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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Salmos 27:7-14

Señor, escúchame cuando a ti me dirija;
¡ten compasión de mí, y respóndeme!
A mi corazón le pides buscar tu rostro,
y yo, Señor, tu rostro busco.
Tú eres mi Dios y salvador;
¡No escondas de mí tu rostro!
No apartes con enojo a este siervo tuyo,
pues siempre has sido mi ayuda.
¡No me dejes ni me desampares!
10 Podrían mi padre y mi madre abandonarme,
pero tú, Señor, me recogerás.

11 Por causa de mis adversarios,
enséñame, Señor, tu camino
y llévame por el camino recto.
12 Testigos falsos y violentos se levantan contra mí;
¡no permitas que hagan conmigo lo que quieran!
13 ¡Yo estoy seguro, Señor, que he de ver
tu bondad en esta tierra de los vivientes!

14 ¡Espera en el Señor!
¡Infunde a tu corazón ánimo y aliento!
¡Sí, espera en el Señor!

Jueces 6:11-24

11 Entonces el ángel del Señor vino a Ofrá y se sentó debajo de una encina, que era propiedad de Joás el abiezerita. En ese momento Gedeón, el hijo de Joás, estaba en el lagar, sacudiendo el trigo para esconderlo de los madianitas. 12 Y el ángel del Señor se le apareció y le dijo:

«El Señor está contigo, porque eres un hombre valiente y aguerrido.»

13 Y Gedeón le respondió:

«Señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿cómo es que nos ha sobrevenido todo este mal? ¿Dónde están las maravillas que nuestros padres nos contaron, cuando nos decían que el Señor los había sacado de Egipto? ¡Pero ahora resulta que el Señor nos ha desamparado, y que nos ha entregado en manos de los madianitas!»

14 El Señor lo miró fijamente, y le dijo:

«Con esa misma fuerza que demuestras, vas a salvar a Israel del poder de los madianitas. ¿Acaso no soy yo quien te está enviando?»

15 Pero Gedeón le respondió:

«Mi señor, ¿y cómo voy a salvar a Israel? ¡Yo soy de la familia más pobre que hay en Manasés, y en la casa de mi padre soy el más pequeño!»

16 El Señor le dijo:

«Confía en mí, porque yo estoy contigo. Tú derrotarás a los madianitas como si se tratara de un solo hombre.»

17 Pero Gedeón respondió:

«Si en verdad cuento con tu favor, yo te ruego que me des una señal clara de que has hablado conmigo. 18 Por favor, no te muevas de aquí hasta que yo vuelva y te presente la ofrenda que tengo para ti.»

Y el Señor le respondió:

«Esperaré a que vuelvas.»

19 Gedeón fue entonces y preparó un cabrito; tomó veinte litros de harina para hacer panes sin levadura, y luego puso la carne en un canastillo y el caldo en una olla, y todo esto lo llevó y lo puso debajo de la encina. 20 Allí el ángel de Dios le dijo:

«Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre la peña, y sobre ella derrama el caldo.»

Gedeón lo hizo así. 21 Entonces el ángel del Señor extendió el bastón que tenía en la mano, y con la punta tocó la carne y los panes sin levadura. Al instante brotó fuego de la peña, y consumió la carne y los panes sin levadura, y el ángel del Señor desapareció de su vista. 22 Gedeón comprendió que había visto al ángel del Señor y exclamó:

«¡Ay, mi Señor y Dios, que he visto a tu ángel cara a cara!»

23 Pero el Señor le dijo:

«La paz sea contigo. No tengas miedo, que no vas a morir.»

24 Allí, Gedeón edificó un altar al Señor y lo llamó «El Señor es la paz»,[a] y hasta el día de hoy este altar puede verse en Ofrá de los abiezeritas.

Efesios 5:6-14

Que nadie los engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre aquellos que no lo obedecen. Por tanto, no se junten con esa clase de gente. En otro tiempo, ustedes eran oscuridad; pero ahora son luz en el Señor. Por tanto, vivan como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu se manifiesta en toda bondad, justicia y verdad), 10 y comprueben lo que es agradable al Señor. 11 No tengan nada que ver con las obras infructuosas de las tinieblas; al contrario, denúncienlas. 12 ¡Hasta vergüenza da hablar de lo que ellos hacen en secreto! 13 Pero cuando todas las cosas son expuestas a la luz, quedan de manifiesto; porque la luz lo manifiesta todo. 14 Por eso dice:

«Despiértate, tú que duermes.
Levántate de entre los muertos,
y te alumbrará Cristo.»

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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