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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 56

Para el director del coro: salmo[a] de David, acerca de cuando los filisteos lo capturaron en Gat. Cántese con la melodía de «La paloma en los robles distantes».

56 Oh Dios, ten misericordia de mí,
    porque la gente me acosa.
    Mis enemigos me atacan todo el día.
Los que me calumnian no dejan de acosarme,
    y muchos me atacan descaradamente.
Pero cuando tenga miedo,
    en ti pondré mi confianza.
Alabo a Dios por lo que ha prometido.
    En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo?
    ¿Qué pueden hacerme unos simples mortales?

Siempre tergiversan lo que digo;
    se pasan el día tramando cómo hacerme daño.
Se juntan para espiarme;
    vigilan cada paso que doy, ansiosos de matarme.
No permitas que estos malvados se salgan con la suya;
    en tu enojo, oh Dios, derríbalos.

Tú llevas la cuenta de todas mis angustias[b]
    y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco;
    has registrado cada una de ellas en tu libro.

Mis enemigos emprenderán la retirada cuando yo clame a ti por ayuda.
    Una cosa sé: ¡Dios está de mi lado!
10 Alabo a Dios por lo que ha prometido;
    sí, alabo al Señor por lo que ha prometido.
11 En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo?
    ¿Qué pueden hacerme unos simples mortales?

12 Cumpliré los votos que te hice, oh Dios,
    y ofreceré un sacrificio de gratitud por tu ayuda.
13 Pues me rescataste de la muerte;
    no dejaste que mis pies resbalaran.
Así que ahora puedo caminar en tu presencia, oh Dios,
    en tu luz que da vida.

1 Reyes 17:8-16

La viuda de Sarepta

Luego el Señor dijo a Elías: «Vete a vivir a la aldea de Sarepta, que está cerca de la ciudad de Sidón. Yo le he ordenado a una viuda de allí que te alimente».

10 Elías se dirigió a Sarepta y, cuando llegó a las puertas del pueblo, vio a una viuda juntando leña y le dijo:

—Por favor, ¿podrías traerme un poco de agua en una taza?

11 Mientras ella iba a buscarle el agua, la llamó y dijo:

—También tráeme un bocado de pan.

12 Pero ella respondió:

—Le juro por el Señor su Dios que no tengo ni un pedazo de pan en la casa. Solo me queda un puñado de harina en el frasco y un poquito de aceite en el fondo del jarro. Estaba juntando algo de leña para preparar una última comida, después mi hijo y yo moriremos.

13 Entonces Elías le dijo:

—¡No tengas miedo! Sigue adelante y haz exactamente lo que acabas de decir, pero primero cocina un poco de pan para mí. Luego, con lo que te sobre, prepara la comida para ti y tu hijo. 14 Pues el Señor, Dios de Israel dice: “Siempre habrá harina y aceite de oliva en tus recipientes, ¡hasta que el Señor mande lluvia y vuelvan a crecer los cultivos!”.

15 Así que ella hizo lo que Elías le dijo, y ella, su familia y Elías comieron durante muchos días. 16 Siempre había suficiente harina y aceite de oliva en los recipientes, tal como el Señor lo había prometido por medio de Elías.

1 Corintios 2:6-16

Sin embargo, cuando estoy con creyentes maduros, sí hablo con palabras de sabiduría, pero no la clase de sabiduría que pertenece a este mundo o a los gobernantes de este mundo, quienes pronto son olvidados. No, la sabiduría de la que hablamos es el misterio de Dios,[a] su plan que antes estaba escondido, aunque él lo hizo para nuestra gloria final aún antes que comenzara el mundo; pero los gobernantes de este mundo no lo entendieron; si lo hubieran hecho, no habrían crucificado a nuestro glorioso Señor. A eso se refieren las Escrituras cuando dicen:

«Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado,
    ninguna mente ha imaginado
lo que Dios tiene preparado
    para quienes lo aman»[b].

10 Pero[c] fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios. 11 Nadie puede conocer los pensamientos de una persona excepto el propio espíritu de esa persona y nadie puede conocer los pensamientos de Dios excepto el propio Espíritu de Dios. 12 Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado.

13 Les decimos estas cosas sin emplear palabras que provienen de la sabiduría humana. En cambio, hablamos con palabras que el Espíritu nos da, usando las palabras del Espíritu para explicar las verdades espirituales;[d] 14 pero los que no son espirituales[e] no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque solo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir. 15 Los que son espirituales pueden evaluar todas las cosas, pero ellos mismos no pueden ser evaluados por otros. 16 Pues,

«¿Quién puede conocer los pensamientos del Señor?
    ¿Quién sabe lo suficiente para enseñarle a él?»[f].

Pero nosotros entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.