Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
El Señor es tu protector
Cántico gradual.
121 Elevo mis ojos a los montes;
¿de dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene del Señor,
creador del cielo y de la tierra.
3 El Señor no dejará que resbales;
el que te cuida jamás duerme.
4 Toma en cuenta que nunca duerme
el protector de Israel.
5 El Señor es tu protector;
el Señor es como tu sombra:
¡siempre está a tu mano derecha!
6 Ni el sol te fatigará de día,
ni la luna te agobiará en la noche.
7 El Señor te librará de todo mal;
el Señor protegerá tu vida.
8 El Señor te estará vigilando
cuando salgas y cuando regreses,
desde ahora y hasta siempre.
18 ¿Qué otro Dios hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su pueblo? Tú no guardas el enojo todo el tiempo, porque te deleitas en la misericordia. 19 Tú volverás a tener misericordia de nosotros, sepultarás nuestras iniquidades, y arrojarás al mar profundo todos nuestros pecados. 20 Les cumplirás a nuestros padres Jacob y Abrahán la fidelidad y la misericordia que les prometiste desde los tiempos antiguos.
La justicia viene por medio de la fe
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, y de ello dan testimonio la ley y los profetas. 22 La justicia de Dios, por medio de la fe en Jesucristo,(A) es para todos los que creen en él. Pues no hay diferencia alguna, 23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios; 24 pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que proveyó Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como sacrificio de expiación por medio de la fe en su sangre. Esto lo hizo Dios para manifestar su justicia, pues en su paciencia ha pasado por alto los pecados pasados, 26 para manifestar su justicia en este tiempo, a fin de que él sea el justo y, al mismo tiempo, el que justifica al que tiene fe en Jesús.
27 Entonces, ¿dónde está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28 Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley. 29 ¿Acaso Dios es solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los no judíos? Ciertamente, también es Dios de los no judíos. 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los que están circuncidados, y por medio de la fe a los que no lo están. 31 Entonces, ¿por la fe invalidamos la ley? ¡De ninguna manera! Más bien confirmamos la ley.
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