Revised Common Lectionary (Complementary)
Llamamiento de Eliseo
19 Y partió de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntas de bueyes delante de él, y él estaba con la última[a]. Elías pasó adonde él estaba y le echó su manto encima(A). 20 Dejando él los bueyes, corrió tras Elías, y dijo: Permíteme besar a mi padre y a mi madre, entonces te seguiré(B). Y él le dijo: Ve, vuélvete, pues, ¿qué te he hecho yo? 21 Entonces se volvió, dejando de seguirle, tomó el par de bueyes y los sacrificó, y con los aparejos de los bueyes coció su carne(C), y la dio a la gente y ellos comieron. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
El Señor, herencia del justo en vida y en muerte
Mictam[a] de David.
16 Protégeme, oh Dios(A), pues en ti me refugio(B).
2 Yo dije[b] al Señor: Tú eres mi Señor;
ningún bien tengo fuera de ti(C).
3 En cuanto a los santos que están en la tierra(D),
ellos son los nobles[c] en quienes está toda mi delicia(E).
4 Se multiplicarán las aflicciones de aquellos que han corrido tras[d] otro dios(F);
no derramaré yo sus libaciones de sangre(G),
ni sus nombres pronunciarán[e] mis labios(H).
5 El Señor es la porción de mi herencia(I) y de mi copa(J);
tú sustentas mi suerte(K).
6 Las cuerdas cayeron para mí en lugares agradables(L);
en verdad mi herencia es hermosa para mí(M).
7 Bendeciré al Señor que me aconseja(N);
en verdad, en las noches mi corazón[f] me instruye(O).
8 (P)Al Señor he puesto continuamente delante de mí(Q);
porque está a mi diestra(R), permaneceré firme[g](S).
9 Por tanto, mi corazón se alegra(T) y mi alma[h] se regocija(U);
también mi carne morará segura(V),
10 pues tú no abandonarás mi alma en el[i] Seol[j](W),
ni permitirás[k] a tu Santo ver corrupción[l](X).
11 Me darás a conocer la senda de la vida(Y);
en tu presencia hay plenitud de gozo(Z);
en tu diestra, deleites para siempre(AA).
La libertad y el amor
13 Porque vosotros, hermanos, a libertad(A) fuisteis llamados; solo que no uséis la libertad como pretexto para la carne(B), sino servíos por amor los unos a los otros(C). 14 Porque toda la ley en una palabra se cumple en el precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo(D). 15 Pero si os mordéis y os devoráis unos a otros, tened cuidado, no sea que os consumáis unos a otros(E).
Conflicto entre el Espíritu y la carne
16 Digo, pues: Andad por el Espíritu(F), y no cumpliréis el deseo de la carne(G). 17 Porque el deseo de la carne es contra[a] el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues estos se oponen el uno al otro(H), de manera que no podéis hacer lo que deseáis(I). 18 Pero si sois guiados por el Espíritu(J), no estáis bajo la ley(K). 19 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad(L), 20 idolatría, hechicería(M), enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades(N), disensiones(O), sectarismos[b](P), 21 envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes(Q), contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios(R).
El fruto del Espíritu en la conducta cristiana
22 Mas el fruto(S) del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad[c](T), 23 mansedumbre, dominio propio(U); contra tales cosas no hay ley(V). 24 Pues los que son de Cristo Jesús(W) han crucificado(X) la carne con sus pasiones y deseos(Y).
25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu[d](Z).
Jesús reprende a Jacobo y a Juan
51 Y sucedió que cuando se cumplían los días de su ascensión[a](A), Él, con determinación, afirmó su rostro para ir a Jerusalén(B). 52 Y envió mensajeros delante de Él; y ellos fueron y entraron en una aldea de los samaritanos(C) para hacerle preparativos. 53 Pero no le recibieron, porque sabían que había determinado ir a[b] Jerusalén(D). 54 Al ver esto, sus discípulos Jacobo[c] y Juan(E), dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma[d](F)? 55 Pero Él, volviéndose, los reprendió, [e]y dijo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois, 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
Lo que demanda el discipulado
57 Y mientras ellos iban por el camino(G), (H)uno le dijo: Te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y Jesús le dijo: Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza(I). 59 A otro dijo: Sígueme(J). Pero él dijo: Señor[f], permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre. 60 Mas Él le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios(K). 61 También otro dijo: Te seguiré, Señor; pero primero permíteme despedirme de los de mi casa(L). 62 Pero Jesús le dijo: Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás(M), es apto para el reino de Dios.
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