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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Génesis 3:8-15

Con el viento de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que Dios iba y venía por el jardín, así que corrieron a esconderse de él entre los árboles. Pero Dios llamó al hombre y le preguntó:

—¿Dónde estás?

10 Y el hombre le contestó:

—Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, pues estoy desnudo. Por eso corrí a esconderme.

11 —¿Y cómo sabes que estás desnudo? —le preguntó Dios—. ¿Acaso comiste del fruto del árbol que te prohibí comer?

12 El hombre respondió:

—La mujer que tú me diste por compañera me dio del fruto del árbol. Por eso me lo comí.

13 Dios se dirigió entonces a la mujer, y le dijo:

—¿Qué es lo que has hecho?

Y la mujer le respondió:

—La serpiente me tendió una trampa. Por eso comí del fruto.

14 Entonces Dios le dijo a la serpiente:

«Por esto que has hecho,
maldita seas,
más que todo animal doméstico;
¡más que todo animal salvaje!
Mientras tengas vida,
te arrastrarás sobre tu vientre
y comerás el polvo de la tierra.

15 »Haré que tú y la mujer,
sean enemigas;
pondré enemistad
entre sus descendientes y los tuyos.
Un hijo suyo te aplastará la cabeza,
y tú le morderás el talón».

Salmos 130

Nuestra esperanza está en Dios

SALMO 130 (129)

Cántico para las peregrinaciones.

130 Dios mío, yo te llamo
pues estoy muy angustiado.
¡Escúchame, Dios mío!
¡Presta oído a mis gritos
que te piden compasión!

Si tomaras en cuenta
todos nuestros pecados,
nadie podría presentarse ante ti.
Pero tú nos perdonas.
¡Por eso mereces nuestra adoración!

En Dios he puesto mi esperanza;
con toda el alma confío en él,
pues confío en sus promesas.
Con ansias espero a Dios;
¡con más ansias lo espero
que los vigilantes a la mañana!
Los vigilantes esperan
que llegue la mañana,
y tú, Israel, esperas
la llegada de Dios
porque él nos ama
y nos da plena libertad.
¡Dios salvará a Israel
de todos sus pecados!

2 Corintios 4:13-5:1

13 La Biblia dice: «Yo confié en Dios, y por eso hablé.» Pues nosotros también confiamos en Dios, y por eso anunciamos la buena noticia. 14 Porque sabemos que, cuando muramos, Dios nos dará vida, así como lo hizo con Jesús, y que después nos llevará con él. 15 Todo esto es por el bien de ustedes. Porque mientras más sean los que reciban el amor y la bondad de Dios, muchos más serán los que le den gracias y reconozcan su grandeza.

16 Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo se va gastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza. 17 Las dificultades que tenemos son pequeñas, y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de la gloria que dura para siempre: una gloria grande y maravillosa. 18 Porque nosotros no nos preocupamos por lo que nos pasa en esta vida, que pronto acabará. Al contrario, nos preocupamos por lo que nos pasará en la vida que tendremos en el cielo. Ahora no sabemos cómo será esa vida. Lo que sí sabemos es que será eterna.

¡Queremos estar en el hogar de Dios!

Bien sabemos que en este mundo vivimos como en una tienda de campaña, que un día será destruida. Pero en el cielo tenemos una casa permanente, construida por Dios y no por seres humanos.

Marcos 3:20-35

Jesús y el jefe de los demonios

20 Después de esto, Jesús regresó a la casa.[a] Y era tanta la gente que volvió a reunirse, que ni él ni sus discípulos podían siquiera comer. 21 Cuando los familiares de Jesús supieron lo que hacía, fueron para llevárselo, porque decían que se había vuelto loco.

22 Pero los maestros de la Ley que habían llegado de Jerusalén decían: «Este hombre tiene a Beelzebú, el jefe de los demonios. Sólo por el poder que Beelzebú le da, puede expulsarlos.»

23 Entonces Jesús los llamó y les puso este ejemplo:

«¿Cómo puede Satanás expulsarse a sí mismo? 24 Si los habitantes de un país se pelean entre sí, el país acaba por destruirse. 25 Si los miembros de una familia se pelean unos contra otros, la familia también acabará por destruirse. 26 Y si Satanás lucha contra sí mismo, acabará con su propio reino.

27 »Si alguien quiere robar todo lo que hay en la casa de un hombre fuerte, primero tiene que atar a ese hombre.

28 »Les aseguro que Dios le perdonará a la gente cualquier pecado que haga, y todo lo malo que diga; 29 pero jamás perdonará a quien hable en contra del Espíritu Santo. ¡Eso nunca le será perdonado!»

30 Jesús dijo esto porque los maestros de la Ley pensaban que él tenía un espíritu malo.

La madre y los hermanos de Jesús

31-32 Mientras tanto, la madre y los hermanos de Jesús llegaron a la casa donde él estaba, pero prefirieron quedarse afuera y mandarlo a llamar. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le dijo:

—Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están allá afuera, y quieren hablar contigo.

33 Pero Jesús les preguntó:

—¿Quiénes son en verdad mi madre y mis hermanos?

34 Luego, miró a todos los que estaban sentados a su alrededor y dijo:

—¡Éstos son mi madre y mis hermanos! 35 Porque, en verdad, cualquiera que obedece a Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre.