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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 146

146 ¡Alabado sea el Señor!

Que todo lo que soy alabe al Señor.
    Alabaré al Señor mientras viva;
    cantaré alabanzas a mi Dios con el último aliento.

No pongan su confianza en los poderosos;
    no está allí la ayuda para ustedes.
Ellos, al dar su último suspiro, vuelven al polvo,
    y todos sus planes mueren con ellos.
Pero felices son los que tienen como ayudador al Dios de Israel,[a]
    los que han puesto su esperanza en el Señor su Dios.
Él hizo el cielo y la tierra,
    el mar y todo lo que hay en ellos.
    Él cumple todas sus promesas para siempre.
Hace justicia al oprimido
    y da alimento al que tiene hambre.
El Señor libera a los prisioneros.
    El Señor abre los ojos de los ciegos.
El Señor levanta a los agobiados.
    El Señor ama a los justos.
El Señor protege a los extranjeros que viven entre nosotros.
    Cuida de los huérfanos y las viudas,
    pero frustra los planes de los perversos.

10 El Señor reinará por siempre.
    Él será tu Dios, oh Jerusalén,[b] por todas las generaciones.

¡Alabado sea el Señor!

Isaías 33:1-9

Mensaje acerca de Asiria

33 ¡Qué aflicción les espera a ustedes, asirios, que han destruido a otros,[a]
    pero nunca han sido destruidos!
Traicionan a los demás,
    pero nunca han sido traicionados.
Cuando terminen de destruir,
    serán destruidos.
Cuando terminen de traicionar,
    serán traicionados.
Pero tú, Señor, ten misericordia de nosotros,
    porque hemos esperado en ti.
Sé nuestro brazo fuerte cada día
    y nuestra salvación en los tiempos difíciles.
El enemigo corre al sonido de tu voz;
    cuando te pones en pie, ¡las naciones huyen!
Así como la oruga y la langosta despojan los campos y las vides,
    de la misma forma será despojado el ejército caído de Asiria.

Aunque el Señor es muy grande y vive en el cielo,
    hará de Jerusalén[b] el hogar de su justicia y rectitud.
En aquel día, él será tu cimiento seguro,
    y te proveerá de una abundante reserva de salvación, sabiduría y conocimiento;
    el temor del Señor será tu tesoro.

Pero ahora tus valientes guerreros lloran en público;
    tus embajadores de paz lloran con amarga desilusión.
Tus caminos están abandonados;
    ya nadie viaja por ellos.
Los asirios rompieron su tratado de paz
    y no les importan las promesas que hicieron delante de testigos;[c]
    no le tienen respeto a nadie.
La tierra de Israel se marchita con el duelo;
    el Líbano se seca a causa de la vergüenza.
La llanura de Sarón es ahora un desierto;
    Basán y el Carmelo han sido saqueados.

Mateo 15:21-31

La fe de una mujer gentil

21 Luego Jesús salió de Galilea y se dirigió al norte, a la región de Tiro y Sidón. 22 Una mujer de los gentiles,[a] que vivía allí, se le acercó y le rogó: «¡Ten misericordia de mí, oh Señor, Hijo de David! Pues mi hija está poseída por un demonio que la atormenta terriblemente».

23 Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos le pidieron que la despidiera. «Dile que se vaya—dijeron—. Nos está molestando con sus súplicas».

24 Entonces Jesús le dijo a la mujer:

—Fui enviado para ayudar solamente a las ovejas perdidas de Dios, el pueblo de Israel.

25 Ella se acercó y lo adoró, y le rogó una vez más:

—¡Señor, ayúdame!

26 Jesús le respondió:

—No está bien tomar la comida de los hijos y arrojársela a los perros.

27 —Es verdad, Señor—respondió la mujer—, pero hasta a los perros se les permite comer las sobras que caen bajo la mesa de sus amos.

28 —Apreciada mujer—le dijo Jesús—, tu fe es grande. Se te concede lo que pides.

Y al instante la hija se sanó.

Jesús sana a mucha gente

29 Jesús regresó al mar de Galilea, subió a una colina y se sentó. 30 Una inmensa multitud le llevó a personas cojas, ciegas, lisiadas, mudas y a muchas más. Las pusieron delante de Jesús y él las sanó a todas. 31 ¡La multitud quedó asombrada! Los que no podían hablar, ahora hablaban; los lisiados quedaron sanos, los cojos caminaban bien y los ciegos podían ver; y alababan al Dios de Israel.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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