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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 12

Salmo 12 (11)

Sálvanos, Señor, que ha desaparecido el fiel

12 Al maestro del coro; en octava. Salmo de David.
Sálvanos, Señor, que ha desaparecido el fiel,
no queda lealtad entre los seres humanos.
Se mienten unos a otros,
conversan con lengua aduladora y corazón doble.
Que el Señor extirpe la palabra aduladora,
la lengua que habla con arrogancia;
que aniquile a quienes dicen:
“Con nuestra lengua nos hacemos fuertes,
en nuestras palabras confiamos,
¿quién podrá dominarnos?”.
Por la opresión de los humildes,
por los gritos de los desvalidos
estoy decidido a actuar —dice el Señor—
y daré la salvación a quien suspira por ella.
Las palabras del Señor son palabras puras,
plata aquilatada en un crisol de barro,
que ha sido refinada siete veces.
Tú, Señor, nos protegerás,
nos librarás de esta generación por siempre.
Los malvados vagan errantes por todas partes,
la vileza humana llega al colmo.

Proverbios 21:10-16

10 El malvado respira maldad,
no siente compasión de su prójimo.
11 El castigo del cínico hace sabio al incauto;
con la instrucción del sabio, adquiere saber.
12 El justo observa la casa del malvado
y mira cómo se precipita en la desgracia.
13 Quien cierra su oído a los gritos del pobre
no obtendrá respuesta cuando clame.
14 Regalo en secreto amansa la cólera,
obsequio discreto aplaca el furor.
15 Cuando se cumple el derecho, el justo se alegra
y los malhechores se echan a temblar.
16 Quien se desvía del camino de la sensatez
irá a parar al reino de las sombras.

Lucas 20:45-21:4

Denuncia contra los maestros de la ley (Mt 23,6-7; Mc 12,38-40)

45 Delante de todo el pueblo que estaba escuchando, Jesús dijo a sus discípulos:

46 — Cuídense de esos maestros de la ley a quienes agrada pasear vestidos con ropaje suntuoso, ser saludados en público y ocupar los lugares preferentes en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes. 47 ¡Esos que devoran las haciendas de las viudas y, para disimular, pronuncian largas oraciones recibirán el más severo castigo!

La ofrenda de la viuda (Mc 12,41-44)

21 Veía también Jesús cómo los ricos echaban dinero en el arca de las ofrendas. Vio a una viuda pobre, que echó dos monedas de muy poco valor y dijo:

— Les aseguro que esta viuda pobre ha echado más que todos los demás. Porque todos los otros echaron como ofrenda lo que les sobraba, mientras que ella, dentro de su necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España