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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Jonás 3:10-4:11

10 Cuando Dios vio que los ninivitas estaban dispuestos a dejar su mala conducta, decidió no destruirlos como había planeado.

Enojo de Jonás

Esto hizo que Jonás se sintiera muy enojado. Se quejó de ello ante el Señor:

Señor, esto es exactamente lo que pensé que harías, cuando todavía estaba en mi tierra y me dijiste que viniera a Nínive. Por esta razón hui a Tarsis. Yo sabía que eres un Dios compasivo, misericordioso, que te cuesta mucho enojarte y que eres lleno de bondad. Yo sabía que con facilidad dejarías la idea de destruir a este pueblo. Señor, es mejor que me mates; prefiero la muerte antes que la vida, porque nada de lo que les anuncié ocurrirá.

―¿Crees que es correcto que te enojes tanto por esto? —le respondió el Señor.

Jonás salió de la ciudad y se sentó malhumorado al oriente de ella. Allí se hizo una enramada para que le hiciera sombra, mientras esperaba a ver si le pasaba algo a la ciudad. Dios el Señor hizo que creciera rápidamente una calabacera, la cual extendió sus hojas sobre la cabeza de Jonás, haciéndole sombra. Esto hizo que Jonás se sintiera muy cómodo y contento.

Pero Dios también preparó un gusano. A la mañana siguiente el gusano picó la calabacera, y esta se marchitó y se secó. Cuando el sol salió, Dios ordenó que soplara un viento muy caliente. Debido al intenso calor, Jonás estuvo a punto de desmayarse, y deseó la muerte. Así que exclamó: «¡Mejor sería estar muerto que sufrir este padecimiento!».

―¿Crees que es justo que te enojes tanto porque se secó la planta? —le preguntó Dios a Jonás.

―¡Claro que sí es justo! —respondió Jonás—. ¡Es tanta la rabia que tengo, que prefiero la muerte!

10 Entonces el Señor le dijo:

―Sientes lástima porque fue destruida la planta que te daba sombra, aunque tú no trabajaste en ella y, que de todos modos, es de corta vida. 11 Y ¿por qué no iba yo a tener lástima de la gran ciudad de Nínive, con sus ciento veinte mil habitantes que no saben distinguir entre lo bueno y lo malo, y de todo su ganado?

Salmos 145:1-8

Salmo de alabanza. De David.

145 Te alabaré, Dios y rey mío, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.

¡Grande es el Señor, y digno de toda alabanza; su grandeza no se puede comprender! Que cada generación diga a sus hijos las grandes cosas que él hace. En tu gloria, esplendor, majestad y milagros meditaré. En toda lengua estarán tus imponentes hechos; proclamaré tu grandeza. Todo el mundo dirá cuán bueno eres y cantará con alegría por tu justicia.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y lleno de amor.

Filipenses 1:21-30

21 Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. 22 Pero si el seguir viviendo en este mundo significa para mí que haré un buen trabajo, entonces no sé que elegir. 23 Realmente me es difícil elegir cualquiera de las dos posibilidades. Deseo morir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor; 24 pero por el bien de ustedes es aún conveniente que me quede en este mundo. 25 Por eso, estoy convencido de que lo mejor es que me quede y continúe con todos ustedes para ayudarlos en el alegre crecimiento de su fe. 26 Así, cuando yo vuelva, tendrán más razón para estar orgullosos de mí en Cristo Jesús.

27 Pase lo que pase, vivan de manera digna, de acuerdo con el evangelio de Cristo, porque ya sea que vaya a verlos o que, estando ausente, sólo reciba noticias de ustedes, sabré que siguen firmes y unidos, luchando juntos por la fe del evangelio. 28 No les tengan miedo alguno a sus enemigos, porque para ellos es señal de destrucción; en cambio, para ustedes, es señal de salvación, y esto proviene de Dios. 29 A ustedes se les ha dado no sólo el privilegio de creer en Cristo, sino también de sufrir por él. 30 Ustedes están en la misma lucha que antes yo estaba. Y yo aún continúo luchando.

Mateo 20:1-16

Parábola de los viñadores

20 »El reino de los cielos es también semejante al dueño de una finca que sale por la mañana a contratar obreros para recoger la cosecha. Conviene con ellos en pagarles un denario al día, que es el salario normal, y los pone a trabajar. Un par de horas más tarde, al pasar por la plaza y ver a varios hombres que andan en busca de trabajo, los envía al campo con la promesa de que les pagará lo que sea justo al final de la jornada.

»Al mediodía y a las tres de la tarde hace lo mismo.

»A las cinco de la tarde se encuentra en el pueblo a otros desocupados y les pregunta: “¿Por qué no están trabajando?”. “Porque nadie nos ha contratado”, le responden. “Pues váyanse a trabajar a mi finca, y les pagaré lo que sea justo”.

»Por la noche, el pagador fue llamando a cada uno de los obreros para pagarles, comenzando por los últimos que habían contratado. A los que llegaron a las cinco les pagó un denario. 10 Los que habían llegado primero, al ver lo que recibieron los que llegaron de último, pensaron que a ellos se les pagaría mucho más. Pero se les pagó también un denario.

11 »Claro, inmediatamente uno de ellos protestó ante el dueño: 12 “Esa gente trabajó sólo una hora y le están pagando lo mismo que a nosotros que trabajamos de sol a sol”.

13 »“Amigo”, le contestó el dueño, “¿no quedamos en que se te iba a pagar un denario al día? 14-15 Pues tómalo y vete. Y porque quiero pagarle a todos los trabajadores lo mismo, ¡no me vengas ahora con que es injusto que yo haga con mi dinero lo que me plazca! Por tanto, no tienes razón para enojarte”.

16 »Así, pues, los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros».

Nueva Biblia Viva (NBV)

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