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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 121

El SEÑOR guarda a su pueblo

121 Canto de ascenso gradual[a]. Alzaré mis ojos a los montes;

¿de dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.
No permitirá que resbale tu pie
ni se adormecerá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel.
El SEÑOR es tu protector;
el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te herirá de día
ni la luna de noche.
El SEÑOR te guardará de todo mal;
él guardará tu vida.
El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.

Isaías 6:1-8

Visión y vocación de Isaías

En el año que murió el rey Uzíasa, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime; y el borde de sus vestiduras llenaba el templo. Por encima de él había serafines. Cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. El uno proclamaba al otro diciendo:

—¡Santo, santo, santo es el SEÑOR de los Ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!

Los umbrales de las puertas se estremecieron con la voz del que proclamaba, y el templo se llenó de humo. Entonces dije:

—¡Ay de mí, pues soy muerto! Porque siendo un hombre de labios impuros y habitando en medio de un pueblo de labios impuros, mis ojos han visto al Rey, al SEÑOR de los Ejércitos.

Entonces voló hacia mí uno de los serafines trayendo en su mano, con unas tenazas, un carbón encendido tomado del altar. Y tocó con él mi boca, diciendo:

—He aquí que esto ha tocado tus labios; tu culpa ha sido quitada, y tu pecado ha sido perdonado.

Entonces escuché la voz del Señor, que decía:

—¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?

Y yo respondí:

—Heme aquí, envíame a mí.

Lucas 5:1-11

La pesca milagrosa

Aconteció que, mientras las multitudes se agolpaban sobre él y escuchaban la palabra de Dios, Jesús estaba de pie junto al lago de Genesaret y vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían salido de ellas y estaban lavando sus redes. Al entrar él en una de las barcas, la cual pertenecía a Simón, pidió a este que la apartara de tierra un poco. Luego se sentó y enseñaba a las multitudes desde la barca. Cuando acabó de hablarles, dijo a Simón:

—Boga mar adentro, y echen sus redes para pescar.

Simón le respondió y dijo:

—Maestro, toda la noche hemos trabajado duro y no hemos pescado nada. Pero por tu palabra echaré la red.

Cuando lo hicieron, atraparon una gran cantidad de peces y sus redes se rompían. Hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas de manera que se hundían. Y Simón Pedro, al verlo, cayó de rodillas ante Jesús exclamando:

—¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!

Por la pesca que habían logrado, el temor se apoderó de Pedro y de todos los que estaban con él, 10 y de igual manera de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Entonces Jesús dijo a Simón:

—No temas; de aquí en adelante estarás pescando hombres.

11 Después de sacar las barcas a tierra, lo dejaron todo y lo siguieron.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano