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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 64

Salmo 64 (63)

Dios, escucha mi clamor

64 Al maestro del coro. Salmo de David.
Escucha, oh Dios, mi amargo clamor,
guarda mi vida del terror del enemigo;
protégeme de la conjura de los malvados,
de la conspiración de los malhechores.
Ellos afilan su lengua como espada,
lanzan como flechas palabras envenenadas;
disparan a escondidas contra el inocente,
le disparan por sorpresa sin temer nada.
Entre ellos se animan a hacer el mal,
hablan de tender trampas ocultas
diciendo: “¿Quién se dará cuenta?”.
Andan maquinando crímenes:
“Llevemos a cabo nuestro plan,
que el interior del ser humano
y su corazón son insondables”.
Pero Dios les lanza una flecha
y caen heridos de repente;
su lengua se vuelve contra ellos,
cuantos los ven agitan la cabeza.
10 Todos, entonces, sienten miedo
y pregonan la obra de Dios,
comprendiendo su proceder.
11 Que el justo se alegre en el Señor,
que en él ponga su confianza,
que se enorgullezcan los rectos.

Job 19:1-22

Todos atacan a Job

19 Job respondió así:

¿Hasta cuándo seguirán atormentándome,
machacándome con tanta palabrería?
Ya me han humillado bastante,
me han atacado sin reparos.
Aun pensando que hubiera pecado,
sólo a mí afectaría mi culpa.
Pero ya que quieren prevalecer sobre mí
usando mi dolor como prueba,
sepan bien que Dios me ha atacado,
que me ha atrapado en sus redes.
Si grito “violencia”, nadie responde;
imploro “socorro”, pero no hay justicia.
Ha vallado mi camino y me impide pasar,
ha ocultado mi senda con densa oscuridad.
Me ha despojado de mi honor,
ha dejado mi cabeza sin corona.
10 Me socava por doquier y me deshago,
ha arrancado la raíz de mi esperanza.
11 Ha atizado su cólera contra mí,
me trata como a un enemigo.
12 Llegan sus tropas en masa,
construyen rampas de ataque,
asedian mi tienda por doquier.
13 Mis parientes se alejan de mi lado,
mis conocidos me tienen por extraño;
14 me abandonan vecinos y deudos,
se olvidan de mí mis invitados.
15 Mis siervas me tienen por intruso,
me tratan igual que a un extraño;
16 mi siervo no responde a mi llamada,
aunque se lo pida por favor.
17 Mi aliento repugna a mi esposa,
doy asco a mis propios hermanos.
18 Incluso los niños me desprecian;
me levanto y se burlan de mí.
19 Todos mis íntimos me detestan,
mis mejores amigos me atacan.
20 Mis huesos se pegan a la piel y a la carne,
he escapado con la piel de mis dientes.
21 ¡Piedad, amigos míos, piedad,
que me ha herido la mano de Dios!
22 ¿Por qué, igual que Dios, me acosan
y no se hartan de escarnecerme?

Efesios 2:11-22

Paz y unidad en Cristo

11 Recuerden, pues, que ustedes, paganos en otro tiempo por nacimiento y considerados incircuncisos por los llamados circuncisos —esos que llevan en su cuerpo una marca hecha por manos humanas— 12 estaban en el pasado privados de Cristo, sin derecho a la ciudadanía de Israel, ajenos a las alianzas portadoras de la promesa, sin esperanza y sin Dios en medio del mundo. 13 Ahora, en cambio, injertados en Cristo Jesús y gracias a su muerte, ya no están lejos como antes, sino cerca.

14 Cristo es nuestra paz. Él ha hecho de ambos pueblos uno solo; él ha derribado el muro de odio que los separaba; 15 él ha puesto fin en su propio cuerpo a la ley mosaica, con sus preceptos y sus normas, y ha creado en su propia persona con los dos pueblos una nueva humanidad, estableciendo la paz. 16 Él ha reconciliado con Dios a ambos pueblos por medio de la cruz, los ha unido en un solo cuerpo y ha destruido así su enemistad. 17 Él ha venido a traer la noticia de la paz: paz para ustedes, los que estaban lejos, y paz también para los que estaban cerca. 18 Unos y otros, gracias a él y unidos en un solo Espíritu, tenemos abierto el camino que conduce al Padre.

19 Ya no son, por tanto, extranjeros o advenedizos. Son conciudadanos de un pueblo consagrado, son familia de Dios, 20 son piedras de un edificio construido sobre el cimiento de los apóstoles y los profetas. Y Cristo Jesús es la piedra angular 21 en la que todo el edificio queda ensamblado y va creciendo hasta convertirse en templo consagrado al Señor, 22 en el que también ustedes se van integrando hasta llegar a ser, por medio del Espíritu, casa en la que habita Dios.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España