Revised Common Lectionary (Complementary)
Dios juzgará al mundo
Salmo de Asaf.
50 El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra,
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.
2 Desde Sión, dechado de hermosura,
Dios ha resplandecido.
3 Vendrá nuestro Dios, y no callará;
Fuego consumidor hay delante de él,
Y tempestad poderosa le rodea.
4 Convoca a los cielos desde arriba,
Y a la tierra, para juzgar a su pueblo.
5 Juntadme mis santos,
Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.
6 Y los cielos declararán su justicia,
Porque Dios mismo es el juez.
Selah
7 Oye, pueblo mío, y hablaré;
Escucha, Israel, y testificaré contra ti:
Yo soy Dios, el Dios tuyo.
8 No te reprendo por falta de sacrificios;
Tus holocaustos están continuamente delante de mí.
9 Pero no tomaré de tu casa becerros,
Ni machos cabríos de tus apriscos.
10 Porque mía es toda bestia del bosque,
Y los millares de animales en los collados.
11 Conozco a todas las aves de los montes,
Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.
12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti;
Porque mía es la tierra y su plenitud.
13 ¿He de comer yo carne de toros,
O he de beber sangre de machos cabríos?
14 Ofrece a Dios sacrificios de alabanza,
Y paga tus votos al Altísimo;
15 E invócame en el día de la angustia;
Te libraré, y tú me honrarás.
16 Pero al malo le dice Dios:
¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes,
Y tomar mi pacto en tu boca?
17 Pues tú aborreces la corrección,
Y echas a tu espalda mis palabras.
18 Si ves a un ladrón, tú te vas en seguida con él,
Y con los adúlteros alternas.
19 Das suelta a tu boca para el mal,
Y tu lengua trama engaños.
20 Tomas asiento, y hablas contra tu hermano;
Contra el hijo de tu madre dices infamias.
21 Estas cosas hacías, y yo he callado;
¿Pensabas que de cierto sería yo como tú?
Pero te redargüiré, y las pondré delante de tus ojos.
22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios,
No sea que os despedace, y no haya quien os libre.
23 El que ofrece sacrificios de alabanza me glorifica;
Y al que ordene su camino,
Le mostraré la salvación de Dios.
El ayuno que Dios reprueba
7 Aconteció que en el año cuarto del rey Darío, vino palabra de Jehová a Zacarías, a los cuatro días del mes noveno, que es Quisléu,
2 cuando el pueblo de Betel había enviado a Sarezer, con Régem-mélec y sus hombres, a implorar el favor de Jehová,
3 y a hablar a los sacerdotes que estaban en la casa de Jehová de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto? ¿Haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años?
4 Vino, pues, a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo:
5 Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunabais y llorabais en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿es por mí por quien habéis ayunado?
6 Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros mismos?
7 ¿No son éstas las palabras que proclamó Jehová por medio de los profetas primeros, cuando Jerusalén estaba habitada y en paz, y sus ciudades en sus alrededores y el Négueb y la Sefelá estaban también habitados?
La desobediencia, causa del cautiverio
8 Y vino palabra de Jehová a Zacarías, diciendo:
9 Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a verdad, y practicad la misericordia y la compasión cada cual con su hermano;
10 no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno maquine el mal en su corazón contra su hermano.
11 Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;
12 y pusieron su corazón como el diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.
13 Y aconteció que así como él clamó, y no escucharon, también ellos clamarán, y yo no escucharé, dice Jehová de los ejércitos;
14 sino que los esparciré con torbellino por todas las naciones que ellos no conocen. Así fue desolada la tierra tras ellos, sin quedar quien fuese ni viniese; pues convirtieron en desierto la tierra deseable.
5 Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.
6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día;
7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas como ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
8 No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.
9 Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.
10 Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que, como animales irracionales, conocen por instinto, en ésas se corrompen.
11 ¡Ay de ellos!, porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro al error de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré.
12 Éstos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
13 fieras olas del mar, que espuman sus propias vergüenzas; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.
14 De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares,
15 para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos hablaron contra él.
16 Éstos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas arrogantes, adulando a las personas para sacar provecho.
Amonestaciones a perseverar
17 Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo;
18 los cuales os decían: Al fin de los tiempos habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos.
19 Éstos son los que causan divisiones; los mundanos, que no tienen el Espíritu.
20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
21 conservaos en el amor de Dios, aguardando con anhelo la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.