Revised Common Lectionary (Complementary)
Alef
[a]119 Felices son los íntegros,
los que siguen las enseñanzas del Señor.
2 Felices son los que obedecen sus leyes
y lo buscan con todo el corazón.
3 No negocian con el mal
y andan solo en los caminos del Señor.
4 Nos has ordenado
que cumplamos cuidadosamente tus mandamientos.
5 ¡Oh, cuánto deseo que mis acciones
sean un vivo reflejo de tus decretos!
6 Entonces no tendré vergüenza
cuando compare mi vida con tus mandatos.
7 A medida que aprendo tus justas ordenanzas,
te daré las gracias viviendo como debo hacerlo.
8 Obedeceré tus decretos;
¡por favor, no te des por vencido conmigo!
Un llamado a volver al Señor
30 »En el futuro, cuando experimentes todas las bendiciones y las maldiciones que te detallé y estés viviendo entre las naciones a las que el Señor tu Dios te haya desterrado, toma muy en serio todas estas instrucciones. 2 Si en aquel tiempo, tú y tus hijos regresan al Señor tu Dios, y si obedecen con todo el corazón y con toda el alma los mandatos que te entrego hoy, 3 entonces el Señor tu Dios te devolverá tu bienestar. Tendrá misericordia de ti y te volverá a reunir de entre todas las naciones por donde te dispersó. 4 Aunque estés desterrado en los extremos de la tierra,[a] el Señor tu Dios te traerá de allí y te reunirá nuevamente. 5 El Señor tu Dios te hará volver a la tierra que perteneció a tus antepasados, y será tuya de nuevo. ¡Entonces te hará aún más próspero y numeroso que tus antepasados!
6 »El Señor tu Dios cambiará tu corazón[b] y el de tus descendientes, para que lo ames con todo el corazón y con toda el alma, y para que tengas vida. 7 El Señor tu Dios impondrá todas esas maldiciones a tus enemigos y a los que te odian y te persiguen. 8 Así volverás a obedecer al Señor y cumplirás todos sus mandatos, los que yo te entrego hoy.
9 »Entonces el Señor tu Dios te prosperará en todo lo que hagas. Te dará muchos hijos, una gran cantidad de animales y hará que tus campos produzcan cosechas abundantes, porque el Señor volverá a deleitarse en ser bondadoso contigo como lo fue con tus antepasados.
Jesús enseña acerca de la pureza interior
15 En ese momento, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa llegaron desde Jerusalén para ver a Jesús.
2 —¿Por qué tus discípulos desobedecen nuestra antigua tradición?—le preguntaron—. No respetan la ceremonia de lavarse las manos antes de comer.
3 Jesús les respondió:
—¿Y por qué ustedes, por sus tradiciones, violan los mandamientos directos de Dios? 4 Por ejemplo, Dios dice: “Honra a tu padre y a tu madre”[a] y “Cualquiera que hable irrespetuosamente de su padre o de su madre tendrá que morir”[b]. 5 Sin embargo, ustedes dicen que está bien que uno les diga a sus padres: “Lo siento, no puedo ayudarlos porque he jurado darle a Dios lo que les hubiera dado a ustedes”. 6 De esta manera, ustedes afirman que no hay necesidad de honrar a los padres;[c] y entonces anulan la palabra de Dios por el bien de su propia tradición. 7 ¡Hipócritas! Isaías tenía razón cuando profetizó acerca de ustedes, porque escribió:
8 “Este pueblo me honra con sus labios,
pero su corazón está lejos de mí.
9 Su adoración es una farsa
porque enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Dios”[d] .
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