Revised Common Lectionary (Complementary)
Salmo 130
Clamor de un pecador
Cántico de ascenso gradual.
130 Desde lo más profundo, oh Señor(A), he clamado a Ti.
2 ¡Señor, oye mi voz(B)!
Estén atentos Tus oídos(C)
A la voz de mis súplicas(D).
3 Señor, si Tú tuvieras en cuenta las iniquidades,
¿Quién, oh Señor, podría permanecer(E)?
4 Pero en Ti hay perdón(F),
Para que seas temido(G).
5 ¶Espero en el Señor; en Él espera mi alma(H),
Y en Su palabra tengo mi esperanza(I).
6 Mi alma espera al Señor
Más que los centinelas a la mañana;
Sí, más que los centinelas a la mañana(J).
7 Oh Israel, espera en el Señor(K),
Porque en el Señor hay misericordia(L),
Y en Él hay abundante redención(M);
8 Él redimirá a Israel
De todas sus iniquidades(N).
El huerto del Edén
4 Estos son los orígenes[a] de los cielos y de la tierra cuando fueron creados(A), el día en que el Señor Dios hizo la tierra y los cielos(B). 5 Aún no había ningún arbusto del campo en la tierra, ni había aún brotado ninguna planta[b] del campo(C), porque el Señor Dios no había enviado lluvia sobre la tierra(D), ni había hombre para labrar[c] la tierra. 6 Pero se levantaba de la tierra un vapor[d] que regaba toda la superficie[e] del suelo.
7 Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra(E), y sopló en su nariz el aliento de vida, y fue el hombre un ser[f] viviente(F). 8 Y el Señor Dios plantó un huerto hacia el oriente, en Edén(G), y puso allí al hombre que había formado. 9 El Señor Dios hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer(H). Asimismo, en medio del huerto, hizo brotar el árbol de la vida y el árbol del conocimiento[g] del bien y del mal(I).
10 Del Edén salía un río(J) para regar el huerto, y de allí se dividía y se convertía en otros cuatro ríos[h]. 11 El nombre del primero es Pisón. Este es el que rodea toda la tierra de Havila(K), donde hay oro. 12 El oro de aquella tierra es bueno; allí hay bedelio y ónice. 13 El nombre del segundo río es Gihón. Este es el que rodea la tierra de Cus. 14 El nombre del tercer río es Tigris[i](L). Este es el que corre[j] al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates[k](M).
Parábola del sembrador
4 (A)Habiéndose congregado una gran multitud y los que de varias ciudades acudían a Jesús, entonces les habló por medio de una parábola: 5 «El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron. 6 Otra parte cayó sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no tenía humedad. 7 Otra parte cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella, la ahogaron. 8 Y otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno». Al hablar estas cosas, Jesús exclamaba: «El que tiene oídos para oír, que oiga(B)».
Explicación de la parábola
9 (C)Sus discípulos le preguntaban qué quería decir esta parábola, 10 y Él respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios(D), pero a los demás les hablo en parábolas, para que viendo, no vean; y oyendo, no entiendan(E).
11 La parábola es esta: la semilla es la palabra de Dios(F) . 12 Aquellos a lo largo del camino son los que han oído, pero después viene el diablo y arrebata la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. 13 Aquellos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero[a]no tienen raíz profunda; creen[b]por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben. 14 La semilla que cayó entre los espinos, son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura. 15 Pero la semilla en la tierra buena, son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con su perseverancia.
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