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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 40:1-8

Dios es mi libertador

SALMO 40 (39)

Himno de David.

40 Toda mi esperanza
la tengo puesta en Dios,
pues aceptó atender mis ruegos.
Mi vida corría peligro,
y él me libró de la muerte;
me puso sobre una roca,
me puso en lugar seguro.
Me enseñó un nuevo himno
para cantarle alabanzas.
Muchos, al ver esto,
se sintieron conmovidos
y confiaron en mi Dios.

Dios bendice
a los que en él confían,
a los que rechazan a los orgullosos
que adoran dioses falsos.

Mi Señor y Dios,
me faltan palabras para contar
los muchos planes y maravillas
que has hecho en nuestro favor.
Quisiera mencionarlos todos,
pero me resulta imposible.

Tú no pides sacrificios
a cambio de tu perdón;
tan sólo nos pides obediencia.
Por eso te he dicho:
«Aquí me tienes».
Así me lo enseña
la Ley de Moisés.
Dios mío,
cumplir tu voluntad
es mi más grande alegría;
¡tus enseñanzas las llevo
muy dentro de mí!

Oseas 8:11-14

11 »Israelitas,
ustedes han construido muchos altares,
que sólo les sirven para pecar.
12 Yo les di muchas enseñanzas,
y se las puse por escrito,
pero ustedes las despreciaron.
13 Les encanta presentar ofrendas,
y luego se comen la carne
de los animales que presentan;
pero todo eso me disgusta.
Yo soy su Dios,
y tengo presente sus muchos pecados.
Por eso los voy a castigar,
y volverán a ser esclavos de Egipto.

14 »Israelitas, ustedes se olvidan de mí,
que soy su creador.
Construyen palacios,
edifican ciudades y altas murallas,
pero yo le prenderé fuego
a todo lo que construyan».

Oseas 10:1-2

10 »Ustedes, israelitas,
llegaron a ser muy ricos;
¡parecían viñas cargadas de uvas!
Pero mientras más ricos eran,
más templos construían para sus dioses;
mientras más fértil era su tierra,
más bellos eran los monumentos
que construían para sus ídolos.

»Por eso Dios los va a castigar;
destruirá sus templos y monumentos,
y les hará pagar por su pecado,
pues quieren al mismo tiempo
amar a Dios y a los dioses falsos.

Hebreos 13:1-16

¿Cómo debe vivir el cristiano?

13 Ámense siempre los unos a los otros, como hermanos en Cristo. No se olviden de recibir bien a la gente que llegue a sus casas, pues de ese modo mucha gente, sin darse cuenta, ha recibido ángeles.

Preocúpense por los hermanos que están en la cárcel y por los que han sido maltratados. Piensen cómo se sentirían ustedes si estuvieran en la misma situación.

Todos deben considerar el matrimonio como algo muy valioso. El esposo y la esposa deben ser fieles el uno al otro, porque Dios castigará a los que tengan relaciones sexuales prohibidas y sean infieles en el matrimonio.

No vivan preocupados por tener más dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho en la Biblia:

«Nunca te dejaré desamparado.»

Por eso, podemos repetir con toda confianza lo que dice la Biblia:

«No tengo miedo.
Nadie puede hacerme daño
porque Dios me ayuda.»

Piensen en los líderes que les anunciaron el mensaje de Dios, pues ellos confiaron siempre en Dios. Piensen mucho en ellos y sigan su ejemplo.

Jesucristo nunca cambia: es el mismo ayer, hoy y siempre. Por eso, no hagan caso de enseñanzas extrañas, que no tienen nada que ver con lo que Jesucristo nos enseñó. Esas reglas acerca de lo que se debe comer, y de lo que no se debe comer, nunca han ayudado a nadie. Es mejor que nos dé fuerzas el amor de Dios.

10 Los sacerdotes del antiguo lugar de culto no tienen derecho a comer de lo que hay en nuestro altar. 11 El Jefe de los sacerdotes lleva al antiguo lugar de culto la sangre de los animales sacrificados, para ofrecérsela a Dios y pedir el perdón por los pecados. Sin embargo, los cuerpos de esos animales se queman fuera del lugar donde vive el pueblo. 12 Del mismo modo, Jesús murió fuera de la ciudad de Jerusalén para que, por medio de su sangre, Dios perdonara a su pueblo. 13 Por eso, también nosotros debemos salir junto con Jesús, y compartir con él la vergüenza que le hicieron pasar al clavarlo en una cruz. 14 Porque en este mundo no tenemos una ciudad que dure para siempre, sino que vamos al encuentro de la ciudad que está por venir. 15 Nuestra ofrenda a Dios es darle gracias siempre, por medio de Jesucristo, pues hemos dicho que él es nuestro Señor.

16 Nunca se olviden de hacer lo bueno, ni de compartir lo que tienen con los que no tienen nada. Ésos son los sacrificios que agradan a Dios.