Revised Common Lectionary (Complementary)
El constante amor del Señor
107 Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.
2 Díganlo los que el Señor ha salvado,
los que salvó del poder del enemigo,
3 los que reunió de entre los países
del norte y del sur,
del este y del oeste.
33 El Señor convierte ríos y manantiales
en desiertos y tierras secas;
34 convierte tierras fértiles en salitrosas,
por la maldad de sus habitantes;
35 convierte desiertos en lagunas
y tierras secas en manantiales;
36 allí establece a los que tienen hambre,
y ellos construyen sus ciudades.
37 Siembran campos, plantan viñedos
y recogen cosechas abundantes.
38 Él los bendice, hace que aumenten
y que crezca el número de sus ganados.
39 Y si mueren y su número decrece
a causa de la opresión,
de la desgracia y el dolor,
40 Dios desprecia a los opresores
y los hace perderse en desiertos sin camino.
41 Él saca a los pobres de su tristeza;
¡hace crecer sus familias como rebaños!
42 Al ver esto, los hombres honrados se alegran,
y los malvados cierran la boca.
43 El que es inteligente,
debe tener esto en cuenta
y comprender el amor del Señor.
16 Pero el Señor le contestó:
—Reúneme a setenta ancianos israelitas, de los que sepas que tienen autoridad entre el pueblo, y tráelos a la tienda del encuentro y que esperen allí contigo. 17 Yo bajaré y hablaré allí contigo, y tomaré una parte del espíritu que tú tienes y se la daré a ellos para que te ayuden a sobrellevar a este pueblo. Así no estarás solo. 18 Luego manda al pueblo que se purifique para mañana, y comerán carne. Ya los he oído llorar y decir: “¡Ojalá tuviéramos carne para comer! ¡Estábamos mejor en Egipto!” Pues bien, yo les voy a dar carne para que coman, 19 y no sólo un día o dos, ni cinco o diez o veinte. No. 20 Comerán carne durante todo un mes, hasta que les salga por las narices y les dé asco, porque me han rechazado a mí, el Señor, que estoy en medio de ellos, y han llorado y han dicho ante mí: “¿Para qué salimos de Egipto?”
21 Entonces Moisés respondió:
—El pueblo que viene conmigo es de seiscientos mil hombres de a pie, ¿y dices que nos vas a dar a comer carne durante un mes entero? 22 ¿Dónde hay tantas ovejas y vacas que se puedan matar y que alcancen para todos? Aun si les diéramos todo el pescado del mar, no les alcanzaría.
23 Pero el Señor le contestó:
—¿Crees que es tan pequeño mi poder? Ahora vas a ver si se cumple o no lo que he dicho.
El Señor envía codornices
31 El Señor hizo que soplara del mar un viento que trajo bandadas de codornices, las cuales cayeron en el campamento y sus alrededores, cubriendo una distancia de hasta un día de camino alrededor del campamento, y formando un tendido de casi un metro de altura. 32 Todo ese día y toda la noche y todo el día siguiente la gente estuvo recogiendo codornices. El que menos recogió, recogió diez montones de codornices, que pusieron a secar en los alrededores del campamento.
La nueva vida en Cristo
17 Esto, pues, es lo que les digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya no vivan más como los paganos, los cuales viven de acuerdo con sus equivocados criterios 18 y tienen oscurecido el entendimiento. Ellos no gozan de la vida que viene de Dios, porque son ignorantes a causa de lo insensible de su corazón. 19 Se han endurecido y se han entregado al vicio, cometiendo sin freno toda clase de cosas impuras. 20 Pero ustedes no conocieron a Cristo para vivir así, 21 pues ciertamente oyeron el mensaje acerca de él y aprendieron a vivir como él lo quiere, según la verdad que está en Jesús. 22 Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos. 23 Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, 24 y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.