Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
18 Samuel, aunque todavía era un niño, prestaba servicio ante el Señor y usaba una túnica de lino similar a la de los sacerdotes. 19 Cada año su madre le hacía una túnica de lino y se la llevaba cuando iba con su marido a ofrecer el sacrificio. 20 Antes de que regresaran, Elí bendecía a Elcaná y a Ana, y pedía a Dios que les diera otro hijo que tomara el lugar de este que habían consagrado al Señor.
26 El pequeño Samuel, en cambio, iba creciendo en estatura y en gracia ante todos y también ante el Señor.
148 ¡Alaben al Señor desde los cielos! ¡Alaben al Señor desde las alturas! 2 Alábenlo sus ángeles todos, todos sus ejércitos. 3 Alábenlo, sol y luna, y todas ustedes, estrellas luminosas. 4 Alábenlo, altos cielos. Alábenlo las aguas que están sobre los cielos.
5 Alábelo, todo cuanto él ha creado. Porque él dio la orden, y ellos fueron creados. 6 Él los estableció para siempre. Sus órdenes no serán revocadas jamás.
7 Alábenlo desde la tierra, ustedes criaturas de las profundidades del océano; 8 el fuego y el granizo, la nieve y la tormenta, el viento y el temporal que cumplen su mandato, 9 las montañas y colinas, árboles frutales y cedros, 10 bestias salvajes y ganado, serpientes y aves; 11 los reyes y todo el pueblo, con sus gobernantes y jueces; 12 jóvenes y doncellas, ancianos y niños. 13 Alaben todos el nombre del Señor, porque sólo su nombre es muy grande; su gloria está por encima de la tierra y de los cielos. 14 Él ha hecho fuerte a su pueblo; ha honrado a sus fieles, su pueblo cercano.
¡Alabado sea el Señor!
12 Por cuanto Dios los escogió y son santos y amados, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sean humildes, amables y buenos. 13 Sopórtense unos a otros y perdonen a quienes se quejen de ustedes. Si el Señor los perdonó, ustedes están obligados a perdonar. 14 Y sobre todo, vístanse de amor, que es lo que permite vivir en perfecta armonía. 15 Que la paz de Dios reine en sus corazones, porque ese es su deber como miembros del cuerpo de Cristo. Y sean agradecidos.
16 Mantengan vívidas en su memoria las enseñanzas de Cristo en toda su abundancia, y enséñense y aconséjense unos a otros con toda sabiduría. Transmítanlas a otros, con salmos, himnos y cánticos espirituales elevados al Señor con corazones agradecidos. 17 Y todo lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, y por medio de él acérquense a la presencia de Dios con acción de gracias.
El niño Jesús en el templo
41 Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. 42 Cuando él cumplió doce años, fueron allá como era su costumbre. 43 Al terminar la fiesta, se regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres se dieran cuenta. 44 Ellos caminaron todo un día pensando que Jesús iba entre los familiares y conocidos. Cuando lo buscaron 45 y no lo encontraron, volvieron a Jerusalén para buscarlo.
46 Después de tres días, lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que lo oían se quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Cuando sus padres lo vieron, también se quedaron admirados. Su madre le dijo:
―Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? ¡Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia!
49 Él le respondió:
―¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?
50 Pero ellos no entendieron lo que él les quería decir. 51 Entonces Jesús volvió con sus padres a Nazaret y los obedecía en todo. Pero su madre guardaba todas estas cosas en el corazón.
52 Jesús seguía creciendo en sabiduría y estatura, y gozaba más y más del favor de Dios y de la gente.
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