Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Traslado del arca al templo
8 (A)Entonces Salomón reunió a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los principales de las casas paternas[a](B) de los hijos de Israel ante él[b] en Jerusalén, para hacer subir el arca del pacto del Señor de la ciudad de David(C), la cual es Sión(D).
10 (A)Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube llenó la casa del Señor 11 y los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba la casa del Señor.
Oración de dedicación del templo
22 Entonces Salomón se puso delante del altar del Señor en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos[a] al cielo(A). 23 Y dijo: Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú(B) ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y muestras misericordia(C) a tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón, 24 que has cumplido[b] con tu siervo David mi padre lo que le prometiste[c]; ciertamente has hablado con tu boca y lo has cumplido con tu mano como sucede hoy. 25 Ahora pues, oh Señor, Dios de Israel, cumple[d] con tu siervo David mi padre lo que le prometiste[e], diciendo: «No te faltará quien[f] se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino para andar delante de mí como tú has andado(D) delante de mí». 26 Ahora pues, oh Dios de Israel, te ruego que se cumpla tu palabra que hablaste a tu siervo(E), mi padre David.
27 Pero, ¿morará verdaderamente Dios sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado(F). 28 No obstante, atiende a la oración de tu siervo y a su súplica, oh Señor Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que tu siervo hace[g] hoy delante de ti(G); 29 que tus ojos estén abiertos noche y día hacia esta casa, hacia el lugar del cual has dicho: «Mi nombre estará allí(H)», para que oigas la oración que tu siervo haga[h] hacia este lugar(I). 30 Y escucha la súplica de tu siervo(J) y de tu pueblo Israel cuando oren(K) hacia este lugar; escucha tú en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona(L).
41 También en cuanto al extranjero que no es de tu pueblo Israel, cuando venga de una tierra lejana a causa de tu nombre 42 (porque oirán de tu gran nombre, de tu mano poderosa(A) y de tu brazo extendido), y venga a orar a esta casa, 43 escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre(B) para que te teman[a], como te teme tu pueblo Israel, y para que sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado.
Anhelo por la adoración en el templo
Para el director del coro; sobre[a] Gitit. Salmo de los hijos de Coré.
84 ¡Cuán preciosas[b] son tus moradas(A),
oh Señor de los ejércitos!
2 Anhela mi alma(B), y aun desea con ansias los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo(C).
3 Aun el ave[c] ha hallado casa,
y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos:
¡tus altares(D), oh Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío(E)!
4 ¡Cuán bienaventurados son los que moran en tu casa(F)!
Continuamente te alaban(G). (Selah[d])
5 ¡Cuán bienaventurado es el hombre cuyo poder está en ti(H),
en cuyo corazón están los caminos a Sión(I)!
6 Pasando por el valle de Baca[e] lo convierten en manantial[f],
también las lluvias tempranas(J) lo cubren de bendiciones.
7 Van de poder en poder(K),
cada uno de ellos comparece ante Dios en Sión[g](L).
8 ¡Oh Señor, Dios de los ejércitos(M), oye mi oración;
escucha, oh Dios de Jacob(N)! (Selah)
9 Mira, oh Dios, escudo(O) nuestro,
y contempla el rostro de tu ungido(P).
10 Porque mejor es un día en tus atrios(Q) que mil fuera de ellos.
Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios
que morar en las tiendas de impiedad.
11 Porque sol y escudo es el Señor Dios(R);
gracia y gloria da el Señor(S);
nada bueno niega a los que andan en integridad[h](T).
12 Oh Señor de los ejércitos,
¡cuán bienaventurado es el hombre que en ti confía(U)!
La armadura de Dios para el cristiano
10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor(A) y en el poder de su fuerza(B). 11 Revestíos con[a] toda la armadura de Dios(C) para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo(D). 12 Porque nuestra lucha(E) no es contra sangre y carne(F), sino contra principados, contra potestades, contra los poderes[b] de este mundo(G) de tinieblas(H), contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales(I). 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios(J), para que podáis resistir en el día malo(K), y habiéndolo hecho todo, estar firmes(L). 14 Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura[c] con la verdad(M), revestidos(N) con la coraza de la justicia(O), 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz(P); 16 en todo[d], tomando el escudo de la fe(Q) con el que podréis apagar todos los dardos encendidos(R) del maligno(S). 17 Tomad también el yelmo de la salvación(T), y la espada(U) del Espíritu que es la palabra de Dios(V). 18 Con toda oración y súplica(W) orad[e] en todo tiempo(X) en el Espíritu(Y), y así[f], velad[g](Z) con toda perseverancia(AA) y súplica por todos los santos(AB); 19 y orad por mí(AC), para que me sea dada palabra al abrir mi boca(AD), a fin de dar a conocer sin temor[h](AE) el misterio(AF) del evangelio(AG), 20 por el cual soy embajador(AH) en cadenas[i](AI); que[j] al proclamarlo hable con denuedo(AJ), como debo hablar(AK).
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él(A). 57 Como el Padre que vive(B) me envió(C), y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo(D); no como el que vuestros[a] padres comieron, y murieron(E); el que come este pan vivirá para siempre(F). 59 Esto dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba(G) en Capernaúm(H).
Reacción de los discípulos
60 Por eso muchos de sus discípulos(I), cuando oyeron esto, dijeron: Dura es esta declaración(J); ¿quién puede escucharla? 61 Pero Jesús, sabiendo(K) en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza[b](L)? 62 ¿Pues qué si vierais al Hijo del Hombre(M) ascender adonde antes estaba(N)? 63 El Espíritu es el que da vida(O); la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida(P). 64 Pero hay algunos de vosotros que no creéis(Q). Porque Jesús sabía(R) desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que le iba a traicionar[c](S). 65 Y decía: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo ha concedido(T) el Padre(U).
66 Como resultado de esto muchos de sus discípulos(V) se apartaron(W) y ya no andaban con Él. 67 Entonces Jesús dijo a los doce(X): ¿Acaso queréis vosotros iros también? 68 Simón Pedro(Y) le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna(Z). 69 Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios(AA).
Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation