Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Cántico. Salmo de Asaf.
83 ¡Oh Dios, no te quedes silencioso e inactivo!
2 ¿No escuchas el tumulto de tus enemigos? ¿No ves lo que hacen estos hombres altivos que te detestan? 3 Llenos de astucia hacen planes contra aquellos a quienes tú amas. 4 Y dicen: «¡Vengan, destruyamos su nación! ¡Que el nombre de Israel no vuelva a recordarse!».
9 Hazles lo que una vez hiciste a Madián, o lo que hiciste a Sísara y Jabín en el río Cisón, 10 y lo que hiciste en Endor, que sus cuerpos se quedaron pudriéndose hasta que fertilizaron la tierra.
17 Que sean siempre puestos en vergüenza, que perezcan humillados. 18 Que sepan que tú eres el Señor, que ese es tu nombre; que sepan que sólo tú eres el Altísimo sobre toda la tierra.
Nacimiento de Moisés
2 Por esa época, un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de su misma tribu. 2 Después de un tiempo, la mujer quedó embarazada y tuvo un hijo. El niño era tan hermoso, que la madre lo mantuvo escondido durante tres meses. 3 Pero cuando ya no pudo esconderlo más, le hizo una pequeña cesta de papiro, la recubrió con asfalto, y puso al niño adentro; luego fue y lo dejó en medio de las cañas que crecían a la orilla del río. 4 La hermana del bebé lo estuvo vigilando desde lejos, para ver qué iba a pasar con él.
5 En eso vio que llegaba a bañarse al río una princesa, una de las hijas del faraón. Mientras caminaba por la orilla con sus damas de compañía, vio la pequeña cesta que estaba en medio de las cañas y envió a una de sus doncellas para que se la llevara. 6 Cuando la abrió, vio al bebé que lloraba, y se sintió conmovida.
―Debe de ser un bebé de los hebreos —dijo.
7 La hermana del niño se acercó y le preguntó a la princesa:
―¿Quiere que vaya y busque a una mujer hebrea para que le cuide al niño?
8 ―Sí, anda —respondió la princesa.
La muchacha corrió hasta su casa, y regresó con su madre.
9 ―Lleva a este niño a tu casa y cuídamelo —le ordenó la princesa a la madre del niño—. Te pagaré bien. Ella, pues, lo llevó a su casa y lo cuidó. 10 Cuando el niño creció, la madre se lo llevó a la princesa, y ella lo adoptó como hijo suyo. Lo llamó Moisés, porque lo había sacado de las aguas.
Instrucciones finales
12 Hermanos, les pedimos que respeten a los que trabajan entre ustedes, los guían y reprenden en el Señor. 13 Estímenlos mucho y ámenlos por el trabajo que hacen. Vivan en paz unos con otros.
14 Hermanos, también les rogamos que reprendan a los perezosos, animen a los desanimados, ayuden a los débiles y tengan paciencia con todos. 15 Asegúrense de que ninguno pague mal por mal. Al contrario, procuren siempre hacer el bien, no sólo entre ustedes sino también a todos los demás. 16 Estén siempre contentos. 17 Oren en todo momento. 18 Den gracias a Dios en cualquier situación, porque esto es lo que Dios quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús.
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