Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Dios lo controla todo
SALMO 11 (10)
Himno de David.
11 Dios es mi protector,
¡no me digan que huya a los cerros,
como si fuera un pájaro!
2 Fíjense en los malvados:
se esconden en las sombras,
y esperan a la gente honrada,
para atacarla cuando pase.
3 ¡Si este mundo parece estar
bajo el control de los malvados,
qué puede hacer la gente honrada!
4-5 Pero Dios está en su santo templo;
desde su palacio celestial
vigila a la humanidad entera.
Dios pone a prueba a los justos;
él mismo los examina,
pero odia con toda su alma
a los malvados y a los violentos.
6 Sobre ellos dejará caer
una lluvia de brasas de fuego
y de azufre encendido.
¡Un viento caliente los acabará!
7 Dios es justo de verdad,
y ama la justicia;
¡por eso la gente honrada
habrá de verlo cara a cara!
15-32 Cubrió las paredes de adentro con tablas de madera de cedro talladas con flores, frutos, palmeras y querubines, y luego las recubrió de oro puro. No se veía ninguna piedra. También en las paredes de afuera se tallaron las mismas figuras. El piso lo cubrió con madera de pino y después con oro, tanto el piso de los salones interiores como el de los de afuera.
Salomón preparó el Lugar Santísimo en la parte de atrás del edificio, para colocar allí el cofre del pacto de Dios.
El Lugar Santísimo era una sala que medía nueve metros de alto por nueve de ancho. También le puso tablas de cedro, y luego las recubrió de oro puro. Hizo cadenas de oro para proteger la entrada de este lugar, y puso allí un altar de madera de cedro recubierto de oro. También hizo, con madera de olivo, dos querubines, los recubrió de oro y los puso en el Lugar Santísimo. Cada uno de los querubines era de cuatro metros y medio de altura. Sus alas estaban extendidas. El ala de uno de los querubines tocaba una pared, y el ala del otro, la otra pared. Cada ala medía dos metros y veinticinco centímetros, así que juntas las dos medían cuatro metros y medio.
El Lugar Santísimo tenía dos puertas de entrada hechas de madera de olivo y talladas con figuras de querubines, palmeras y flores. Recubrieron todas estas figuras con oro. La parte superior de las puertas formaba un triángulo. El Lugar Santo estaba frente al Lugar Santísimo, y medía dieciocho metros de largo.
33 Para la entrada del templo, Salomón construyó un marco con postes de madera de olivo, 34 y le puso dos puertas de madera de pino. 35 Las puertas estaban decoradas con figuras de querubines, palmeras y flores; todas ellas recubiertas de oro.
36 Salomón construyó las paredes del patio interior con tres hileras de piedras labradas y arriba les puso vigas de cedro.
37 El templo se comenzó a construir en el mes de Ziv, durante el cuarto año del reinado de Salomón. 38 Se terminó de construir en el año once, en el mes de Bul.[a] Así la construcción del templo duró siete años.
16 »Ustedes no fueron los que me eligieron a mí, sino que fui yo quien los eligió a ustedes. Les he mandado que vayan y sean como las ramas que siempre dan mucho fruto. Así, mi Padre les dará lo que ustedes le pidan en mi nombre. 17 Esto les ordeno: Que se amen unos a otros.
El odio de la gente
18 »Los que se interesan sólo por las cosas de este mundo[a] los odian a ustedes, pero recuerden que primero me odiaron a mí. 19 Ellos los amarían a ustedes, si ustedes fueran como ellos. Pero ustedes ya no son así, porque yo los elegí para que no sean como ellos. Por eso ellos los odian a ustedes.
20 »¿Recuerdan que les dije que ningún sirviente es más importante que su jefe? Por eso, si la gente que sólo ama a este mundo me ha maltratado a mí, también los maltratará a ustedes. Pero si esa gente hace caso de lo que yo digo, también hará caso de lo que digan ustedes. 21 Todo esto les va a pasar por ser mis discípulos, y porque los de este mundo no conocen a Dios, que fue quien me envió.
22-24 »Esa gente no sería culpable por sus pecados si yo no hubiera venido a hablarles, y si delante de ellos no hubiera hecho yo cosas que nadie jamás ha hecho. Pero aun así me odian a mí, y también a mi Padre. Porque el que me odia, también odia a mi Padre. 25 Pero todo esto debe suceder para que se cumpla lo que está escrito en la Biblia: “Me odian sin motivo.”
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