellos le dijeron: «En Belén de Judea(E), porque así está escrito por el[d] profeta:
6 “Y tú, Belén(F), tierra de Judá,
De ningún modo eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un Gobernante
Que pastoreará(G) a Mi pueblo Israel”».
7 Entonces Herodes llamó a los sabios en secreto y de ellos determinó el tiempo exacto en que había aparecido la estrella(H). 8 Y enviándolos a Belén, dijo: «Vayan y busquen con diligencia al Niño; y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore».
9 Después de oír al rey, los sabios se fueron; y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño. 10 Cuando vieron la estrella, se regocijaron mucho con gran alegría. 11 Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María(I), y postrándose lo adoraron(J); y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra. 12 Y habiendo sido advertidos por Dios en sueños(K) que no volvieran a Herodes, se fueron para su tierra por otro camino.
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