Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Omnipresencia y omnisciencia del Señor
Para el director del coro. Salmo de David.
139 Oh Señor, tú me has escudriñado y conocido(A).
2 Tú conoces mi sentarme y mi levantarme(B);
desde lejos comprendes mis pensamientos(C).
3 Tú escudriñas mi senda y mi descanso[a],
y conoces bien todos mis caminos(D).
4 Aun antes de que haya[b] palabra en mi boca[c],
he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda(E).
5 Por detrás y por delante me has cercado(F),
y tu mano[d] pusiste sobre mí(G).
6 Tal conocimiento(H) es demasiado maravilloso para mí(I);
es muy elevado, no lo puedo alcanzar.
13 Porque tú formaste mis entrañas[a](A);
me hiciste[b](B) en el seno de mi madre.
14 Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho[c];
maravillosas son tus obras(C),
y mi alma lo sabe muy bien.
15 No estaba oculto de ti mi cuerpo[d](D),
cuando en secreto fui formado,
y entretejido en las profundidades de la tierra(E).
16 Tus ojos vieron mi embrión(F),
y en tu libro(G) se escribieron todos
los días que me fueron dados(H),
cuando no existía ni uno solo de ellos.
Oración de Ana
1 Había un hombre de Ramataim de Zofim(A), de la región montañosa de Efraín(B), que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham(C), hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo. 2 Y tenía dos mujeres(D): el nombre de una era Ana(E) y el[a] de la otra Penina; y Penina tenía hijos, pero Ana no los tenía[b]. 3 Este hombre subía todos los años(F) de su ciudad para adorar y ofrecer sacrificio al Señor de los ejércitos(G) en Silo(H). Y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, eran sacerdotes del Señor allí. 4 Cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba porciones a Penina su mujer y a todos sus hijos e hijas(I); 5 pero a Ana le daba una doble porción, pues él amaba a Ana, aunque el Señor no le había dado hijos[c](J). 6 Y su rival la provocaba amargamente para irritarla, porque el Señor no le había dado hijos[d](K). 7 Esto sucedía año tras año; siempre que ella subía a la casa del Señor, la otra[e] la provocaba. Y Ana lloraba y no comía. 8 Entonces Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos(L)?
9 Pero Ana se levantó después de haber comido y bebido en Silo, y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en la silla junto al poste de la puerta del templo del Señor(M), 10 ella, muy angustiada[f], oraba al Señor y lloraba amargamente. 11 E hizo voto(N) y dijo: Oh Señor de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva(O), te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo[g] a tu sierva, yo lo dedicaré al Señor por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza(P).
12 Y[h] mientras ella continuaba en[i] oración delante del Señor, Elí le estaba observando la boca. 13 Pero Ana hablaba en su corazón(Q), solo sus labios se movían y su voz no se oía. Elí, pues, pensó que estaba ebria. 14 Entonces Elí le dijo: ¿Hasta cuándo estarás embriagada(R)? Echa de ti tu vino. 15 Pero Ana respondió y dijo: No, señor mío, soy una mujer angustiada[j] en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante del Señor(S). 16 No tengas[k] a tu sierva por mujer indigna[l]; porque hasta ahora he orado[m] a causa de mi gran congoja y aflicción[n]. 17 Respondió Elí y dijo: Ve en paz(T); y que el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho[o](U). 18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia ante tus ojos(V). Y la mujer se puso en camino, comió y ya no estaba triste su semblante(W).
Pablo ante Festo
25 Festo, entonces, tres días después de haber llegado a la provincia(A), subió a Jerusalén desde Cesarea(B). 2 Y los principales sacerdotes y los judíos más influyentes le presentaron acusaciones contra Pablo(C), e instaban a Festo[a], 3 pidiéndole, contra Pablo[b], el favor[c] de que lo hiciera traer a Jerusalén[d] (preparando ellos, al mismo tiempo, una emboscada para matarlo(D) en el camino). 4 Pero Festo respondió(E) que Pablo estaba bajo custodia(F) en Cesarea(G), y que en breve él mismo partiría para allá. 5 Por tanto, dijo*, que los más influyentes de vosotros vayan allá[e] conmigo, y si hay algo malo en el hombre, que lo acusen.
Pablo apela al César
6 Después de haberse quedado no más de ocho o diez días entre ellos, descendió a Cesarea(H), y al día siguiente se sentó en el tribunal(I) y ordenó que trajeran a Pablo. 7 Cuando este llegó, lo rodearon los judíos que habían descendido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones(J) que no podían probar(K), 8 mientras Pablo decía en defensa propia: No he cometido ningún delito, ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo(L), ni contra el César. 9 Pero Festo, queriendo hacer un favor a los judíos(M), respondió a Pablo, y dijo: ¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén y a ser juzgado delante de mí por estas acusaciones(N)? 10 Entonces Pablo respondió: Ante el tribunal(O) del César estoy, que es donde debo ser juzgado. Ningún agravio he hecho a los judíos, como también tú muy bien sabes. 11 Si soy, pues, un malhechor y he hecho algo digno de muerte, no rehúso morir; pero si ninguna de esas cosas de que estos me acusan es verdad, nadie puede entregarme a ellos. Apelo al César(P). 12 Entonces Festo, habiendo deliberado con el consejo[f], respondió: Al César has apelado, al César irás.
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