Revised Common Lectionary (Complementary)
Salmo de David.
Alef
1 A ti, oh SEÑOR, levantaré mi alma.
Bet
2 Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.
Guímel
3 Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Dálet
4 Tus caminos, oh SEÑOR, me haces saber; tus sendas me enseñas.
He
5 Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salud; a ti he esperado todo el día.
Vau
6 Acuérdate, oh SEÑOR, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas.
Zain
7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.
8 ¶ Chet Bueno y recto es el SEÑOR; por tanto él enseñará a los pecadores el camino.
Tet
9 Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.
Yod
10 Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
14 Entonces el Faraón envió y llamó a José; y le hicieron salir corriendo de la cárcel, y le cortaron el pelo, y mudaron sus vestidos, y vino al Faraón.
15 Y dijo el Faraón a José: Yo he soñado un sueño, y no hay quién lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos.
16 Y respondió José al Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que responda paz al Faraón.
17 ¶ Entonces el Faraón dijo a José: En mi sueño, he aquí, que estaba a la orilla del río;
18 y que del río subían siete vacas gruesas de carne y hermosas de forma, que pacían en el prado.
19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en toda la tierra de Egipto en fealdad.
20 Y las vacas flacas y feas tragaban a las siete primeras vacas gruesas;
21 y entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubieran entrado en ellas, porque su parecer era aún malo, como al principio. Y yo desperté.
22 Vi también soñando, y he aquí siete espigas subían en una misma caña llenas y hermosas;
23 y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del solano, subían después de ellas.
24 Y las espigas menudas tragaban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, mas no hay quién me lo declare.
25 Entonces respondió José al Faraón: El sueño del Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado al Faraón lo que él hace.
26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo.
27 También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del solano, siete años serán de hambre.
28 Esto es lo que respondo al Faraón. Lo que Dios hace, lo ha mostrado al Faraón.
29 He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto.
30 Y se levantarán tras ellos siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto; y el hambre consumirá la tierra;
31 y aquella abundancia no se echará de ver a causa del hambre siguiente, la cual será gravísima.
32 Y el suceder el sueño al Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla.
33 ¶ Por tanto, provéase ahora el Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.
34 Haga esto el Faraón, y ponga gobernadores sobre la provincia, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia;
35 y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y junten el trigo bajo la mano del Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.
36 Y esté aquella provisión en depósito para la tierra, para los siete años del hambre que serán en la tierra de Egipto; y la tierra no perecerá de hambre.
14 ¶ Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene las obras? ¿Por ventura esta tal fe le podrá salvar?
15 Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿qué les aprovechará?
17 Así también la fe, si no tuviere las obras, es muerta en sí misma.
18 Mas alguno dirá: Tú tienes la fe, y yo tengo las obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
20 ¿Mas oh hombre vano, quieres saber que la fe sin obras es muerta?
21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro Padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
22 ¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fue completa por las obras?
23 ¿Y que la Escritura fue cumplida, que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue imputado a justicia, y fue llamado amigo de Dios?
24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino?
26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
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