Revised Common Lectionary (Complementary)
4 Decid a los de corazón tímido(A):
Esforzaos, no temáis.
He aquí, vuestro Dios viene con venganza(B);
la retribución[a](C) vendrá de Dios mismo,
mas Él os salvará(D).
5 Entonces se abrirán los ojos de los ciegos(E),
y los oídos de los sordos se destaparán(F).
6 El cojo entonces saltará como un ciervo(G),
y la lengua del mudo gritará(H) de júbilo,
porque aguas brotarán en el desierto
y arroyos en el Arabá[b](I).
7 La tierra abrasada[c] se convertirá en laguna,
y el secadal en manantiales de aguas(J);
en la guarida de chacales(K), su lugar de descanso,
la hierba se convertirá en cañas y juncos.
El Señor, verdadero ayudador
146 ¡Aleluya[a]!
Oh alma mía, alaba al Señor(A).
2 Alabaré al Señor mientras yo viva(B);
cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista(C).
3 No confiéis en príncipes[b](D),
ni en hijo de hombre(E) en quien no hay salvación(F).
4 Su espíritu exhala(G), él vuelve a la[c] tierra(H);
en ese mismo día perecen sus pensamientos[d](I).
5 Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob(J),
cuya esperanza está en el Señor su Dios(K),
6 que hizo los cielos y la tierra(L),
el mar y todo lo que en ellos hay(M);
que guarda la verdad[e] para siempre(N);
7 que hace justicia a los oprimidos(O),
y da pan a los hambrientos(P).
El Señor pone en libertad a los cautivos(Q).
8 El Señor abre los ojos a los ciegos(R),
el Señor levanta[f] a los caídos[g](S),
el Señor ama a los justos(T).
9 El Señor protege[h] a los extranjeros[i](U),
sostiene[j] al huérfano y a la viuda(V),
pero trastorna[k] el camino de los impíos(W).
10 El Señor reinará para siempre(X),
tu Dios, oh Sión, por todas las generaciones.
¡Aleluya[l]!
El pecado de la parcialidad
2 Hermanos míos(A), no tengáis vuestra fe(B) en nuestro glorioso Señor Jesucristo(C) con una actitud de favoritismo(D). 2 Porque si en vuestra congregación[a] entra un hombre con anillo de oro y vestido de ropa lujosa[b](E), y también entra un pobre con ropa sucia[c](F), 3 y dais atención especial[d] al que lleva la ropa lujosa(G), y decís: Tú siéntate aquí, en un buen lugar; y al pobre decís: Tú estate allí de pie, o siéntate junto a mi estrado; 4 ¿no habéis hecho distinciones entre vosotros mismos, y habéis venido a ser jueces con malos pensamientos[e](H)? 5 Hermanos míos amados(I), escuchad: ¿No escogió Dios a los pobres(J) de este[f] mundo para ser ricos en fe(K) y herederos del reino(L) que Él prometió(M) a los que le aman? 6 Pero vosotros habéis menospreciado[g] al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y personalmente[h] os arrastran a los tribunales(N)? 7 ¿No blasfeman ellos(O) el buen nombre por el cual habéis sido llamados[i]? 8 Si en verdad cumplís la ley real[j](P) conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo(Q), bien hacéis. 9 Pero si mostráis favoritismo(R), cometéis pecado y sois hallados culpables por la ley como transgresores. 10 Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza(S) en un punto, se ha hecho culpable de todos(T).
11 Pues el que dijo: No cometas[a] adulterio(A), también dijo: No mates[b](B). Ahora bien, si tú no cometes adulterio, pero matas, te has convertido en transgresor de la ley. 12 Así hablad y así proceded, como los que han de ser juzgados por la ley de la libertad(C). 13 Porque el juicio será sin misericordia(D) para el que no ha mostrado misericordia; la misericordia triunfa sobre[c] el juicio.
La fe y las obras
14 ¿De qué sirve[a](A), hermanos míos(B), si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa[b] fe salvarlo? 15 Si un hermano o una hermana no tienen ropa[c](C) y carecen del sustento diario, 16 y uno de vosotros les dice: Id en paz(D), calentaos y saciaos, pero no les dais lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve[d]? 17 Así también la fe(E) por sí misma, si no tiene obras, está muerta.
La mujer sirofenicia
24 (A)Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro[a](B), y entrando en una casa, no quería que nadie lo supiera, pero[b] no pudo pasar inadvertido; 25 sino que enseguida, al oír hablar de Él, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a sus pies. 26 La mujer era gentil[c], sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara fuera de su hija al demonio. 27 Y Él le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien[d] tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. 28 Pero ella respondió y le dijo*: Es cierto, Señor; pero aun los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos. 29 Y Él le dijo: Por esta respuesta[e], vete; el demonio ha salido de tu hija. 30 Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada[f] en la cama, y que el demonio había salido.
Curación de un sordomudo
31 (C)Volviendo a salir de la región de Tiro(D), pasó por Sidón(E) y llegó al mar de Galilea(F), atravesando la región de Decápolis(G). 32 Y le trajeron* a uno que era sordo y que hablaba con dificultad, y le rogaron* que pusiera la mano sobre él(H). 33 Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo(I), le tocó la lengua con la saliva; 34 y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente(J) y le dijo*: ¡Effatá!, esto es: ¡Abrete! 35 Y al instante se abrieron sus oídos, y desapareció[g] el impedimento[h] de su lengua, y hablaba con claridad. 36 Y Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran(K); pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban(L). 37 Y se asombraron en gran manera, diciendo: Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar.
Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation