Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo de David.
28 A ti clamo, Señor, Roca mía;
no te desentiendas de mí,
porque si guardas silencio,
seré como los que bajan a la fosa.
2 Oye mi voz suplicante
cuando a ti acudo en busca de ayuda,
cuando tiendo los brazos hacia tu Lugar Santísimo.
3 No me arrastres con los malvados,
con los que hacen iniquidad,
con los que hablan de paz con su prójimo,
pero en sus corazones[a] planean maldad.
4 Págales conforme a sus obras,
conforme a sus malas acciones.
Págales conforme a las obras de sus manos;
¡dales su merecido!
5 Ya que no toman en cuenta las obras del Señor
y lo que él ha hecho con sus manos,
él los derribará
y nunca más volverá a levantarlos.
6 Bendito sea el Señor,
que ha oído mi voz suplicante.
7 El Señor es mi fuerza y mi escudo;
mi corazón en él confía;
de él recibo ayuda.
Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias.
8 El Señor es la fortaleza de su pueblo
y un baluarte de salvación para su ungido.
9 Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad
y, cual pastor, guíalos por siempre.
Moisés pide un líder para Israel
15 Moisés respondió al Señor:
16 —Dígnate, Señor, Dios de todos los seres vivientes,[a] a nombrar un jefe sobre esta comunidad, 17 uno que vaya delante de ellos, y que los guíe en sus entradas y salidas. Así el pueblo del Señor no se quedará como rebaño sin pastor.
18 El Señor dijo a Moisés:
—Toma a Josué, hijo de Nun, en quien mora el Espíritu,[b] pon tus manos sobre él 19 y haz que se presente ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad. En presencia de ellos le entregarás el mando. 20 Delega en él parte de tu autoridad para que toda la comunidad israelita le obedezca. 21 Se presentará ante el sacerdote Eleazar, quien mediante el urim consultará al Señor. Cuando Josué ordene salir, la comunidad entera saldrá con él y, cuando le ordene volver, volverá.
22 Moisés hizo lo que el Señor ordenó. Tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar y de toda la comunidad. 23 Luego le impuso las manos y le entregó el cargo, tal como el Señor lo había mandado.
8 No dejes de recordar a Jesucristo, descendiente de David, levantado de entre los muertos. Este es mi evangelio, 9 por el que sufro al extremo de llevar cadenas como un criminal. Pero la palabra de Dios no está encadenada. 10 Así que todo lo soporto por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que tenemos en Cristo Jesús.
11 Este mensaje es digno de crédito:
Si morimos con él,
también viviremos con él;
12 si resistimos,
también reinaremos con él.
Si lo negamos,
también él nos negará;
13 si somos infieles,
él sigue siendo fiel,
ya que no puede negarse a sí mismo.
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