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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 19

Para el director del coro: salmo de David.

19 Los cielos proclaman la gloria de Dios
    y el firmamento despliega la destreza de sus manos.
Día tras día no cesan de hablar;
    noche tras noche lo dan a conocer.
Hablan sin sonidos ni palabras;
    su voz jamás se oye.[a]
Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra
    y sus palabras, por todo el mundo.

Dios preparó un hogar para el sol en los cielos,
y este irrumpe como un novio radiante luego de su boda.
    Se alegra como un gran atleta, ansioso por correr la carrera.
El sol sale de un extremo de los cielos
    y sigue su curso hasta llegar al otro extremo;
    nada puede ocultarse de su calor.

Las enseñanzas del Señor son perfectas;
    reavivan el alma.
Los decretos del Señor son confiables;
    hacen sabio al sencillo.
Los mandamientos del Señor son rectos;
    traen alegría al corazón.
Los mandatos del Señor son claros;
    dan buena percepción para vivir.
La reverencia al Señor es pura;
    permanece para siempre.
Las leyes del Señor son verdaderas;
    cada una de ellas es imparcial.
10 Son más deseables que el oro,
    incluso que el oro más puro.
Son más dulces que la miel,
    incluso que la miel que gotea del panal.
11 Sirven de advertencia para tu siervo,
    una gran recompensa para quienes las obedecen.

12 ¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón?
    Límpiame de estas faltas ocultas.
13 ¡Libra a tu siervo de pecar intencionalmente!
    No permitas que estos pecados me controlen.
Entonces estaré libre de culpa
    y seré inocente de grandes pecados.

14 Que las palabras de mi boca
    y la meditación de mi corazón
sean de tu agrado,
    oh Señor, mi roca y mi redentor.

Isaías 61:1-7

Buenas noticias para los oprimidos

61 El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí,
    porque el Señor me ha ungido
    para llevar buenas noticias a los pobres.
Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado
    y a proclamar que los cautivos serán liberados
    y que los prisioneros serán puestos en libertad.[a]
Él me ha enviado para anunciar a los que se lamentan
    que ha llegado el tiempo del favor del Señor[b]
    junto con el día de la ira de Dios contra sus enemigos.
A todos los que se lamentan en Israel[c]
    les dará una corona de belleza en lugar de cenizas,
una gozosa bendición en lugar de luto,
    una festiva alabanza en lugar de desesperación.
Ellos, en su justicia, serán como grandes robles
    que el Señor ha plantado para su propia gloria.

Reconstruirán las ruinas antiguas,
    reparando ciudades destruidas hace mucho tiempo.
Las resucitarán,
    aunque hayan estado desiertas por muchas generaciones.
Los extranjeros serán sus siervos;
    alimentarán a los rebaños de ustedes,
ararán sus campos
    y cuidarán de sus viñedos.
Ustedes serán llamados sacerdotes del Señor,
    ministros de nuestro Dios.
Se alimentarán de los tesoros de las naciones
    y se jactarán de sus riquezas.
Disfrutarán de una doble honra
    en lugar de vergüenza y deshonra.
Poseerán una doble porción de prosperidad en su tierra,
    y una alegría eterna será suya.

Romanos 7:1-6

No más atados a la ley

Ahora bien, amados hermanos, ustedes que conocen la ley, ¿no saben que la ley se aplica solo mientras una persona está viva? Por ejemplo, cuando una mujer se casa, la ley la une a su marido mientras él viva; pero si él muere, las leyes del matrimonio ya no se aplican a ella. Así que mientras su marido viva, ella cometería adulterio si se casara con otro hombre; pero si el esposo muere, ella queda libre de esa ley y no comete adulterio cuando se casa de nuevo.

Por lo tanto, mis amados hermanos, la cuestión es la siguiente: ustedes murieron al poder de la ley cuando murieron con Cristo y ahora están unidos a aquel que fue levantado de los muertos. Como resultado, podemos producir una cosecha de buenas acciones para Dios. Cuando vivíamos controlados por nuestra vieja naturaleza,[a] los deseos pecaminosos actuaban dentro de nosotros y la ley despertaba esos malos deseos que producían una cosecha de acciones pecaminosas, las cuales nos llevaban a la muerte. Pero ahora fuimos liberados de la ley, porque morimos a ella y ya no estamos presos de su poder. Ahora podemos servir a Dios, no según el antiguo modo—que consistía en obedecer la letra de la ley—sino mediante uno nuevo, el de vivir en el Espíritu.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.