Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 6

Para el director del coro: salmo de David; acompáñese con instrumento de ocho cuerdas.[a]

Oh Señor, no me reprendas en tu enojo
    ni me disciplines en tu ira.
Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil;
    sáname, Señor, porque mis huesos agonizan.
Mi corazón está angustiado;
    ¿cuánto falta, oh Señor, para que me restaures?

Vuelve, oh Señor, y rescátame;
    por tu amor inagotable, sálvame.
Pues los muertos no se acuerdan de ti;
    ¿quién puede alabarte desde la tumba[b]?

Estoy agotado de tanto llorar.
    Toda la noche inundo mi cama con llanto;
    la empapo con mis lágrimas.
El dolor me nubla la vista;
    tengo los ojos gastados a causa de todos mis enemigos.

Váyanse, todos ustedes que hacen el mal,
    porque el Señor ha oído mi llanto.
El Señor ha escuchado mi ruego;
    el Señor responderá a mi oración.
10 Que todos mis enemigos sean deshonrados y aterrorizados;
    que retrocedan de golpe, avergonzados.

2 Crónicas 26:1-21

Uzías gobierna sobre Judá

26 Todo el pueblo de Judá había coronado a Uzías, hijo de Amasías, quien tenía dieciséis años de edad, para que reinara en lugar de su padre. Después de la muerte de su padre, Uzías reconstruyó la ciudad de Elat[a] y la restituyó a Judá.

Uzías tenía dieciséis años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén cincuenta y dos años. Su madre se llamaba Jecolías y era de Jerusalén. El rey hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, así como su padre Amasías. Uzías buscó a Dios en el tiempo de Zacarías, quien le enseñó a temer a Dios;[b] y mientras el rey buscó la dirección del Señor, Dios le dio éxito.

Uzías declaró la guerra a los filisteos y derribó las murallas de Gat, Jabnia y Asdod. Luego construyó nuevas ciudades en la región de Asdod y en otras partes de Filistea. Dios lo ayudó en las guerras contra los filisteos, en sus batallas contra los árabes de Gur[c] y en sus guerras contra los meunitas. Los meunitas[d] le pagaban un tributo anual, y la fama del rey se extendió incluso hasta Egipto, porque había llegado a ser muy poderoso.

Uzías construyó torres fortificadas en Jerusalén en la puerta de la Esquina, en la puerta del Valle y en el ángulo de la muralla. 10 También construyó fuertes en el desierto y cavó muchas cisternas de agua, porque tenía grandes manadas de animales en las colinas de Judá[e] y en las llanuras. También era un hombre que amaba la tierra. Tenía muchos trabajadores que cuidaban de sus granjas y de sus viñedos, tanto en las laderas como en los valles fértiles.

11 Uzías tenía un ejército de guerreros bien entrenados, listos para marchar a la batalla, unidad por unidad. Este ejército había sido reunido y organizado por Jeiel, el secretario del ejército, y por su ayudante Maaseías. Estaban bajo el mando de Hananías, uno de los funcionarios del rey. 12 Estos regimientos de poderosos guerreros eran comandados por 2600 jefes de clanes. 13 El ejército estaba formado por 307.500 hombres, todos soldados selectos. Estaban preparados para ayudar al rey contra cualquier enemigo.

14 Uzías proveyó a todo el ejército de escudos, lanzas, cascos, cotas de malla, arcos y piedras para hondas. 15 También edificó estructuras sobre las murallas de Jerusalén, diseñadas por expertos para proteger a los que disparaban flechas y lanzaban grandes piedras[f] desde las torres y las esquinas de la muralla. Su fama se extendió por todas partes porque el Señor le dio maravillosa ayuda, y llegó a ser muy poderoso.

Pecado y castigo de Uzías

16 Pero cuando llegó a ser poderoso, Uzías también se volvió orgulloso, lo cual resultó en su ruina. Pecó contra el Señor su Dios cuando entró al santuario del templo del Señor y personalmente quemó incienso sobre el altar del incienso. 17 Azarías, el sumo sacerdote, fue tras él junto con ochenta sacerdotes del Señor, todos ellos hombres valientes. 18 Enfrentaron al rey Uzías y le dijeron: «No es a usted, Uzías, a quien corresponde quemar incienso al Señor. Eso es función exclusiva de los sacerdotes, los descendientes de Aarón, los cuales son apartados para este servicio. Salga del santuario, porque ha pecado. ¡El Señor Dios no le honrará por esto!».

19 Uzías, que tenía en sus manos un recipiente para quemar incienso, se puso furioso; y mientras expresaba su rabia contra los sacerdotes, ante el altar del incienso en el templo del Señor, de pronto le brotó lepra[g] en la frente. 20 Cuando Azarías, el sumo sacerdote, y los demás sacerdotes vieron la lepra, lo sacaron del templo a toda prisa. El propio rey estaba ansioso por salir porque el Señor lo había herido. 21 De modo que el rey Uzías tuvo lepra hasta el día de su muerte. Vivió aislado en una casa aparte, porque fue excluido del templo del Señor. Su hijo Jotam quedó encargado del palacio real y él gobernaba a los habitantes del reino.

Hechos 3:1-10

Pedro sana a un mendigo cojo

Cierta tarde, Pedro y Juan fueron al templo para participar en el servicio de oración de las tres de la tarde. Mientras se acercaban al templo, llevaban cargando a un hombre cojo de nacimiento. Todos los días lo ponían junto a la puerta del templo, la que se llama Hermosa, para que pidiera limosna a la gente que entraba. Cuando el hombre vio que Pedro y Juan estaban por entrar, les pidió dinero.

Pedro y Juan lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: «¡Míranos!». El hombre lisiado los miró ansiosamente, esperando recibir un poco de dinero, pero Pedro le dijo: «Yo no tengo plata ni oro para ti, pero te daré lo que tengo. En el nombre de Jesucristo de Nazaret,[a] ¡levántate y[b] camina!».

Entonces Pedro tomó al hombre lisiado de la mano derecha y lo ayudó a levantarse. Y, mientras lo hacía, al instante los pies y los tobillos del hombre fueron sanados y fortalecidos. ¡Se levantó de un salto, se puso de pie y comenzó a caminar! Luego entró en el templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios.

Toda la gente lo vio caminar y lo oyó adorar a Dios. 10 Cuando se dieron cuenta de que él era el mendigo cojo que muchas veces habían visto junto a la puerta Hermosa, ¡quedaron totalmente sorprendidos!

Nueva Traducción Viviente (NTV)

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.