Revised Common Lectionary (Complementary)
Dios lo sabe todo
(1a) Del maestro de coro. Salmo de David.
139 (1b) Señor, tú me has examinado y me conoces;
2 tú conoces todas mis acciones;
aun de lejos te das cuenta de lo que pienso.
3 Sabes todas mis andanzas,
¡sabes todo lo que hago!
4 Aún no tengo la palabra en la lengua,
y tú, Señor, ya la conoces.
5 Por todos lados me has rodeado;
tienes puesta tu mano sobre mí.
6 Sabiduría tan admirable está fuera de mi alcance;
¡es tan alta que no alcanzo a comprenderla!
13 Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo;
tú me formaste en el vientre de mi madre.
14 Te alabo porque estoy maravillado,
porque es maravilloso lo que has hecho.
¡De ello estoy bien convencido!
15 No te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo
mientras yo era formado en lo secreto,
mientras era formado en lo más profundo de la tierra.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo en formación;
todo eso estaba escrito en tu libro.
Habías señalado los días de mi vida
cuando aún no existía ninguno de ellos.
17 Oh Dios,
qué profundos me son tus pensamientos;
¡infinito es el conjunto de ellos!
18 Si yo quisiera contarlos, serían más que la arena;
y si acaso terminara, aún estaría contigo.
Muerte de Josué(A)
6 Cuando Josué se despidió de los israelitas, cada uno se fue a tomar posesión de la tierra que le había tocado. 7 Mientras él vivió, los israelitas mantuvieron el culto al Señor; y también mientras vivieron los ancianos que sobrevivieron a Josué, que habían visto todos los grandes hechos del Señor en favor de Israel. 8 Pero murió Josué, a la edad de ciento diez años, 9 y lo enterraron en su propio terreno de Timnat-sérah, que está al norte del monte de Gaas, en los montes de Efraín. 10 Murieron también todos los israelitas de la época de Josué. Y así, los que nacieron después no sabían nada del Señor ni de sus hechos en favor de Israel.
Los israelitas abandonan al Señor
11 Pero los hechos de los israelitas fueron malos a los ojos del Señor, pues empezaron a adorar a las diferentes representaciones de Baal. 12 Dejaron al Señor, el Dios de sus antepasados que los había sacado de Egipto, y se entregaron a adorar a los dioses de la gente que vivía alrededor, provocando así el enojo del Señor. 13 Dejaron al Señor por adorar a Baal y a las diferentes representaciones de Astarté, 14 y por eso el Señor se enojó contra Israel e hizo que los ladrones los despojaran de lo que tenían, y que sus enemigos de los alrededores los derrotaran sin que ellos pudieran hacerles frente. 15 Cada vez que ellos marchaban a la batalla, el Señor se ponía en su contra y les iba mal, según él mismo se lo había anunciado.
Sin embargo, aunque el Señor puso a los israelitas en aprietos,
Respuesta a la acusación de tener una actitud doble
10 Yo, Pablo, les ruego a ustedes, por la ternura y la bondad de Cristo, aunque digan que cuando estoy entre ustedes soy muy tímido, y muy atrevido cuando estoy lejos. 2 Pues bien, les ruego que, cuando vaya a verlos, no me obliguen a ser atrevido con quienes nos acusan de hacer las cosas por motivos puramente humanos, pues estoy dispuesto a enfrentarme con ellos. 3 Es cierto que somos humanos, pero no luchamos como los hombres de este mundo. 4 Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones 5 y toda altanería que pretenda impedir que se conozca a Dios. Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que lo obedezca a él, 6 y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia, una vez que ustedes obedezcan perfectamente.
7 Fíjense en lo que es evidente. Si alguno está seguro de ser de Cristo, debe tener en cuenta que también nosotros somos de Cristo. 8 Y aunque yo insista un poco más de la cuenta en nuestra autoridad, no tengo por qué avergonzarme; pues el Señor nos dio la autoridad para edificación de la comunidad y no para destruirla. 9 No quiero que parezca que trato de asustarlos con mis cartas. 10 Hay quien dice que mis cartas son duras y fuertes, pero que en persona no impresiono a nadie, ni impongo respeto al hablar. 11 Pero el que esto dice debe saber también que, así como somos con palabras y por carta estando lejos de ustedes, así seremos con hechos cuando estemos entre ustedes.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.