Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 92 (91)
¡Qué bueno es alabar al Señor!
92 Salmo. Canto para el sábado.
2 Qué bueno es alabar al Señor,
elogiar, oh Altísimo, tu nombre,
3 pregonar tu amor durante el día,
tu fidelidad durante la noche,
4 al son del arpa y la cítara,
con los acordes de la lira.
12 Mis ojos verán caer a mis rivales,
mis oídos se enterarán
de quiénes son los que me atacan.
13 El justo florecerá cual palmera,
crecerá como un cedro del Líbano;
14 plantado en la casa del Señor,
brotará en los atrios de nuestro Dios.
15 Aún en la vejez darán su fruto,
se mantendrán fecundos y frondosos,
Alternativa a la rebeldía
8 Ve ahora y lo escribes en una tablilla,
lo grabas en un rollo de cobre;
que sirva para el mañana
como testimonio perpetuo.
9 Son un pueblo rebelde,
gente capaz de traicionar,
gente que se niega a escuchar
la enseñanza del Señor.
10 Dicen a los videntes: “No vaticinéis”;
y a los profetas: “No profeticéis la verdad”.
Decidnos cosas agradables,
profetizad fantasías.
11 Apartaos del camino,
retiraos de la senda,
quitad de nuestra vista
al Santo de Israel.
12 Por eso, así dice el Santo de Israel:
Por haber despreciado esta palabra
y confiado en la opresión y la perversión,
y por refugiaros en ellas,
13 esa culpa será para vosotros
una grieta que baja resquebrajando
la obra de una alta muralla,
y de repente, de improviso,
va y se desmorona
14 como un cacharro de barro
que se hace añicos sin remedio,
entre los que no se encuentra un trozo
con que recoger ascuas del rescoldo
o sacar agua del pozo.
15 Así dice el Señor Dios, el Santo de Israel:
Si os convertís y confiáis, os salvaré;
vuestra fuerza está en confiar serenamente;
pero rechazáis esto 16 y decís:
“Huiremos a caballo”; seguro que huiréis.
“Cabalgaremos a toda velocidad”;
pero serán más veloces los que os persigan.
17 Mil huirán ante el reto de uno.
Huiréis ante el reto de cinco
y, si queda alguno, será
como un asta en la cima de un monte,
como estandarte en lo alto de un cabezo.
16 Os he dicho todo esto para que no sucumbáis en la prueba. 2 Porque os expulsarán de la sinagoga. Más aún, llegará un momento en que os quitarán la vida, convencidos de que con ello rinden culto a Dios. 3 Y harán eso con vosotros porque no conocen ni al Padre ni a mí. 4 Os lo digo de antemano para que, cuando suceda, recordéis que ya os lo había anunciado.
La acción del Espíritu
Al principio no quise deciros nada de esto, porque estaba yo con vosotros.
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España