Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo de David.
23 El Señor es mi pastor, nada me falta;
2 en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;
3 me infunde nuevas fuerzas.
Me guía por sendas de justicia
haciendo honor a su nombre.
4 Aun si voy
por valles tenebrosos,
no temeré ningún mal
porque tú estás a mi lado;
tu vara y tu bastón me reconfortan.
5 Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos.
Has ungido con aceite mi cabeza;
has llenado mi copa a rebosar.
6 Seguro estoy de que la bondad y el amor
me seguirán todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre.
28 Jacob envió adelante a Judá a ver a José, para que le indicara el camino a Gosén. Cuando llegaron a esa región, 29 José hizo que prepararan su carruaje y salió a Gosén para recibir a su padre Israel. Cuando se encontraron, José se fundió con su padre en un abrazo y durante un largo rato lloró sobre su hombro.
30 Entonces Israel dijo a José:
—¡Ya me puedo morir! ¡Te he visto y aún estás con vida!
31 José dijo a sus hermanos y a la familia de su padre:
—Voy a informarle al faraón que mis hermanos y la familia de mi padre, quienes vivían en Canaán, han venido a quedarse conmigo. 32 Le diré que ustedes son pastores que cuidan ganado y que han traído sus ovejas y sus vacas, y todo cuanto tenían. 33 Por eso, cuando el faraón los llame y pregunte a qué se dedican, 34 díganle que siempre se han ocupado de cuidar ganado, al igual que sus antepasados. Así podrán establecerse en la región de Gosén, pues los egipcios detestan el oficio de pastor.
47 José fue a informar al faraón:
—Mi padre y mis hermanos han venido desde Canaán con sus ovejas y sus vacas y todas sus pertenencias. Ya se encuentran en la región de Gosén.
2 Además, José había elegido a cinco de sus hermanos para presentárselos al faraón. 3 Y este les preguntó:
—¿En qué trabajan ustedes?
—Nosotros, sus siervos, somos pastores, al igual que nuestros antepasados —respondieron ellos—. 4 Hemos venido a vivir en este país porque en Canaán ya no hay pastos para nuestros rebaños. ¡Es terrible el hambre que acosa a ese país! Por eso le rogamos a usted que nos permita vivir en la región de Gosén.
5 Entonces el faraón dijo a José:
—Tu padre y tus hermanos han venido a estar contigo. 6 La tierra de Egipto está a tu disposición. Haz que se asienten en lo mejor de la tierra; que residan en la región de Gosén. Y si sabes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos a cargo de mi propio ganado.
Pedro y Juan ante el Consejo
4 Mientras Pedro y Juan hablaban a la gente, se presentaron los sacerdotes, el capitán de la guardia del Templo y los saduceos. 2 Estaban muy disgustados porque los apóstoles enseñaban a la gente y proclamaban la resurrección, que se había hecho evidente en el caso de Jesús. 3 Arrestaron a Pedro y a Juan y, como ya anochecía, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente. 4 Pero muchos de los que oyeron el mensaje creyeron y el número de estos, contando solo a los hombres, llegaba a unos cinco mil.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Used by permission. All rights reserved worldwide.