Revised Common Lectionary (Complementary)
18 No recordéis las cosas anteriores
ni consideréis las cosas del pasado(A).
19 He aquí, hago algo nuevo(B),
ahora acontece;
¿no lo percibís?
Aun en los desiertos haré camino
y ríos en el yermo(C).
20 Me glorificarán las bestias del campo,
los chacales(D) y los avestruces,
porque he puesto aguas en los desiertos
y ríos en el yermo(E),
para dar de beber a mi pueblo escogido.
21 El pueblo que yo he formado para mí(F)
proclamará mi alabanza(G).
22 Pero no me has invocado, Jacob,
sino que te has cansado de mí(H), Israel.
23 No me has traído las ovejas de tus holocaustos(I),
ni me has honrado con tus sacrificios(J).
No te he abrumado exigiendo[a] ofrendas[b](K),
ni te he cansado exigiendo[c] incienso(L).
24 No me has comprado con dinero caña aromática[d](M),
ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado;
por el contrario me has abrumado con tus pecados,
y me has cansado con tus iniquidades(N).
Oración en la enfermedad y en la tristeza
Para el director del coro. Salmo de David.
41 Bienaventurado el que piensa en el pobre[a](A);
en el día del mal[b] el Señor lo librará(B).
2 El Señor lo protegerá y lo mantendrá con vida(C),
y será bienaventurado[c] sobre la tierra(D);
y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos(E).
3 El Señor lo sostendrá en su lecho de enfermo;
en su enfermedad, restaurarás su salud[d].
4 Yo dije: Oh Señor, ten piedad de mí;
sana mi alma(F), porque contra ti he pecado(G).
5 Mis enemigos hablan mal contra mí(H), diciendo:
¿Cuándo morirá y perecerá su nombre?
6 Y si alguno viene a verme, habla falsedades[e](I);
su corazón recoge iniquidad para sí;
cuando sale fuera, lo publica.
7 Todos los que me odian murmuran a una contra mí;
traman hacerme daño(J), diciendo:
8 Una cosa del demonio[f] ha sido derramada sobre[g] él,
así que cuando se acueste, no volverá a levantarse(K).
9 Aun mi íntimo amigo en quien yo confiaba,
el que de mi pan comía,
contra mí ha levantado su calcañar(L).
10 Pero tú, oh Señor, ten piedad de mí y levántame(M),
para que yo les pague como se merecen.
11 Por esto sé que conmigo te complaces(N),
porque mi enemigo no canta victoria[h] sobre mí(O).
12 En cuanto a mí, me mantienes en mi integridad(P),
y me afirmas en tu presencia para siempre(Q).
13 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
desde la eternidad hasta la eternidad.
Amén y amén(R).
18 Pero como Dios es fiel(A), nuestra palabra a vosotros no es sí y no(B). 19 Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús(C), que fue predicado entre vosotros por nosotros (por mí y Silvano(D) y Timoteo(E)) no fue sí y no, sino que ha sido sí en Él(F). 20 Pues tantas como sean las promesas de Dios(G), en Él todas son sí(H); por eso también por medio de Él, Amén(I), para la gloria de Dios por medio de nosotros. 21 Ahora bien, el que nos confirma(J) con vosotros en Cristo y el que nos ungió(K), es Dios, 22 quien también nos selló(L) y nos dio el Espíritu en nuestro corazón(M) como garantía[a].
Curación de un paralítico
2 Habiendo entrado de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa. 2 Y se reunieron muchos(A), tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y Él les exponía[a] la palabra. 3 (B)Entonces vinieron* a traerle un paralítico(C) llevado entre cuatro. 4 Y como no pudieron acercarse[b] a Él a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde Él estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla(D) en que yacía el paralítico(E). 5 Viendo Jesús la fe de ellos, dijo* al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados(F). 6 Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: 7 ¿Por qué habla este así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino solo Dios[c](G)? 8 Y al instante Jesús, conociendo en[d] su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo*: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico(H): «Tus pecados te son perdonados», o decirle: «Levántate, toma tu camilla y anda»? 10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo* al paralítico): 11 A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. 12 Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios(I), diciendo: Jamás hemos visto cosa semejante(J).
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