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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Isaías 35:4-7

Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza; con recompensa de Dios vendrá, y os salvará él mismo.

Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se destaparán.

Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque serán alumbradas aguas en el desierto, y torrentes en la soledad.

El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manantiales de agua; en la morada de los chacales se guarecerán los rebaños; será un vallado de cañas y juncos.

Salmos 146

Alabanza por la justicia de Dios

Aleluya.

146 Alaba, oh alma mía, a Jehová.
Alabaré a Jehová en mi vida;
Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.

No confiéis en los príncipes,
Ni en hijo de hombre, porque no hay en él poder para salvar.
Pues expira, y vuelve a la tierra;
En ese mismo día perecen sus proyectos.

Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,
Cuya esperanza está en Jehová su Dios,
El cual hizo los cielos y la tierra,
El mar, y todo lo que en ellos hay;
Que guarda verdad para siempre,
Que hace justicia a los agraviados,
Que da pan a los hambrientos.
Jehová liberta a los cautivos;
Jehová abre los ojos a los ciegos;
Jehová endereza a los encorvados;
Jehová ama a los justos.
Jehová protege a los extranjeros;
Al huérfano y a la viuda sostiene,
Y trastorna el camino de los impíos.

10 Reinará Jehová para siempre;
Tu Dios, oh Sión, de generación en generación.
Aleluya.

Santiago 2:1-10

El respeto debido a los pobres

Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.

Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso,

y prestáis especial atención al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;

¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?

Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?

Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos mismos los que os arrastran a los tribunales?

¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?

Si en verdad cumplís la ley regia, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;

pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.

10 Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero ofende en un punto, se hace culpable de todos.

Santiago 2:11-13

11 Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también dijo: No cometerás homicidio. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero cometes homicidio, ya te has hecho transgresor de la ley.

12 Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.

13 Porque el juicio será sin misericordia para aquel que no haga misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.

Santiago 2:14-17

La fe sin obras es muerta

14 Hermanos míos, ¿de qué sirve que alguien diga que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá esa fe salvarle?

15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del sustento diario,

16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué sirve?

17 Así también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma.

Marcos 7:24-37

La fe de la mujer sirofenicia

24 Se levantó de allí y marchó a las cercanías de Tiro. Entró en una casa, y deseaba que nadie lo supiese, pero no pudo quedar oculto,

25 sino que, en seguida, una mujer que había oído hablar de él, y cuya hijita estaba poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies.

26 Y la mujer era griega, de raza sirofenicia. Y le rogaba que arrojase de su hija al demonio.

27 Pero él le decía: Deja primero que se sacien los hijos; pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.

28 Ella le respondió y le dijo: Cierto, Señor; pero también los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos.

29 Él, entonces, le dijo: Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija.

30 Ella se marchó a su casa y encontró a la niña echada en la cama, y que el demonio había salido.

Jesús sana a un sordomudo

31 Volvió a salir de los términos de Tiro y se dirigió a través de Sidón al mar de Galilea, por en medio de la región de la Decápolis.

32 Y le traen un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le suplican que ponga la mano sobre él.

33 Él lo tomó a solas, apartado de la multitud, metió sus dedos en los oídos de él, y escupiendo le tocó la lengua.

34 Luego alzó los ojos al cielo, lanzó un hondo suspiro y le dijo: Efatá, es decir, ábrete.

35 Y se abrieron sus oídos, se le soltó la atadura de la lengua, y comenzó a hablar correctamente.

36 Y les ordenó que no lo dijesen a nadie; pero cuanto más se lo ordenaba, tanto más ampliamente lo proclamaban ellos.

37 Estaban sumamente atónitos y decían: Todo lo ha hecho bien; lo mismo hace oír a los sordos que hablar a los mudos.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.