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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 46

Dios nos brinda protección

SALMO 46 (45)

Poema compuesto por la familia de Coré. Instrucciones para el director del coro: para cantarlo en un funeral.

46 Nuestro Dios es como un castillo
que nos brinda protección.
Dios siempre nos ayuda
cuando estamos en problemas.
2-3 Aunque tiemble la tierra
y se hundan las montañas
hasta el fondo del mar;
aunque se levanten grandes olas
y sacudan los cerros con violencia,
¡no tendremos miedo!

Un río alegra a los que viven
en la ciudad de Dios;
sus arroyos llenan de alegría
el templo del Dios altísimo.
La ciudad de Dios jamás caerá
porque Dios habita en ella;
Dios mismo vendrá en su ayuda
al comenzar el día.

Cuando Dios deja oír su voz,
se asustan las naciones,
se tambalean los reinos
y se estremece la tierra.

Con nosotros está
el Dios del universo;
él es Dios de nuestro pueblo,
¡él es nuestro refugio!

¡Vengan, vengan a ver
las grandes maravillas
que Dios ha hecho
en toda la tierra!
Hasta en los lugares más lejanos
les puso fin a las guerras;
destrozó arcos y lanzas,
y echó al fuego los escudos.
10 Y dijo:
«¡Todas las naciones del mundo
reconocen mi grandeza!
¡Reconózcanme como su Dios
y ya no se peleen!»

11 Con nosotros está
el Dios del universo;
él es Dios de nuestro pueblo,
¡él es nuestro refugio!

Zacarías 11

11 »Monte Líbano,
¡abre paso al fuego,
porque va a devorar tus cedros!
Ustedes, los pinos,
¡lloren por esos enormes árboles!
¡Los grandes cedros han sido derribados!
Y ustedes, robles de Basán,
¡lloren por esos grandes bosques
que han dejado de existir!
Los pastores lloran desesperados,
porque sus verdes pastos se quemaron;
los leones rugen furiosos,
porque los llanos del río Jordán
ahora parecen un desierto».

Los dos pastores

El Dios todopoderoso me dio este mensaje:

«Ve y cuida de las ovejas que serán llevadas al matadero. Los que las compran las matan sin ninguna compasión; los que las venden dicen “¡Gracias a Dios ya soy rico!”; y ni siquiera sus propios pastores se compadecen de ellas.

»Yo haré lo mismo: ¡no tendré compasión de los habitantes de este país! Dejaré que caigan bajo el poder de las naciones vecinas y del rey que las gobierne. Y aunque su tierra sea destruida por completo, yo no iré en su ayuda. Yo soy el Dios todopoderoso, y juro que así lo haré».

Yo me dediqué a cuidar de las ovejas que irían al matadero, y di especial atención a las ovejas más débiles. Tenía yo dos varas de pastor; a una de ellas la llamé «Bondad», y a la otra la llamé «Unión». Como los pastores no me querían, ni yo los quería a ellos, en un mes despedí a tres. A las ovejas les dije: «¡Ya no quiero ser su pastor! ¡No me importa si se mueren o las matan! ¡Tampoco me importa si se comen las unas a las otras!»

10 Después tomé la vara llamada «Bondad», y la rompí. Con eso di a entender a los que estaban allí que Dios había roto su pacto con todas las naciones. 11 Los comerciantes de ovejas vieron lo que hice, y entendieron que eso era un mensaje de Dios para ellos, en el que yo representaba a Dios y las ovejas representaban al pueblo.

12 Luego les dije a los comerciantes: «Quiero que me paguen mi sueldo. Pero si no quieren pagarme, no lo hagan». Entonces ellos me pagaron treinta monedas de plata.

13 Dios me dijo: «¡Treinta monedas de plata es muy poco por todo lo que yo he hecho a favor de mi pueblo! ¡Toma las monedas, y tíralas en el cofre de las ofrendas!»

Tomé entonces las monedas, y cumplí con lo que Dios me ordenó hacer. 14 Después de eso, rompí la vara llamada «Unión», y así se rompió el lazo fraternal que unía a Israel con Judá.

Los malos pastores

15 Dios me dio este otro mensaje:

«Ahora vas a representar a esos pastores que no se preocupan por sus ovejas. 16 Porque voy a poner este país al cuidado de un rey que no se preocupará por su pueblo. Será como un pastor descuidado: no se preocupará por las ovejas que se apartan del camino, ni buscará a las ovejas perdidas, ni curará a las ovejas lastimadas, ni alimentará a la ovejas hambrientas. Ese rey sólo se ocupará de los ricos y poderosos que le dan de comer.

17 »¡Qué mal le va a ir al pastor inútil,
que no cuida del rebaño!
¡Ojalá que con una espada
le corten una mano,
y que con un cuchillo
le saquen los ojos!»

1 Pedro 1:3-9

Alabemos a Dios

Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha hecho nacer de nuevo, y nos ha dado una vida con esperanza. Esto lo ha hecho Dios por su gran amor hacia nosotros y por el poder que mostró cuando resucitó a Jesucristo de entre los muertos y de que nos dará todo lo que nos ha prometido y que tiene guardado en el cielo. Lo que nos ha prometido no puede destruirse ni mancharse, ni marchitarse. Ustedes confían en Dios, y por eso él los protege con su poder, para que puedan ser salvados tal y como está planeado para los últimos tiempos.

Confiar en Dios

Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense! La confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada.

Ustedes, aunque nunca han visto a Jesucristo, lo aman y creen en él, y tienen una alegría tan grande y hermosa que no puede describirse con palabras. Ustedes viven alegres porque ya saben que Dios los salvará, y por eso confían en él.