Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Invitación a la adoración
96 (A)Cantad al Señor un cántico nuevo(B);
cantad al Señor, toda la tierra.
2 Cantad al Señor, bendecid su nombre;
proclamad de día en día las buenas nuevas de su salvación(C).
3 Contad su gloria entre las naciones(D),
sus maravillas entre todos los pueblos.
4 Porque grande es el Señor, y muy digno de ser alabado(E);
temible es Él sobre todos los dioses(F).
5 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos[a](G),
mas el Señor hizo los cielos(H).
6 Gloria y majestad(I) están delante de Él;
poder y hermosura en su santuario.
7 Tributad[b] al Señor, oh familias de los pueblos(J),
tributad[c] al Señor gloria y poder(K).
8 Tributad[d] al Señor la gloria debida a[e] su nombre(L);
traed ofrenda[f](M) y entrad en sus atrios.
9 Adorad al Señor en vestiduras santas[g](N);
temblad ante su presencia, toda la tierra(O).
10 Decid entre las naciones: El Señor reina[h](P);
ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible;
Él juzgará a los pueblos con equidad[i](Q).
11 Alégrense los cielos(R) y regocíjese la tierra(S);
ruja[j] el mar(T) y cuanto contiene[k];
12 gócese el campo(U) y todo lo que en él hay.
Entonces todos los árboles del bosque(V) cantarán con gozo
13 delante del Señor, porque Él viene;
porque Él viene a juzgar la tierra:
juzgará al mundo con justicia
y a los pueblos con su fidelidad[l](W).
20 Y aconteció que cuando todo Israel supo que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarlo a la asamblea y lo hicieron rey sobre todo Israel. No hubo quien siguiera a la casa de David, sino solo la tribu de Judá(A).
21 Cuando Roboam llegó a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, para pelear contra la casa de Israel y restituir el reino a Roboam(B), hijo de Salomón. 22 Pero la palabra de Dios vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo(C): 23 Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá(D) y de Benjamín, y al resto del pueblo, diciéndoles: 24 «Así dice el Señor: “No subiréis ni pelearéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; vuelva cada uno a su casa, porque de mí ha venido esto”». Y ellos escucharon la palabra del Señor, y se volvieron para irse conforme a la palabra del Señor(E).
La idolatría de Jeroboam
25 Entonces Jeroboam edificó Siquem(F) en la región montañosa de Efraín, y habitó allí[a]. De allí salió y edificó Penuel(G). 26 Y Jeroboam se dijo en su corazón: Ahora el reino volverá a la casa de David 27 si este pueblo continúa subiendo a ofrecer sacrificios en la casa del Señor(H) en Jerusalén, porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor, es decir a Roboam, rey de Judá, y me matarán y volverán a Roboam, rey de Judá. 28 Y el rey tomó consejo, hizo dos becerros(I) de oro(J), y dijo al pueblo[b]: Es mucho para vosotros subir a Jerusalén; he aquí vuestros dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto(K). 29 Puso uno en Betel(L) y el otro lo puso en Dan(M). 30 Y esto fue motivo de pecado(N), porque el pueblo iba aun hasta Dan a adorar delante de uno de ellos. 31 Hizo también casas en los lugares altos(O), e hizo sacerdotes de entre el[c] pueblo que no eran de los hijos de Leví(P). 32 Y Jeroboam instituyó[d] una fiesta en el mes octavo, en el día quince del mes, como la fiesta que hay en Judá(Q), y subió al[e] altar. Así hizo en Betel, ofreciendo sacrificio a los becerros que había hecho. Y puso en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había construido(R). 33 Entonces subió al[f] altar que había hecho en Betel el día quince del mes octavo, es decir en el mes que él había planeado en su propio corazón(S); e instituyó[g] una fiesta para los hijos de Israel, y subió al[h] altar para quemar incienso(T).
La nueva criatura
11 Por tanto, conociendo el temor del Señor(A), persuadimos a los hombres, pero a Dios somos manifiestos, y espero que también seamos manifiestos en vuestras conciencias(B). 12 No nos recomendamos otra vez a vosotros(C), sino que os damos oportunidad de estar orgullosos de nosotros(D), para que tengáis respuesta para los que se jactan en las apariencias y no en el corazón. 13 Porque si estamos locos[a], es para Dios; y si estamos cuerdos, es para vosotros(E). 14 Pues el amor de Cristo nos apremia[b](F), habiendo llegado a esta conclusión: que uno murió por todos, por consiguiente, todos murieron(G); 15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos(H). 16 De manera que nosotros de ahora en adelante ya no conocemos a nadie según la carne(I); aunque hemos conocido a Cristo según la carne, sin embargo, ahora ya no le conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo(J), nueva criatura es[c](K); las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas(L).
Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation