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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Salmos 102:1-17

Oración de un afligido que, a punto de desfallecer, da rienda suelta a su lamento ante el Señor.

102 ¡Escucha, Señor, mi oración! ¡Escucha mi súplica!

No te apartes de mí cuando estoy angustiado. Inclina tu oído y respóndeme pronto cuando te llamo, porque mis días se desvanecen como el humo, y mis huesos arden como rojas brasas. Mi corazón está enfermo y se marchita como la hierba; ¡hasta he perdido el apetito! Por causa de mis gemidos, se me pueden contar los huesos. Soy como un búho en el desierto, o como una lechuza solitaria en un lugar lejano y despoblado. Me paso las noches sin dormir, como solitario gorrión en el tejado.

Mis enemigos se burlan de mí día tras día y me maldicen. Me alimento de cenizas en vez de comida. Por tu enojo en contra mía, por tu ira, mis lágrimas caen en lo que bebo. 10 Porque tú me levantas para luego tirarme. 11 Pasa veloz mi vida como las sombras de la noche. Me voy marchitando como la hierba 12 mientras tú, oh Señor, reinas para siempre. Tu fama permanecerá por todas las generaciones.

13 Yo sé que vendrás y te apiadarás de Sion; y este es el tiempo de compadecerla, el tiempo en que prometiste que nos ayudarías. 14 Porque tú pueblo ama cada piedra de sus muros y se enternece por cada grano del polvo de sus calles. 15 ¡Las naciones temblarán ante el Señor; los reyes de la tierra temblarán ante su gloria! 16 Porque el Señor reconstruirá a Sion. Él surgirá en su gloria.

17 Él escuchará las oraciones de los desamparados, y no rechazará sus ruegos.

Jeremías 25:15-32

15 Porque el Señor, el Dios de Israel, me dijo: Toma de mi mano esta copa en que rebosa mi gran cólera y haz que de ella beban todas las naciones a quienes te envío. 16 Al beber de ella se tambalearán como borrachas, enloquecidas por los golpes mortales que haré caer sobre ellas.

17 Tomé entonces la copa de cólera que el Señor me daba e hice que bebieran de ella todas las naciones, cada nación a la que el Señor me envió. 18 Fui a Jerusalén y a las ciudades de Judá, y sus reyes y príncipes bebieron de la copa, de modo que desde entonces han estado en desolación, detestados y maldecidos, hasta el día de hoy. 19-20 Fui a Egipto, y el faraón y sus siervos, los príncipes y el pueblo, bebieron también de la terrible copa, junto con los extranjeros que habitaban su país. Igual hicieron los reyes de la tierra de Uz y los reyes de las ciudades filisteas Ascalón, Gaza, Ecrón y lo que de Asdod quedaba. 21 Visité también las naciones de Edom, Moab y Amón; 22 a los reyes de Tiro y de Sidón; a los reyes de las regiones que están al otro lado del mar; 23 a Dedán, a Temá y a Buz, y a los otros que están allí; 24 a los reyes de Arabia y a los de las tribus nómadas del desierto; 25 a los reyes de Zimri, Elam y Media; 26 y a todos los reyes de los países del norte, lejanos y cercanos, unos tras otros; y a todos los reinos del mundo. Y finalmente el propio rey de Babilonia bebió de esta copa de la cólera del Señor.

27 Diles: El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Beban de esta copa de mi cólera hasta que estén borrachos; vomiten y caigan para no levantarse más, porque envío terribles guerras sobre ustedes. 28 Y si rechazan la copa, diles: El Señor de los ejércitos dice que tienen que beber. ¡No pueden rehuirla!

29 A mi propio pueblo he comenzado a castigarlo. ¿Habrían de escapar ustedes? ¡No, no evadirán el castigo! Lanzaré a guerra contra todos los pueblos de la tierra, dice el Señor de los ejércitos.

30 Por lo tanto, profetiza contra ellos. Diles que desde su santo templo tronará el Señor contra los suyos y contra todos los habitantes de la tierra. Gritará de coraje, y tan fuerte como lo hacen los que en la vendimia exprimen el jugo de las uvas bajo sus pies. 31 Aquel grito que anuncia el castigo retumbará hasta los últimos rincones más apartados de la tierra, porque el Señor echa pleito contra las naciones, contra toda la humanidad. A todos los malvados los hace caer en la guerra, dice el Señor.

32 ¡Miren, dice el Señor de los ejércitos, mi castigo irá de nación en nación; un gran torbellino destructor alcanzará los límites más alejados de la tierra!

Mateo 10:5-15

A estos doce Jesús los envió y les dio las siguientes instrucciones:

«No vayan a los que no son judíos ni a los samaritanos. Limítense a visitar a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.

»Anúncienles que el reino de los cielos ya se ha acercado.

»Curen enfermos, resuciten muertos, sanen leprosos y echen fuera demonios. De la misma manera que ustedes están recibiendo este poder gratuitamente, tampoco cobren por sus servicios. No lleven dinero 10 ni bolsa con comida; no lleven más túnicas ni más calzado que los que traen puestos, ni lleven bordón, porque las personas a las que ustedes ayuden tienen el deber de alimentarlos y cuidarlos. 11 Cuando lleguen a cualquier ciudad o pueblo, busquen a una persona de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan a otro pueblo. 12 Y al entrar a la casa, den su bendición a los que allí viven. 13 Si ellos lo merecen, tendrán la paz que ustedes les desearon; pero si no lo merecen, no la tendrán. 14 Si en alguna ciudad u hogar no los reciben ni les hacen caso, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies al salir. 15 Les aseguro que en el día del juicio, el castigo de Sodoma y Gomorra resultará mucho más tolerable que el castigo que caerá sobre aquella ciudad.

Nueva Biblia Viva (NBV)

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