Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Alabanza a la bondad de Dios
Salmo. Cántico para el día de reposo.
92 ¡Cuán bueno es alabarte, Señor!
Bueno es, Altísimo, cantar salmos a tu nombre,
2 anunciar tu misericordia por la mañana,
y tu fidelidad todas las noches,
3 en el decacordio y en el salterio,
y con tono suave en el arpa.
4 Tú, Señor, me has alegrado con tus obras;
yo me regocijo por las obras de tus manos.
12 Los justos florecerán como las palmeras;
crecerán como los cedros del Líbano.
13 Serán plantados en la casa del Señor,
y florecerán en los atrios de nuestro Dios.
14 Aun en su vejez darán frutos
y se mantendrán sanos y vigorosos
15 para anunciar que el Señor es mi fortaleza,
y que él es recto y en él no hay injusticia.
15 La respuesta amable calma la ira;
la respuesta grosera aumenta el enojo.
2 La lengua sabia adorna el conocimiento;
la boca de los necios profiere tonterías.
3 Los ojos del Señor están en todas partes,
y observan a los malos y a los buenos.
4 La lengua apacible es árbol de vida;
la lengua perversa daña el espíritu.
5 El necio desprecia la corrección de su padre;
el que la acata, alcanza la prudencia.
6 En la casa del justo siempre hay abundancia;
en las ganancias del impío siempre hay problemas.
7 La boca de los sabios imparte conocimientos;
el corazón de los necios hace todo lo contrario.
8 El Señor aborrece las ofrendas de los impíos,
pero recibe con agrado la oración de los rectos.
9 El Señor aborrece el camino del impío,
pero ama al que va en pos de la justicia.
La venida del Señor
13 Hermanos, no queremos que ustedes se queden sin saber lo que pasará con los que ya han muerto, ni que se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. 14 Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios levantará con Jesús a los que murieron en él. 15 Les decimos esto como una enseñanza del Señor: Nosotros, los que vivimos, los que habremos quedado hasta que el Señor venga, no nos adelantaremos a los que murieron, 16 sino que el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros, los que aún vivamos y hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para recibir en el aire al Señor, y así estaremos con el Señor siempre.(A) 18 Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras.
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