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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 89:20-37

19-20 Una vez hablaste con nosotros,
que somos tu pueblo fiel,
y nos dijiste:

«En mi pueblo hay un valiente;
es el mejor de todos los jóvenes.
Es David, mi servidor.
Yo le he brindado mi ayuda
y le he dado el más alto honor:
¡lo he declarado rey de Israel!
21 Con mi brazo poderoso
lo sostendré y le daré fuerzas.
22 Sus enemigos no podrán vencerlo,
ni lo dominarán los malvados.
23 Yo destruiré a sus enemigos,
y acabaré con quienes lo odian;
¡los borraré de su vista!
24 Mi amor por él
siempre será el mismo,
y yo aumentaré su poder.
25 Su dominio se extenderá
del mar Mediterráneo a la Mesopotamia.
26 Él me dirá:
“Tú eres mi Padre y me proteges;
eres mi Dios y salvador”.
27 Yo le concederé los derechos
que merece todo hijo mayor:
lo pondré por encima
de todos los reyes del mundo.
28 Mi amor por él nunca cambiará,
ni faltaré a la promesa que le hice.
29 Mientras el cielo exista,
siempre lo mantendré en el trono;
lo mismo haré con sus descendientes
que reinarán en su lugar.
30 Pero si ellos no cumplen
con mis leyes y enseñanzas,
31 sino que se burlan de ellas,
32 castigaré su maldad
y les daré su merecido.

33 »Sin embargo, mi amor por David
siempre será el mismo.
34 Jamás faltaré a mi pacto;
siempre le cumpliré mis promesas.

35 »A David le hice una promesa,
y juro por mí mismo que la cumpliré.
36-37 Siempre reinará en su lugar
uno de sus descendientes.
Mientras el sol y la luna existan,
su reinado permanecerá».

1 Crónicas 14:1-2

Hiram envía sus representantes a David (2 S 5.11-12)

14 1-2 Cada día David tenía más y más poder, pues el Dios todopoderoso lo ayudaba. David sabía que Dios le había dado ese poder, y que lo había hecho rey de Israel por amor a su pueblo.

Hiram, el rey de Tiro, envió gente que sabía construir con madera y piedra. Con ellos envió madera para que le hicieran a David un palacio en Jerusalén.

Hechos 17:16-31

Pablo en Atenas

16 Mientras Pablo esperaba a Silas y a Timoteo en Atenas, le dio mucha tristeza ver que la ciudad estaba llena de ídolos. 17 En la sinagoga hablaba con los judíos y con los no judíos que amaban a Dios. También iba todos los días al mercado y hablaba con los que encontraba allí. 18 Algunos eran filósofos, de los que pensaban que lo más importante en la vida es ser feliz.[a] Otros eran filósofos que enseñaban que la gente tiene que controlarse a sí misma para no hacer lo malo.[b] Algunos de ellos preguntaban: «¿De qué habla este charlatán?» Otros decían: «Parece que habla de dioses de otros países, pues habla de Jesús y de la diosa Resurrección.»

19-21 En Atenas, la Junta que gobernaba la ciudad se reunía en un lugar llamado Areópago. A la gente y a los extranjeros que vivían allí, les gustaba mucho escuchar y hablar de cosas nuevas, así que llevaron a Pablo ante los gobernantes de la ciudad, y éstos le dijeron: «Lo que tú enseñas es nuevo y extraño para nosotros. ¿Podrías explicarnos un poco mejor de qué se trata?»

22 Pablo se puso de pie ante los de la Junta, y les dijo:

«Habitantes de Atenas: He notado que ustedes son muy religiosos. 23 Mientras caminaba por la ciudad, vi que ustedes adoran a muchos dioses, y hasta encontré un altar dedicado “al Dios desconocido”. Pues ese Dios, que ustedes honran sin conocerlo, es el Dios del que yo les hablo. 24 Es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él; es el dueño del cielo y de la tierra, y no vive en templos hechos por seres humanos. 25 Tampoco necesita la ayuda de nadie. Al contrario, él es quien da la vida, el aire y todo lo que la gente necesita. 26 A partir de una sola persona, hizo a toda la gente del mundo, y a cada nación le dijo cuándo y dónde debía vivir.

27 »Dios hizo esto para que todos lo busquen y puedan encontrarlo. Aunque lo cierto es que no está lejos de nosotros. 28 Él nos da poder para vivir y movernos, y para ser lo que somos. Así lo dice uno de los poetas de este país: “Realmente somos hijos de Dios.”

29 »Así que, si somos hijos de Dios, no es posible que él sea como una de esas estatuas de oro, de plata o de piedra. No hay quien pueda imaginarse cómo es Dios, y hacer una estatua o pintura de él. 30 Durante mucho tiempo Dios perdonó a los que hacían todo eso, porque no sabían lo que hacían; pero ahora Dios ordena que todos los que habitan este mundo se arrepientan, y que lo obedezcan sólo a él. 31 Porque Dios ha decidido ya el día en que juzgará a todo el mundo, y será justo con todos. Dios eligió a Jesús para que sea el juez de todos, y ha demostrado que esto es cierto al hacer que Jesús resucitara.»