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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 36

La misericordia de Dios

Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová

36 La maldad del impío me dice al corazón:
«No hay temor de Dios delante de sus ojos.»
Se jacta, por tanto, ante sus propios ojos,
de que su maldad no será hallada y aborrecida.
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude;
ha dejado de ser sensato y de hacer el bien.
Medita maldad sobre su cama,
está en camino no bueno,
el mal no aborrece.

Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia
y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.
Tu justicia es como los montes de Dios;
tus juicios, abismo grande.
Tú, Jehová, conservas al hombre y al animal.

¡Cuán preciosa, Dios, es tu misericordia!
¡Por eso los hijos de los hombres
se amparan bajo la sombra de tus alas!
Serán completamente saciados de la grosura de tu Casa
y tú les darás de beber del torrente de tus delicias,
porque contigo está el manantial de la vida;
en tu luz veremos la luz.
10 Extiende tu misericordia a los que te conocen,
y tu justicia a los rectos de corazón.
11 No me golpee con su pie el soberbio
ni me mueva la mano del impío.
12 Allí cayeron los malhechores;
¡fueron derribados para no levantarse jamás!

Génesis 47:13-26

13 No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave, por lo que desfallecían de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán. 14 Recogió entonces José todo el dinero que la tierra de Egipto y la tierra de Canaán le habían pagado por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa del faraón. 15 Cuando se acabó el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto a José, diciendo:

—Danos pan; ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero?

16 José respondió:

—Si se ha acabado el dinero, entregad vuestros ganados, y yo os daré trigo por vuestros ganados.

17 Trajeron ellos sus ganados a José, y José les dio alimentos a cambio de caballos, ovejas, vacas y asnos; los abasteció de pan aquel año a cambio de todos sus ganados. 18 Acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron:

—No ocultamos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado, y también el ganado es ya de nuestro señor. Nada ha quedado delante de nuestro señor, sino nuestros cuerpos y nuestra tierra. 19 ¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y nosotros y nuestra tierra seremos siervos del faraón; danos semilla para que vivamos y no muramos, y que no sea asolada la tierra.

20 Entonces compró José para el faraón toda la tierra de Egipto, pues los egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre que pesaba sobre ellos. La tierra pasó así a ser del faraón. 21 Y al pueblo lo hizo pasar a las ciudades, desde un extremo al otro del territorio de Egipto. 22 Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes recibían trigo del faraón y comían del trigo que el faraón les daba; por eso no vendieron su tierra.

23 Luego José dijo al pueblo:

—Os he comprado hoy, a vosotros y a vuestra tierra, para el faraón; aquí tenéis semilla para sembrar la tierra. 24 De los frutos daréis la quinta parte al faraón; las otras cuatro partes serán vuestras, para sembrar las tierras y para vuestra manutención, y también de los que están en vuestras casas, para que coman vuestros niños.

25 Ellos respondieron:

—La vida nos has dado. Hallemos gracia a los ojos de nuestro señor, y seamos siervos del faraón.

26 Entonces José puso por ley hasta hoy sobre la tierra de Egipto que se diera al faraón la quinta parte de las cosechas. Tan sólo la tierra de los sacerdotes no pasó a ser del faraón.

Marcos 8:14-21

La levadura de los fariseos(A)

14 Se olvidaron de llevar pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca. 15 Y él les mandó, diciendo:

—Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.

16 Discutían entre sí, diciendo:

—Es porque no trajimos pan.

17 Entendiéndolo Jesús, les dijo:

—¿Qué discutís?, ¿porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? 18 ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿No recordáis? 19 Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis?

Y ellos dijeron:

—Doce.

20 —Y cuando repartí los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis?

Y ellos dijeron:

—Siete.

21 Y les dijo:

—¿Cómo es que aún no entendéis?

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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