Revised Common Lectionary (Complementary)
14 »La vida de un ser humano[a]
es muy corta y llena de amarguras.
2 Es como una flor, brota y se marchita;
como una sombra que pasa y desaparece.
3 Y aun así tú te fijas en ella
y me llevas a juicio.
4 ¿Quién puede purificar lo que está corrupto?
Nadie, por cierto.
5 Es que la vida del ser humano tiene un límite
y tú conoces su duración.
Eres tú quien fijaste ese límite
y por eso no puede cambiarse.
6 Entonces aparta tu vista de él
y déjalo que viva su vida hasta que termine,
como termina un empleado su jornada de trabajo.
7 »Hay esperanza para un árbol que ha sido cortado;
puede retoñar nuevamente y echar renuevos.
8 Sus raíces pueden envejecer en la tierra
y su tronco puede secarse,
9 pero con sólo sentir el agua crecerá de nuevo
y le nacerán ramas nuevas.
10 El hombre muere aunque sea poderoso.
El ser humano se enferma y deja de existir.
Si es así, ¿dónde queda el hombre poderoso?
11 Así como se evapora el agua de los lagos
y los ríos se secan por completo,
12 así un hombre muerto
nunca volverá a vivir.
Primero se acabarán los cielos,
antes de que los muertos despierten
y se levanten de su sueño.
13 »Cuánto diera porque tú me ocultaras en el lugar de los muertos;
que me escondieras ahí mientras te pasa el enojo;
que fijaras una fecha para después acordarte de mí.
14 Si un hombre muere, ¿volverá a vivir?
Yo esperaría todo el tiempo de mi vida en la tierra hasta que llegara mi resurrección.
El significado del sufrimiento
3 Soy un hombre que ha visto el sufrimiento
cuando Dios castiga lleno de ira.
2 Me guió y me hizo caminar
en la oscuridad, no en la luz.
3 Me se puso en mi contra
una y otra vez, todo el tiempo.
4 Debilitó mi cuerpo y mi piel,
rompió mis huesos.
5 Me acorraló,
me rodeó de pobreza y amargura.
6 Me hizo vivir en la oscuridad,
como aquellos que han muerto hace mucho tiempo.
7 Construyó un muro a mi alrededor para que no pudiera escapar.
Me ató con cadenas de bronce bien pesadas.
8 A pesar de que lloré y le pedí que me rescatara,
él ignoró mi oración.
9 Bloqueó con murallas de piedra
los caminos que yo quería seguir;
desvió mi camino.
19 Recuerda que estoy triste y no tengo hogar.
Recuerda la bebida amarga y el veneno que me diste.
20 Tengo bien presentes todos mis problemas
y me siento demasiado triste.
21 Pero nunca olvidaré algo
que siempre me dará esperanza.
Sálvame, Señor
Al director. Canción de David.
1 SEÑOR, en ti he buscado refugio;
no me decepciones.
Sálvame porque eres justo.
2 Presta atención a mi súplica
y rescátame pronto.
Sé para mí como una roca de refugio,
como una fortaleza que me salva.
3 Tú eres mi roca y mi fortaleza.
En atención a tu prestigio, sé mi líder y guíame.
4 Sálvame de la trampa que otros han preparado para mí.
Tú eres mi refugio.
15 Mi vida está en tus manos;
sálvame de mis enemigos y de los que me persiguen.
16 Por favor, recíbeme y acéptame que soy tu siervo.
Ten compasión de mí y sálvame.
Vidas cambiadas
4 Puesto que Cristo sufrió físicamente, entonces prepárense para luchar armándose con la misma actitud que tuvo él. Pues quien sufre físicamente da a entender que ha abandonado el pecado. 2 Eso significa que está dispuesto a vivir el resto de su vida según la voluntad de Dios y no según los deseos humanos. 3 Ustedes ya han vivido suficiente tiempo como personas que no creen en Dios. Cometían pecados sexuales y hacían todo el mal que querían. Se emborrachaban, andaban en orgías, en parrandas y adoraban ídolos abominables. 4 Por eso, a los que no creen, ahora les parece extraño que ustedes ya no se unan a ellos en su vida perdida y desenfrenada, y por eso hablan mal de ustedes, 5 pero ellos tendrán que rendir cuentas ante Dios por lo que han hecho. Él vendrá pronto a juzgar a todos, tanto los que estén vivos como a los que ya hayan muerto. 6 Por esta razón, se les anunció la buena noticia de salvación a los que se dan por muertos.[a] Son aquellos que la gente condena a muerte físicamente, pero Dios tenía planeado que ellos escucharan la buena noticia para que pudieran tener nueva vida por el Espíritu.[b]
Cuiden bien los dones de Dios
7 El final de todo está cerca, así que manténganse sobrios y sepan controlarse. Eso los ayudará a orar. 8 Y sobre todo, ámense profundamente, porque el amor es capaz de perdonar muchas ofensas.
Jesús es sepultado
(Mr 15:42-47; Lc 23:50-56; Jn 19:38-42)
57 Al atardecer, un hombre rico llamado José de Arimatea, vino a Jerusalén. Él también se había convertido en seguidor de Jesús. 58 Fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran. 59 José llevó el cuerpo y lo envolvió en una sábana limpia. 60 Después puso el cuerpo en un sepulcro nuevo que había sido cavado en la roca. Luego corrió una piedra muy grande hasta la entrada del sepulcro y se fue. 61 María Magdalena y la otra María estaban sentadas al frente del sepulcro.
El sepulcro es puesto bajo vigilancia
62 Al día siguiente, después del día de la preparación, los jefes de los sacerdotes y los fariseos se reunieron con Pilato, 63 y le dijeron:
—Señor, le recordamos que en vida ese engañador dijo: “Dentro de tres días voy a resucitar”. 64 Ordene, pues, que vigilen el sepulcro hasta el tercer día para que así sus seguidores no puedan venir y robar el cuerpo. Porque después podrían decirle a la gente: “Él ha resucitado de la muerte”. Este engaño sería peor que el primero.
65 Pilato les dijo:
—Pueden disponer una guardia de soldados. Vayan y aseguren el sepulcro lo mejor que puedan.
66 Entonces se fueron y aseguraron el sepulcro, sellaron la piedra y colocaron guardias.
Jesús es sepultado
(Mt 27:57-61; Mr 15:42-47; Lc 23:50-56)
38 Después de esto, José de Arimatea le pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. José era seguidor de Jesús, pero en secreto porque tenía miedo de los líderes de los judíos. Pilato le dio permiso y él fue y se llevó el cuerpo. 39 Vino también Nicodemo, el mismo que antes había visitado a Jesús de noche, trayendo una mezcla de mirra y áloes. La mezcla pesaba unos 30 kilos[a]. 40 Entonces tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas de lino junto con las especias. Era la forma acostumbrada en un entierro judío. 41 En el lugar donde crucificaron a Jesús había un huerto, y allí había un sepulcro nuevo donde todavía no se había enterrado a nadie. 42 Los judíos se preparaban para el día de descanso. Como el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús ahí.
© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International