Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Cántico de los peregrinos.
126 Cuando el Señor hizo volver a Sión a los cautivos,
nos parecía estar soñando.
2 Entonces nuestra boca se llenó de risas;
nuestra lengua, de canciones jubilosas.
Hasta los otros pueblos decían:
«El Señor ha hecho grandes cosas por ellos».
3 Sí, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros
y eso nos llena de alegría.
4 Ahora, Señor, haz volver a nuestros cautivos
como haces volver los canales de los ríos en el Néguev.
5 Los que con lágrimas siembran,
con regocijo cosechan.
6 El que llorando esparce la semilla,
cantando recoge sus gavillas.
13 Saliste a liberar a tu pueblo,
saliste a salvar a tu ungido.
Aplastaste al rey de la perversa dinastía,
¡lo desnudaste de pies a cabeza! Selah
14 Con su propia lanza atravesaste la cabeza de sus guerreros
que enfurecidos querían dispersarnos,
que con placer arrogante se lanzaron
como quien devora en secreto a un pobre.[a]
15 Pisoteaste el mar con tus corceles
que agitaban las inmensas aguas.
16 Al oírlo, se estremecieron mis entrañas;
a su voz, me temblaron los labios;
la debilidad entró en los huesos
y se me aflojaron las piernas.
Pero yo espero con paciencia el día en que la calamidad
vendrá sobre la nación que nos invade.
17 Aunque la higuera no florezca
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el redil no haya ovejas
ni vaca alguna en los establos;
18 aun así, yo me regocijaré en el Señor.
¡Me alegraré en el Dios de mi salvación!
19 El Señor y Dios es mi fuerza;
da a mis pies la ligereza de una gacela
y me hace caminar por las alturas.
Al director musical. Sobre instrumentos de cuerda.
Parábola de los dos hijos
28 »¿Qué les parece? —continuó Jesús—. Había un hombre que tenía dos hijos. Se dirigió al primero y dijo: “Hijo, ve a trabajar hoy en el viñedo”. 29 “No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue. 30 Luego, el padre se dirigió al otro hijo y le pidió lo mismo. Este contestó: “Sí, señor”; pero no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?».
—El primero —contestaron ellos.
Jesús dijo:
—Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes en el reino de Dios. 32 Porque Juan vino a señalarles el camino de la justicia y no le creyeron, pero los recaudadores de impuestos y las prostitutas sí creyeron en él. Incluso después de ver esto, ustedes no se arrepintieron para creerle.
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