Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Clamor de un pecador
Cántico de ascenso gradual[a].
130 Desde lo más profundo, oh Señor(A), he clamado a ti.
2 ¡Señor, oye mi voz(B)!
Estén atentos tus oídos(C)
a la voz de mis súplicas(D).
3 Señor[b], si tú tuvieras en cuenta[c] las iniquidades,
¿quién, oh Señor, podría permanecer[d](E)?
4 Pero en ti[e] hay perdón(F),
para que seas temido[f](G).
5 Espero en el Señor; en Él espera mi alma(H),
y en[g] su palabra tengo mi esperanza(I).
6 Mi alma espera al Señor
más que los centinelas a la mañana;
sí, más que los centinelas a la mañana(J).
7 Oh Israel, espera en el Señor(K),
porque en[h] el Señor hay misericordia(L),
y en[i] Él hay abundante redención(M);
8 Él redimirá a Israel
de todas sus iniquidades(N).
25 En todo Israel no había nadie tan bien parecido ni tan celebrado como Absalón; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había defecto en él(A). 26 Cuando se cortaba el cabello(B) (y era al final de cada año que se lo cortaba, pues le pesaba mucho y por eso se lo cortaba), el cabello pesaba doscientos siclos[a] según el peso real. 27 Y a Absalón le nacieron tres hijos(C) y una hija que se llamaba Tamar; era ella una mujer de hermosa apariencia(D).
28 Absalón residió dos años completos en Jerusalén sin ver el rostro del rey(E). 29 Entonces Absalón mandó a buscar a Joab para enviarlo al rey, pero él no quiso venir. Y por segunda vez envió por él, pero no quiso venir. 30 Dijo, pues, a sus siervos: Mirad, el campo[b] de Joab está junto al mío(F), y allí tiene cebada; id y prendedle fuego. Y los siervos de Absalón prendieron fuego al campo[c]. 31 Entonces Joab se levantó, vino a la casa de Absalón y le dijo: ¿Por qué tus siervos han prendido fuego a mi campo[d]? 32 Y Absalón respondió a Joab: He aquí, envié por ti, diciendo: «Ven acá, para enviarte al rey a decirle: “¿Para qué vine de Gesur? Mejor me hubiera sido estar aún allá”». Ahora pues, vea yo el rostro del rey; y si hay iniquidad en mí, que me dé muerte(G). 33 Cuando Joab vino al rey y se lo hizo saber, este llamó a Absalón, y este vino ante el rey y se postró sobre su rostro en tierra delante del rey. Y el rey besó a Absalón(H).
6 Hermanos (A), aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales(B), restauradlo(C) en un espíritu de mansedumbre(D), mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2 Llevad los unos las cargas de los otros(E), y cumplid así la ley de Cristo(F). 3 Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo(G). 4 Pero que cada uno examine su propia obra(H), y entonces tendrá motivo para gloriarse(I) solamente con respecto a sí mismo, y no con respecto a otro. 5 Porque cada uno llevará su propia carga(J).
6 Y al que se le enseña la palabra, que comparta toda cosa buena con el que le enseña(K). 7 No os dejéis engañar(L), de Dios nadie se burla[a](M); pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará(N). 8 Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción(O), pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna(P). 9 Y no nos cansemos[b] de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos(Q). 10 Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad(R), y especialmente a los de la familia[c](S) de la fe(T).
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