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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Josué 24:1-2

La asamblea de Siquén

24 Josué reunió en Siquén a todas las tribus de Israel, convocando a los ancianos de Israel, a sus jefes, jueces y funcionarios. Una vez que se presentaron ante Dios, Josué dijo a todo el pueblo:

— Esto dice el Señor, Dios de Israel: Sus antepasados, en particular Téraj, padre de Abrahán y de Najor, habitaban antaño al otro lado del Río y rendían culto a otros dioses.

Josué 24:14-18

14 Ahora, pues, respeten al Señor y sírvanle con todo esmero y lealtad; quiten de en medio los dioses a los que dieron culto sus antepasados en Mesopotamia y en Egipto y rindan culto al Señor. 15 Pero, si les parece duro rendir culto al Señor, elijan hoy a quién quieren rendir culto, si a los dioses a quienes adoraron sus antepasados en Mesopotamia o a los dioses de los amorreos en cuyo país ustedes habitan ahora. Yo y mi casa rendiremos culto al Señor.

16 El pueblo respondió:

— Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses, 17 pues ha sido el Señor, nuestro Dios, el que nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, del país de Egipto, de la casa de la esclavitud, y el que ante nuestros ojos obró tan grandes prodigios y nos protegió a lo largo de todo el camino que recorrimos, poniéndonos a salvo de todas las naciones por las que pasamos. 18 Además el Señor expulsó ante nosotros a todos esos pueblos y a los amorreos que habitaban en el país. Por tanto, también nosotros rendiremos culto al Señor, porque él es nuestro Dios.

Salmos 34:15-22

15 aléjate del mal, haz el bien,
busca la paz, marcha tras ella.
16 La mirada del Señor está sobre los justos,
sus oídos junto a su grito de socorro;
17 el Señor se encara con los malhechores
para borrar de la tierra su recuerdo.
18 Gritan y el Señor los escucha,
de todas sus angustias los libra.
19 El Señor está cerca de los afligidos,
salva a los que están tristes.
20 Muchos son los males del justo,
pero de todos lo libra el Señor;
21 protege cada uno de sus huesos
y ni uno de ellos se ha roto.
22 La maldad hará morir al malo,
quienes odian al justo serán castigados.

Efesios 6:10-20

La lucha contra el mal

10 Sólo me resta desear que ustedes se mantengan fuertes, apoyados en el poder irresistible del Señor.

11 Utilicen todas las armas que Dios les proporciona, y así harán frente con éxito a las estratagemas del diablo. 12 Porque no estamos luchando contra enemigos de carne y hueso, sino contra las potencias invisibles que dominan en este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal habitantes de un mundo supraterreno. 13 Por eso es preciso que empuñen las armas que Dios les proporciona, a fin de que puedan mantenerse firmes en el momento crítico y superar todas las dificultades sin ceder un palmo de terreno. 14 Estén, pues, listos para el combate: ceñida con la verdad la cintura, protegido el pecho con la coraza de la rectitud 15 y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz. 16 Tengan siempre embrazado el escudo de la fe, para que en él se apaguen todas las flechas incendiarias del maligno. 17 Como casco, usen el de la salvación, y como espada, la del Espíritu, es decir, la palabra de Dios.

Conclusión (6,18-24)

Orar siempre y por todos

18 Y todo esto háganlo orando y suplicando sin cesar bajo la guía del Espíritu; renuncien incluso al sueño, si es preciso, y oren con insistencia por todos los creyentes. 19 Oren también por mí, para que Dios ponga en mis labios la palabra oportuna y pueda dar a conocer libre y valientemente el plan de Dios encerrado en ese mensaje evangélico, 20 del que soy ahora un embajador encadenado. Que Dios me conceda el valor de anunciarlo como debo.

Juan 6:56-69

56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. 57 El Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo gracias a él; así también, el que me coma vivirá gracias a mí. 58 Este es el pan que ha bajado del cielo, y que no es como el que comieron los antepasados y murieron; el que come de este pan vivirá para siempre.

59 Todo esto lo enseñó Jesús en la sinagoga de Cafarnaún.

Palabras de vida eterna

60 Al oír esto, muchos de los que seguían a Jesús dijeron:

— Esta enseñanza es inadmisible. ¿Quién puede aceptarla?

61 Jesús se dio cuenta de que muchos de sus seguidores criticaban su enseñanza, y les dijo:

— ¿Se les hace duro aceptar esto? 62 Pues ¿qué ocurriría si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? 63 Es el espíritu el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. 64 Pero algunos de ustedes no creen.

Es que Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a traicionar.

65 Y añadió:

— Por eso les he dicho que nadie puede creer en mí si no se lo concede mi Padre.

66 Desde entonces, muchos discípulos suyos se volvieron atrás y ya no andaban con él. 67 Jesús preguntó a los Doce:

— ¿También ustedes quieren dejarme?

68 Simón Pedro le respondió:

— Señor, ¿a quién iríamos? Sólo tus palabras dan vida eterna. 69 Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España