Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Bienaventuranza del que teme a Dios
Cántico de ascenso gradual[a].
128 Bienaventurado todo aquel que teme al Señor(A),
que anda en sus caminos(B).
2 Cuando comas(C) del trabajo de tus manos[b](D),
dichoso serás y te irá bien(E).
3 Tu mujer será como fecunda vid(F)
en el interior[c] de tu casa;
tus hijos como plantas de olivo(G)
alrededor de tu mesa.
4 He aquí que así será bendecido el hombre
que teme al Señor.
Vanidad de las palabras
5 [a]Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios(A), y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios(B), porque estos no saben que hacen el mal.
2 [b]No te des prisa en hablar[c](C),
ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios.
Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra;
por tanto sean pocas tus palabras(D).
3 Porque los sueños vienen[d] de la mucha tarea,
y la voz del necio de las muchas palabras(E).
4 Cuando haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque Él no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo(F). 5 Es mejor que no hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas(G). 6 No permitas que tu boca te haga pecar[e], y no digas delante del mensajero de Dios que fue un error(H). ¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos? 7 Porque en los muchos sueños y en las muchas palabras hay vanidades; tú, sin embargo, teme[f] a Dios(I).
Vanidad de las riquezas
8 Si ves la opresión(J) del pobre y la negación del derecho y de la justicia(K) en la provincia, no te sorprendas(L) del hecho, porque un oficial[g] vigila sobre otro oficial[h], y hay oficiales superiores sobre ellos. 9 Con todo, es de beneficio para el país, que el rey mantenga cultivado el campo.
10 Él que ama el dinero no se saciará de dinero,
y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias.
También esto es vanidad(M).
11 Cuando aumentan los bienes(N),
aumentan también los que los consumen.
Así, pues, ¿cuál es la ventaja para sus dueños, sino verlos con sus ojos?
12 Dulce es el sueño(O) del trabajador,
coma mucho o coma poco;
pero la hartura del rico no le permite dormir.
13 Hay un grave mal que he visto bajo el sol:
las riquezas(P) guardadas por su dueño para su mal;
14 cuando esas riquezas se pierden por un mal negocio[i],
y él engendra un hijo,
no queda nada para mantenerlo[j].
15 Como salió del vientre de su madre, desnudo,
así volverá, yéndose tal como vino(Q);
nada saca del fruto de su trabajo
que pueda llevarse en la mano(R).
16 Y también esto es un grave mal:
que tal como vino, así se irá.
Por tanto, ¿qué provecho(S) tiene el que trabaja para el viento(T)?
17 Además todos los[k] días de su vida come en tinieblas,
con mucha molestia(U), enfermedad y enojo.
18 He aquí lo que yo he visto que es bueno y conveniente[l]: comer, beber y gozarse uno[m] de todo el trabajo en que se afana(V) bajo el sol en los contados días de la vida que Dios le ha dado; porque esta es su recompensa[n](W). 19 Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes(X), lo ha capacitado también para comer de ellos(Y), para recibir su recompensa[o] y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios(Z). 20 Pues él no se acordará mucho de los días de su vida, porque Dios lo[p] mantiene ocupado con alegría en su corazón(AA).
Advertencias a los incrédulos
21 Entonces les dijo de nuevo: Yo me voy, y me buscaréis(A), y moriréis en vuestro pecado(B); adonde yo voy, vosotros no podéis ir. 22 Por eso los judíos(C) decían: ¿Acaso se va a suicidar, puesto que dice: «Adonde yo voy, vosotros no podéis ir(D)»? 23 Y Jesús les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba(E); vosotros sois de este mundo(F), yo no soy de este mundo(G). 24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy[a](H), moriréis en vuestros pecados(I). 25 Entonces le decían: ¿Tú quién eres? Jesús les dijo: ¿Qué os he estado diciendo desde el principio[b]? 26 Tengo mucho que decir y juzgar de vosotros, pero el que me envió es veraz(J); y yo, las cosas que oí de Él, estas digo al mundo(K). 27 No comprendieron que les hablaba del Padre. 28 Por eso Jesús dijo: Cuando levantéis al Hijo del Hombre(L), entonces sabréis que yo soy[c](M) y que no hago nada por mi cuenta(N), sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó. 29 Y El que me envió está conmigo; no me ha dejado[d] solo(O), porque yo siempre hago lo que le agrada(P). 30 Al hablar estas cosas, muchos creyeron en Él(Q).
Los verdaderos hijos de Abraham
31 Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra(R), verdaderamente sois mis discípulos(S); 32 y conoceréis la verdad(T), y la verdad os hará libres(U). 33 Ellos le contestaron: Somos descendientes de Abraham(V) y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: «Seréis libres»? 34 Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado(W); 35 y el esclavo no queda en la casa para siempre(X); el hijo sí permanece para siempre(Y). 36 Así que, si el Hijo os hace libres(Z), seréis realmente libres. 37 Sé que sois descendientes de Abraham(AA); y sin embargo, procuráis matarme(AB) porque mi palabra no tiene cabida en vosotros[e]. 38 Yo hablo lo que he visto con mi Padre[f]; vosotros, entonces, hacéis también lo que oísteis de vuestro padre(AC).
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