Revised Common Lectionary (Complementary)
Gratitud por el regreso de la cautividad
Cántico de ascenso gradual[a].
126 Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de[b] Sión(A),
éramos como los que sueñan(B).
2 Entonces nuestra boca se llenó de risa(C),
y nuestra lengua de gritos de alegría(D);
entonces dijeron entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho el Señor con ellos(E).
3 Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros;
estamos alegres(F).
24 Y a Semaías el nehelamita hablarás, diciendo(A): 25 Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «Por cuanto has enviado cartas en tu nombre a todo el pueblo que está en Jerusalén, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes(B), diciendo a Sofonías(C): 26 “El Señor te ha puesto por sacerdote en lugar del sacerdote Joiada, para estar encargado[a](D) en la casa del Señor(E) de todo demente que profetice(F), a fin de que lo pongas en el cepo y la argolla(G). 27 Pues entonces ¿por qué no has reprendido a Jeremías de Anatot(H) que os profetiza? 28 Porque él nos ha enviado un mensaje a Babilonia(I), diciendo(J): ‘El destierro será largo; edificad casas y habitadlas, plantad huertos y comed su fruto(K)’”».
29 Y el sacerdote Sofonías(L) leyó esta carta a oídos del profeta Jeremías. 30 Entonces vino la palabra del Señor a Jeremías, diciendo: 31 Envía un mensaje a todos los desterrados(M), diciendo: «Así dice el Señor acerca de Semaías el nehelamita(N): “Por cuanto Semaías os ha profetizado(O) sin que yo lo haya enviado, y os ha hecho confiar en una mentira(P)”, 32 por tanto, así dice el Señor: “He aquí, voy a castigar a Semaías el nehelamita y a su descendencia[b](Q); no tendrá a nadie que habite en medio de este pueblo, ni verá el bien que voy a hacer a mi pueblo(R)” —declara el Señor— “porque ha predicado[c] rebelión contra el Señor(S)”».
El ciego de Betsaida
22 Llegaron* a Betsaida(A), y le trajeron* un ciego y le rogaron* que lo tocara(B). 23 Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir(C) en sus ojos y de poner las manos sobre él(D), le preguntó: ¿Ves algo? 24 Y levantando[a] la vista, dijo: Veo a los hombres, pero los veo[b] como árboles que caminan. 25 Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad. 26 Y lo envió a su casa diciendo: Ni aun en la aldea entres(E).
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