Revised Common Lectionary (Complementary)
Cántico de los peregrinos. De Salomón.
127 Si el Señor no edifica la casa,
en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano hacen guardia los vigilantes.
2 En vano madrugáis,
y os acostáis muy tarde,
para comer un pan de fatigas,
porque Dios concede el sueño a sus amados.
3 Los hijos son una herencia del Señor,
los frutos del vientre son una recompensa.
4 Como flechas en las manos del guerrero
son los hijos de la juventud.
5 Dichosos los que llenan su aljaba
con esta clase de flechas.[a]
No serán avergonzados por sus enemigos
cuando litiguen con ellos en los tribunales.
Contradicciones de la vida
16 He visto algo más en esta vida: maldad donde se dictan las sentencias, y maldad donde se imparte la justicia. 17 Pensé entonces: «Al justo y al malvado los juzgará Dios, pues hay un tiempo para toda obra y un lugar para toda acción».
18 Pensé también con respecto a los hombres: «Dios los está poniendo a prueba, para que ellos mismos se den cuenta de que son como los animales. 19 Los hombres terminan igual que los animales; el destino de ambos es el mismo, pues unos y otros mueren por igual, y el aliento de vida es el mismo para todos, así que el hombre no es superior a los animales. Realmente, todo es absurdo, 20 y todo va hacia el mismo lugar.
»Todo surgió del polvo,
y al polvo todo volverá.
21 »¿Quién sabe si el espíritu del hombre se remonta a las alturas, y el de los animales desciende[a] a las profundidades de la tierra?» 22 He visto, pues, que nada hay mejor para el hombre que disfrutar de su trabajo, ya que eso le ha tocado. Pues, ¿quién lo traerá para que vea lo que sucederá después de él?
Opresores y oprimidos
4 Luego me fijé en tanta opresión que hay en esta vida. Vi llorar a los oprimidos, y no había quien los consolara; el poder estaba del lado de sus opresores, y no había quien los consolara. 2 Y consideré más felices a los que ya han muerto que a los que aún viven, 3 aunque en mejor situación están los que aún no han nacido, los que no han visto aún la maldad que se comete en esta vida.
4 Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!
5 El necio se cruza de brazos,
y acaba muriéndose de hambre.
6 Más vale poco con tranquilidad
que mucho[b] con fatiga…
¡corriendo tras el viento!
La unión hace la fuerza
7 Me fijé entonces en otro absurdo en esta vida: 8 vi a un hombre solitario, sin hijos ni hermanos, y que nunca dejaba de afanarse; ¡jamás le parecían demasiadas sus riquezas! «¿Para quién trabajo tanto, y me abstengo de las cosas buenas?», se preguntó. ¡También esto es absurdo, y una penosa tarea!
Instrucciones adicionales
2 Dedicaos a la oración: perseverad en ella con agradecimiento 3 y, al mismo tiempo, interceded por nosotros a fin de que Dios nos abra las puertas para proclamar la palabra, el misterio de Cristo por el cual estoy preso. 4 Orad para que yo lo anuncie con claridad, como debo hacerlo. 5 Comportaos sabiamente con los que no creen en Cristo,[a] aprovechando al máximo cada momento oportuno. 6 Que vuestra conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabréis cómo responder a cada uno.
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