Revised Common Lectionary (Complementary)
Confianza en la protección de Dios
Al músico principal. Sobre Neginot. Salmo de David.
61 Dios mío, ¡escucha mi clamor!
¡Atiende mi oración!
2 ¡Clamo a ti desde los confines de la tierra,
pues ya mi corazón desfallece!
Llévame a una roca más alta que yo,
3 porque tú eres mi refugio,
¡eres fuerte torre que me protege del enemigo!
4 Yo habitaré en tu templo para siempre;
bajo la sombra de tus alas estaré seguro.
5 Tú, Dios mío, has escuchado mis votos,
y has dado a los que temen tu nombre
la tierra que les prometiste.
6 Al rey le has concedido más días de vida,
y vivirá sus años de una a otra generación.
7 Siempre reinará delante de ti, Dios nuestro,
protegido por tu misericordia y tu verdad.
8 Y yo, siempre cantaré salmos a tu nombre,
y todos los días te cumpliré mis votos.
15 Entonces él y toda su compañía volvieron a donde estaba el varón de Dios, y una vez delante de él dijo:
«Ahora reconozco que no hay más Dios en toda la tierra, que en Israel. Por favor, acepta algún presente de este siervo tuyo.»
16 Pero Eliseo dijo:
«Juro por el Señor, en cuya presencia estoy, que no lo voy a aceptar.»
Namán insistía en que Eliseo aceptara alguna cosa, pero él no accedió. 17 Entonces Namán dijo:
«Entonces voy a pedirte concedas a este siervo tuyo llevarme de esta tierra la carga de un par de mulas. Porque de aquí en adelante este siervo tuyo no ofrecerá holocaustos ni sacrificios a otros dioses, sino sólo al Señor. 18 Y anticipadamente pido al Señor perdonar a este siervo suyo si, cuando mi señor el rey entre en el templo de Rimón para adorar allí, y se apoye en mi brazo, yo también llego a inclinarme en ese templo. Si llego a hacerlo, ¡que el Señor me perdone!»
19 Eliseo le dijo que podía irse tranquilo. Y Namán se fue. Pero apenas habría recorrido una distancia de media legua
Pablo insta a Agripa a que crea
24 Esto decía Pablo en su defensa, cuando Festo gritó a voz en cuello: «¡Estás loco, Pablo! ¡Las muchas letras te han vuelto loco!» 25 Pero Pablo respondió: «No estoy loco, excelentísimo Festo. Lo que estoy diciendo es la verdad, y tiene sentido. 26 El rey también lo sabe, y por eso hablo con él de esto sin ningún temor. Estoy seguro que él no ignora nada de esto, porque no lo hemos discutido en un rincón. 27 Tú, rey Agripa, ¿crees en lo que dicen los profetas? ¡Yo sé que sí lo crees!» 28 Agripa le respondió: «¿Con tan poco pretendes hacerme cristiano?» 29 Y Pablo dijo: «Pues Dios quiera que, con poco o con mucho, no sólo tú sino también todos los que hoy me escuchan lleguen a ser como yo, ¡pero sin estas cadenas!»
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