Revised Common Lectionary (Complementary)
12 »Observa el sábado, y conságraselo al Señor tu Dios, tal como él te ha ordenado. 13 Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 14 pero observa el séptimo día como día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. De ese modo podrán descansar tu esclavo y tu esclava, lo mismo que tú. 15 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con gran despliegue de fuerza y de poder. Por eso el Señor tu Dios te manda observar el sábado.
Al director musical. Sígase la tonada de «La canción del lagar». Salmo de Asaf.
81 Cantad alegres a Dios, nuestra fortaleza;
¡aclamad con regocijo al Dios de Jacob!
2 ¡Entonad salmos!
¡Tocad ya la pandereta,
la lira y el arpa melodiosa!
3 Tocad el cuerno de carnero en la luna nueva,
y en la luna llena, día de nuestra fiesta.
4 Este es un decreto para Israel,
una ordenanza del Dios de Jacob.
5 Lo estableció como un pacto con José
cuando salió de la tierra de Egipto.
Escucho un idioma que no entiendo:
6 «Te he quitado la carga de los hombros;
tus manos se han librado del pesado cesto.
7 En tu angustia me llamaste, y te libré;
oculto en el nubarrón te respondí;
en las aguas de Meribá te puse a prueba. Selah
8 »Escucha, pueblo mío, mis advertencias;
¡ay, Israel, si tan solo me escucharas!
9 No tendrás ningún dios extranjero,
ni te inclinarás ante ningún dios extraño.
10 Yo soy el Señor tu Dios,
que te sacó de la tierra de Egipto.
Abre bien la boca, y te la llenaré.
5 No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor; nosotros no somos más que servidores vuestros por causa de Jesús. 6 Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas,[a] hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo.
7 Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros. 8 Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; 9 perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos. 10 Dondequiera que vamos, siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo. 11 Pues a nosotros, los que vivimos, siempre se nos entrega a la muerte por causa de Jesús, para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo[b] mortal. 12 Así que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros, la vida.
Señor del sábado(A)(B)
23 Un sábado, al cruzar Jesús los sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar a su paso unas espigas de trigo.
24 ―Mira —le preguntaron los fariseos—, ¿por qué hacen ellos lo que está prohibido hacer en sábado?
25 Él les contestó:
―¿Nunca habéis leído lo que hizo David en aquella ocasión, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre y pasaron necesidad? 26 Entró en la casa de Dios cuando Abiatar era el sumo sacerdote, y comió los panes consagrados a Dios, que solo a los sacerdotes les es permitido comer. Y dio también a sus compañeros.
27 »El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado —añadió—. 28 Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado».
3 En otra ocasión entró en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. 2 Algunos que buscaban un motivo para acusar a Jesús no le quitaban la vista de encima para ver si sanaba al enfermo en sábado. 3 Entonces Jesús le dijo al hombre de la mano paralizada:
―Ponte de pie frente a todos.
4 Luego dijo a los otros:
―¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o matar?
Pero ellos permanecieron callados. 5 Jesús se quedó mirándoles, enojado y entristecido por la dureza de su corazón, y dijo al hombre:
―Extiende la mano.
La extendió, y la mano quedó restablecida. 6 Tan pronto como salieron los fariseos, comenzaron a tramar con los herodianos cómo matar a Jesús.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® (Castellano) © 1999, 2005, 2017 por